MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 16    No. 226  JULIO DEL AÑO 2017    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 

 
 
Uno de los principios rectores del aseguramiento en salud en Colombia lo constituye la eficiencia (en complemento de la solidaridad y universalidad), por lo que la adecuada asignación de sus recursos debe garantizar resultados robustos.
La combinación entre asignación y maximización de los recursos debe estar alineada con el logro oportuno de los objetivos, y de esta forma determinar si el sistema es o no efectivo.
Por esto son necesarios los análisis del desempeño, flujo y uso de los fondos de aseguramiento. Este análisis, realizado a junio de 2017 y que, según el reporte en el Fondo de Solidaridad y Garantía (Fosyga), permite entender cómo ha sido el comportamiento en cada una de las distintas fuentes alimentadoras; concluye que estas son recolectoras o depositarias de recursos fiscales y parafiscales, tanto de presupuestos públicos como de los aportes y contribuciones de empleados y empleadores.

El gasto en salud es medido a partir de algunas estimaciones posibles según el comportamiento macroeconómico expresado mediante el Producto Interno Bruto (PIB).
Ecuación macro del financiamiento en salud
Los recursos son limitados, aunque con aumentos notorios en las dos últimas décadas, que contrastan con un gasto médico expansivo. Es decir que las necesidades en salud crecen en mayor proporción que la capacidad real de generación de nuevas fuentes de recursos, lo que denota la importancia de la economía de la salud como ciencia que contribuye en la mejora de la asignación de los mismos para lograr los objetivos del sistema, mediante una ecuación que claramente se torna desigual.
El financiamiento de la salud en Colombia es posible desde el recaudo de los fondos públicos y privados, denominados también como fiscales y parafiscales, respectivamente. Los primeros cuentan con presupuestos de la nación, departamentos, municipios y distritos, y los segundos, de los aportes que realizan los empleados y empleadores según el ingreso base de cotización (IBC).
La fuente primigenia del financiamiento en salud, el ingreso, es determinado por La Resolución 6411 de 2016 del Ministerio de Salud y la Protección Social en su función de regulación, por medio de la cual se define la Unidad de Pago por Capitación (UPC) tanto para el régimen contributivo como subsidiado, que adicionalmente define ajustes en atención. Si es de grupos poblacionales distantes o de difícil acceso, se denomina de dispersión geográfica; si es para ciudades capitales de departamento se denominan conurbadas. Allí el costo es mayor por efecto del desarrollo tecnológico y por su calidad de receptoras por cuenta de su capacidad, infraestructura hospitalaria y calidad médica.
Según esa resolución, se establece que del monto de la cotización obligatoria de los afiliados al régimen contributivo se destinan al Fondo de Solidaridad y Garantía Fosyga de la siguiente manera: Subcuenta de Promoción el 0.26% y Subcuenta de Solidaridad 1.0%. Para garantizar el reconocimiento y pago por enfermedad general a los afiliados cotizantes con derecho se fijará en forma transitoria el 0.35% del Ingreso Base de Cotización, hasta tanto entre en funcionamiento la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES). Una vez inicie operaciones dicha entidad este porcentaje aumentará a 0.38%. También se fija en esta normativa que, para el desarrollo de actividades de promoción y prevención durante el año 2017, al régimen contributivo se le reconocerá la suma de $23.335,20 por cada afiliado.
Del cómputo entre el Ingreso Base de Cotización por el número de afiliados y de la suma de los copagos y cuotas moderadoras se puede establecer de manera general o macro los ingresos del sistema de salud en Colombia. De esta forma se obtiene el primer componente de la ecuación general del sistema de financiamiento en salud en el país.
El segundo vértice lo constituye el gasto en salud el cual es posible desde la definición del criterio orientador fijado mediante la Resolución 6408 de 2016, por el que se modifica el Plan de Beneficios en Salud con cargo a la unidad de pago por capitación (UPC) que define las coberturas de los servicios y tecnologías en salud que deberán ser garantizadas por las entidades promotoras de salud en las condiciones de calidad establecidas por la normativa vigente.
Financiamiento del régimen subsidiado en salud
Existe una presión constante por la búsqueda de nuevas fuentes de recursos para cubrir los incrementos en cobertura y acceso, que contrasta con mayores aumentos en ingresos y aún más en los costos de ventas.
Como resultado del ejercicio económico de las 47 EPS del régimen contributivo y subsidiado, que consolidaron información en la Supersalud al corte del tercer trimestre de 2016, los ingresos operacionales fueron de $29.8 billones, los costos de venta y operación fueron de $29.5 billones, para un resultado bruto de $309.015 millones, lo que genera un margen bruto de 1.0%. Al restársele los gastos operacionales de $1.8 billones, se obtuvo una utilidad operacional de $1.5 billones y del neto entre otros ingresos y otros gastos se consolidó un resultado neto del ejercicio de $1.3 billones, para un margen neto de -4.5%.
En el caso de las 32 aseguradoras en salud del régimen subsidiado que reportaron información, los ingresos operacionales fueron de $12 billones y los costos de ventas de $11.9 billones, para un resultado bruto de $174.820 millones y un margen bruto de 1.5%. Pero al descontársele los gastos operacionales de $708.357 millones, se obtuvo un resultado operacional de -$533.537 millones, para un margen operacional de -4.4% y un resultado neto del ejercicio de -$399.774 millones, con un margen neto de -3,3%. Esto significa que los ingresos operacionales de las 32 aseguradoras en salud cubrieron los costos de venta, producción o servucción (proceso que se lleva a cabo a la hora de ofrecer un servicio) de servicios de salud (siniestralidad), pero no alcanzaron a cubrir los gastos operacionales, por lo que al final del ejercicio se produjo una pérdida contable.
Pese a que los ingresos han venido aumentándose en un promedio del 10% en términos corrientes en los años 2014, 2015 y 2016; los costos de operación se comportaron ligeramente más bajos a septiembre 30 de 2016. Aun así no lograron cubrir los gastos operacionales por lo que al final del ejercicio se produjo un resultado adverso en la cifra ya comentada, no obstante, es preciso anotar que a junio 30 de 2015 las 5 principales fuentes que recogen el resto de recursos del régimen subsidiado fue de $8 billones 384.154 millones, en tanto que a junio de 2017 el consolidado fue de $7 billones 751.639 millones, es decir 7.54% menos que el 2015. La menor disminución estuvo en la Fuente de Fosyga y/o aporte del presupuesto general de la Nación que en 2017 fue de $2 billones 850.664 millones, frente a $4 billones 253.532 millones de 2015 y 2016.
Las 5 fuentes que cofinanciaron el régimen subsidiado en Colombia para los 32 departamentos, el Inpec y Bogotá D.C. (a junio 30 de 2017), consolidaron un valor de $7 billones 751.639 millones, por lo que a diciembre 31 de esta vigencia se estaría superando ampliamente los $15 billones, para garantizar el aseguramiento de 22.089.928 colombianos. Ello arrojaría un valor promedio anual proyectado de $701.826, valor que resulta un 5,15% mayor que el valor de la UPC general para el régimen subsidiado, el cual para el 2017 se fijó en $667.429,20.

 
Participación
Los recursos del Sistema General de Participaciones son los que más aportan en el financiamiento de la salud en Colombia con $3 billones 463.411 millones (44.7%). Le sigue el Fosyga y/o aportes del presupuesto general de la Nación con $2 billones 890.664 millones (37.3%). Ambas fuentes fiscales contribuyen con el 82% a la cofinanciación del régimen subsidiado. Le siguen los Recursos de Esfuerzo propio girados por Coljuegos y Fonpet $844.930 millones (10.9% -en 2015 fue de $107.072 millones-), Entidades Territoriales con $537.377 millones (6.9%) y cierra el grupo de aportantes los Recursos de las Cajas de Compensación Familiar que aportaron $15.256 millones (en 2015 fue de $52.134 millones).
De las dos fuentes que más aportan al sistema, esto es, por el Sistema General de Participaciones, Antioquia es la que más recursos recibe con el 10.2%, habida cuenta que es el departamento con mayor cobertura en el aseguramiento. Le sigue el Valle con el 7.9% y Bolívar con el 6.2%. Antioquia recibió el 9.3%, seguido de Bolívar con el 6.4% y Córdoba con el 6.3%.
Del total de la cofinanciación de las cinco (5) fuentes que financiaron la salud de los 22.089.028 colombianos más pobres y vulnerables, Antioquia con $815.890 millones a la fecha de corte es quien más recursos recibe y aporta para financiar sus 2.220.016 afiliados, lo que representa el 10,5%, seguido de Valle con $654.010 millones (8,4.1% y 1.736.392 afiliados) y en tercer lugar Bogotá con 1.157.206 afiliados recibió y aportó el 6.3% con $488.7460 millones.
Llama la atención que pese los gastos en salud en Colombia, que de acuerdo con los últimos años ha representado 6.8% del Producto de Interno Bruto en 2016 ($863 billones) se tendría entonces un gasto probable de $58.7 billones para el año anterior. Con un PIB proyectado de $936 billones para 2017, se tendría un gasto probable en salud de $63.6 billones, cifras récord que contrastan un poco con el descenso y reconformación de algunas fuentes de financiamiento.
Los cambios normativos pueden tener explicación parcial en la unificación e igualación de los planes de beneficio en salud y ello supondría una disminución en las actividades NO POS. Por eso, algunos departamentos proporcionalmente están recibiendo menos recursos situación que urge de cambios estructurales, toda vez el defecto patrimonial que presentan las aseguradoras en salud que ya supera los 6 billones de pesos.
 
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