La estrategia de recuperación
financiera del sistema de salud tiene que partir de una premisa
básica: el sistema ha gastado más de lo que
tiene y sigue gastando más de lo que tiene. No ha recuperado
el equilibrio.
¿Por qué? Como consecuencia de la presión
de gasto derivada de los nuevos medicamentos, los excesos
judiciales, la ineficiencia y la corrupción. Por mucho
tiempo, por ejemplo, pagamos por todos los nuevos medicamentos
de alto costo a cualquier precio. Sin restricción ni
razonabilidad.
Resolver el problema financiero necesita simultáneamente:
1) Solucionar una crisis financiera que viene de 10 años
atrás y, 2) Recuperar el equilibrio en la operación
corriente del sistema. No se puede seguir gastando más
de lo que se tiene.
|
|
Tampoco se puede seguir
pensando, erróneamente, que el problema del sistema se
circunscribe a que las EPS no pagan. Este es un diagnóstico
simplista y perjudicial. Desconoce las verdaderas causas del
problema. O peor, confunde los efectos con las causas. Y puede
llevar a reformas perjudiciales.
En Antioquia, por ejemplo, el problema no es que (la EPS) Savia
Salud no pague. Ya pagó todo lo que tenía. Todos
los recursos girados por el Fosyga fueron destinados a pagar
procedimientos, medicamentos, insumos y demás. Todos,
hasta el último peso. El verdadero problema es un exceso
de gasto en relación con los recursos disponibles; exceso
que ha reducido el patrimonio de la EPS y se convirtió
además en la principal contingencia fiscal del Departamento
de Antioquia.
La estrategia de recuperación del sistema tiene dos partes.
La primera se centra en el pasado, en el pago de las deudas,
en el manejo de una crisis financiera (casi de libro de texto).
Todas las crisis se manejan de la misma manera: con reglas claras,
liquidez, generación de confianza y nuevos recursos (por
una sola vez). El decreto 2702 de 2014 define las reglas de
juego, plantea la ruta de recuperación de las EPS en
un plazo de 7 a 10 años. La compra de cartera y los créditos
de tasa compensada, entre otras medidas, proveen la liquidez.
La Ley 1797 de 2016 otorga recursos adicionales al sistema.
Lo mismo ocurre con las liquidaciones de (las EPS) Caprecom
y SaludCoop, y la capitalización de (la EPS) Savia Salud.
La segunda parte de la estrategia consiste en recuperar el equilibrio.
Esta parte tiene 4 componentes esenciales. Los nuevos recursos
(corrientes) que vendrán de la reforma tributaria (presentada
el pasado 19 de octubre). El Modelo Integral de Atención
en Salud (MIAS) que busca reforzar los primeros niveles de atención,
consolidar las Redes Integradas de Servicios Salud y fortalecer
el talento humano y la medicina preventiva. El rediseño
del plan de beneficios que implica la creación del Fondo
para Prestaciones Excepcionales, el nuevo manejo para las enfermedades
raras y el aplicativo para la formulación de medicamentos
no incluidos en el plan básico. Y finalmente, la reglamentación
del artículo 72 del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018
que permitirá la incorporación ordenada de las
nuevas tecnologías. El sistema no puede pagar por todo
lo nuevo. Solo debe pagar por aquello que agrega valor.
En fin, el sistema de salud tiene que recuperar la coherencia.
Lo que incluye por supuesto la coherencia en el discurso. La
solución de esta crisis financiera necesita confianza
y realismo. No saltos al vacío, ni reformas tremendistas
que no resuelven nada y sí aumentan la incertidumbre.
La reforma a la salud consiste en la implementación de
lo anteriormente descrito. Ni más ni menos.
* Nota: Por su interés,
reproducimos este artículo publicado en el blog del ministro
de Salud, Alejandro Gaviria Uribe (http://agaviria.blog spot.com.co/)
el pasado 11 de octubre. |