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Diversas instituciones, entre ellas la Liga Colombiana contra
el Cáncer y el Instituto Nacional de Cancerología
(INC), reportaron recientemente que el porcentaje de recuperación
de niños con cáncer es muy bajo en Colombia.
El cáncer es un problema creciente de salud pública
en el país, con graves repercusiones tanto en el bienestar
de la población, como en la actividad productiva y
en el costo del sistema de salud: No se dispone de información
sobre morbilidad y mortalidad desde 1998. Y la información
relacionada con el cáncer de niños, se registra
pero está dispersa, lo que dificulta el análisis.
Entre los tipos de cáncer más frecuentes en
niños están la leucemia linfoide aguda, linfomas,
tumores del sistema nervioso central y retinoblastoma.
En el mundo hay gran avance en los tratamientos de cáncer
infantil. El diagnóstico temprano y el tratamiento
adecuado permiten a los niños recuperarse de ciertos
tipos de cánceres. En especial, en países desarrollados
se logró disminución muy marcada de la mortalidad
por cáncer infantil y un incremento muy significativo
de la tasa de sobrevida. Para varios cánceres infantiles
se alcanzaron en los últimos años tasas de sobrevida
a 5 años superiores al 90%, pero en Colombia se estima
que no supera el 50%. Por ejemplo, para la leucemia linfoide
aguda, mientras en el Hospital St. Jude en Estados Unidos
la sobrevida es del 92%, en el Hospital de La Misericordia
en Colombia fue del 61.3% y del 40 al 50% en el Hospital Universitario
del Valle. Los avances en indicadores sobre el tema son menores
en Colombia que en otros países aún con más
bajo nivel de desarrollo.
En Colombia se presentan cada año alrededor de 1.120
casos nuevos de cáncer en niños de 0 a 14 años.
Según la Liga Colombiana de Lucha contra el Cáncer,
esta enfermedad es la segunda causa de muerte infantil en
el país. El porcentaje de abandono de los niños
que inician el tratamiento se ubica en 30%, lo cual indica
la necesidad de afianzar los sistemas de seguimiento y control
de los menores.
Los niños y niñas con cáncer están
en una grave situación de atención en el país.
Entre los factores sobresalen las trabas administrativas del
sistema de salud para la autorización y prestación
de los exámenes, procedimientos y medicamentos, generando
demora en el diagnóstico, inoportunidad y falta de
continuidad en los tratamientos.
Es muy frecuente la fragmentación en la atención
originada en autorizaciones dispersas en diferentes instituciones
que impiden la atención integral, la continuidad de
la aplicación del protocolo, la adherencia al tratamiento
y resultados de atención satisfactorios en centros
especializados; es frecuente que los protocolos difieran entre
prestadores. Proliferan centros ambulatorios que brindan atención
en forma parcial, diurna, dejando descubierta la atención
integral de los pacientes en noches y fines de semana. Los
sitios de atención dispersos implican sobrecostos importantes
a las familias, poniendo en riesgo la continuidad del manejo.
La problemática descrita impone un seguimiento más
estrecho al problema, acceso equitativo, intervención
de los organismos de vigilancia y control, revisar los modelos
de atención, garantizar la atención integral
en centros especializados de tercer y cuarto nivel de complejidad
y promover un adecuado soporte psicosocial y hogares de paso,
entre otros aspectos de apoyo.
jpgq@elhospital.org.co
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