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(
) Escribe el
Ministro, que no se puede seguir pensando, erróneamente,
que el problema del sistema se circunscribe a que las EPS
no pagan. Sin embargo, cuando se analiza el monto y
la antigüedad de la cartera de varios billones que estas
entidades le deben tanto a hospitales públicos como
a IPS privadas de todo el país, cuyo monto en vez de
disminuir va en aumento progresivo a pesar de medidas tomadas,
debe reconocerse que el no pago de esas obligaciones
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genera una mega-dificultad al sistema que le impide ser viable
o sostenible, no puede garantizar así la continuidad
de la atención a los pacientes ni le brinda una operación
tranquila y sin afugias a las IPS que son donde en últimas
se atienden estos pacientes y reciben los servicios de salud
que requieren.
En ese orden de ideas, Gaviria expone que con medidas como
el decreto 2702/14 se plantea la ruta de recuperación
de las EPS en un plazo de 7 a 10 años. Esperar
10 años para la recuperación financiera plena
de quienes justamente deben asegurar la prote cción
y la atención en salud de los colombianos y así
poder cumplir con dichas funciones, prácticamente es
post-fechar la salud de los colombianos a ese mismo lapso
de tiempo, pues mientras las EPS no consigan dicha solidez
y estabilidad que requieren, nunca funcionarán en el
sistema como verdaderas aseguradoras de salud sino que seguirán
trasladándole el riesgo a las IPS, por lo que el derecho
a la salud y a la vida de los colombianos seguirán
siendo vulnerados como ocurre hasta ahora.
De otra parte, si la hoja de ruta para el pago de las deudas
de las EPS tiene como marco de tiempo lo dicho en el citado
decreto, lo que implicaría esperar mínimo 7
años para que esas entidades deudoras se recuperen,
¿también deben post-fechar las IPS acreedoras
sus expectativas de saneamiento financiero con el demorado
pago que así se les está planteando dentro de
todos esos años? Talvez después de ese tiempo,
serán muchos los ciudadanos de este país que
habrán fallecido por desatención y muchas las
IPS que habrán salido del mercado por cerrar sus servicios.
Creo que jugarle a posfechar la salud física y la vida
a los colombianos, así como la salud financiera a las
IPS, no es el marco que hará viable al sistema, ni
la forma como éste dejará de gastar más
de lo que tiene.
*Nota: Publicado en El Heraldo el 18 de octubre
de 2016.
Reproducido con autorización del autor
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