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Algunos de los problemas señalados por Observamed
en el estudio de Econometría, se refieren al reduccionismo
de los análisis. El estudio dictamina que sólo
los productos con problemas de mercado ameritan
regulación, los de salud pública no serían
objeto de regulación sino de gasto público,
los de alto costo no ameritan regulación sino aseguramiento,
y los medicamentos esenciales (POS) sólo tendrían
vigilancia de calidad.
Este análisis desconoce que independiente de cual área
del sistema de salud deba encargarse del manejo de un tipo
de patologías y sus medicamentos, éstos deben
comprarse aunque sea para un problema de alto costo o de salud
pública, y sus costos recaen en el bolsillo de una
entidad o en la mayoría de los casos del paciente,
desconociendo la realidad del sistema de salud colombiano.
Según el equipo económico de Observamed, cualquier
producto sin competencia tiene poder de mercado para fijar
precios y amerita regulación, independientemente de
su grupo terapéutico. La visión de Econometría
es economicista, y favorable a quienes quieren ver los medicamentos
como mercancía, pero es falsa y perjudicial para la
salud pública.
El doctor Oscar Andia, director de Observamed, señaló:
Lo que reclamamos no es una labor represiva contra los
laboratorios, sino una voluntad política de hacer cumplir
las reglas, en un marco estricto de legalidad y justicia.
Lo más efectivo y costo-eficiente para la regulación
de precios de medicamentos, en defensa de la salud pública,
era respetar y hacer cumplir la normatividad. Lo que estamos
viendo en la práctica es un caso clarísimo de
eliminación total de barreras regulatorias, un régimen
de regulación de precios de medicamentos basado en
precios de referencia y clasificaciones terapéuticas
relevantes que hasta ahora nadie conoce, con un sistema de
reportes que lleva un año sin publicar un solo dato.
Por eso, el Observatorio solicitó explícitamente
la derogatoria del artículo 35° de la Circular
04 de 2006; derogado este artículo y re-implantado
el régimen de control directo automático para
moléculas exclusivas que pueden abusar de su posición
dominante en el mercado, el resto de elementos contrarios
al interés de la salud pública caerán
solos.
¿Tiempo para la CNPM?
El accionar inicial de la CNPM generó expectativas
positivas, por cuanto podría representar un adelanto
en el seguimiento de los precios a los medicamentos. Aunque
el doctor Maximio Visbal, presidente del gremio de droguistas,
Asocoldro, considera la etapa actual de acoplamiento,
reconoce que hasta ahora se han visto resultados: Estamos
en un acondicionamiento a normas que no han empezado a operar
integralmente; aspectos como el programa de medición
de precios de medicamentos que no se manejaba anteriormente,
generó contratiempos como se predijo, pero es asunto
de adaptación.
Otros análisis señalan que la Comisión
ha estado sometida a fuertes presiones para cambiar la metodología
del control de precios, lo que explicaría que el estudio
de Econometría presentara como propuesta el mismo enfoque
que defiende la industria farmacéutica multinacional,
según el cual la competencia se da por grupos terapéuticos
y no por medicamentos genéricos del mismo principio
activo, cambiando el escenario. Esta posición
ha sido predominante en la expedición de la última
normatividad; la CNPM está en un período de
transición que debe ser vigilado atentamente, porque
el peligro es que se desmonte totalmente el sistema de control
de precios declaró el doctor Luís Guillermo
Restrepo, presidente del Colegio Nacional de Químicos
Farmacéuticos.
La realidad es que el control de precios cambió a un
sistema muy complejo que implica precios de referencia internacionales
que pueden trasladar al país las perversiones de dichos
mercados; además, hace que se dependa demasiado de
las decisiones de la Comisión, sembrando peligros muy
grandes, porque si bien existe un Comité técnico,
las decisiones son tomadas por los miembros políticos
(los ministros de Protección Social, de Comercio y
un representante del presidente de la república, lo
cual somete sus decisiones a los intereses del gobierno de
turno).
Afidro, gremio de las farmacéuticas multinacionales,
a las que se señala de haber sido favorecidas con el
nuevo modelo de control de precios, tampoco está de
acuerdo con algunas acciones de la Comisión. El doctor
Francisco de Paula Gómez, presidente del gremio, ve
preocupantes varios aspectos de la implementación como
la inclusión de Precios de referencia, ya que esta
metodología no favorecería como sostienen muchos
a la industria farmacéutica, y menos a la de investigación
y desarrollo (ID); ello, porque utilizar el promedio
de los 3 precios unitarios más bajos de los medicamentos
iguales, producidos directa o indirectamente por la misma
casa matriz en países de referencia como dice
la Circular 04 de 2006, considerando que la industria de ID
cuenta con filiales en los 8 países de referencia,
convierte el control de precios en una figura automática
sólo para la industria farmacéutica multinacional,
excluyendo a demás productores y comercializadores
del control. Además, el doctor Gómez señala
que es importante clarificar otros aspectos de los que depende
el impacto del nuevo modelo: reconocer la existencia de múltiples
medicamentos para una misma indicación terapéutica
como una realidad del mercado, determinar el periodo de transición
para el SISMed (Sistema de Información de Precios de
Medicamentos) y conservar confidencialidad de la información.
Afidro reitera que cualquier política de precios
debe estar fundamentada en principios económicos como
el respeto y la promoción de la libre competencia,
el estímulo empresarial, el desarrollo de la iniciativa
privada, la libre actividad económica y la protección
al consumidor. Frente al estudio de Econometría,
el doctor Gómez señaló que el mismo fue
solicitado a los gremios por parte de la CNPM buscando obtener
información real del comportamiento de los precios;
reconoce que a partir de estos resultados, la Comisión
estructuró la política: El estudio tuvo
cuidado en la definición de los términos de
referencia y en la determinación de los consultores
que realizarían el trabajo; se buscó que se
utilizaran las mejores fuentes de información y las
metodologías necesarias para adelantar los ejercicios
propuestos en el estudio, que se entrevistaran y recaudara
información con los diferentes actores que participan
en la cadena farmacéutica.
Allanando el camino al TLC
Otra explicación al cambio de modelo de regulación
y al accionar de la CNPM en los últimos dos años,
obedecería al desarrollo de la agenda interna para
facilitar la entrada en vigencia del TLC. El senador Jorge
Robledo señala cómo la inclusión en el
texto del tratado de la figura de la expropiación indirecta
(demandar por perjuicios sobre negocios aún no establecidos
en el país), se usaría en Colombia por la industria
farmacéutica; y reseña como Afidro, ya amenazó
con hacerlo: En carta al ministro de comercio, Jorge
Humberto Botero, el 28 de julio de 2006, le dicen que no apruebe
el texto de la Circular 03 de 2006 que contiene un 'borrador
de discusión' sobre controles a los precios de las
medicinas en Colombia, porque, dice la carta, 'esto atenta
de manera directa contra las moléculas que gocen de
derechos de propiedad intelectual, como los plasmados en los
textos del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos'.
Por esta razón, dichas determinaciones podrían
constituirse en 'violación al principio de inversión
frente a tratados internacionales; vale la pena señalar
que este borrador de circular podría verse incurso
dentro de la tipificación de la expropiación
indirecta, debido a que su expedición implicaría
una modificación injustificada de las condiciones bajo
las cuales las empresas asociadas en Afidro desarrollan el
curso ordinario de sus negocios y su viabilidad económica',
dice la misiva.
Esta situación significaría que el hecho de
controlar los precios de los medicamentos, que definen el
dolor y la diferencia entre la vida y la muerte de los colombianos,
podría ser considerado expropiación indirecta,
llevando a pagar indemnizaciones al Estado colombiano; pero
también indicaría que la flexibilización
en los controles de precios, las recomendaciones de Econometría
y el nuevo modelo de regulación, obedecen al marco
de la globalización, y en el caso particular colombiano,
a una medida más para allanar el camino al TLC.
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