|
Las coyunturas políticas generadas por la Constitución
de 1991 y la Apertura Económica, llevaron a estimar
que no era viable expandir la cobertura integral de riesgos
sociales del ISS a todos los colombianos, y que los actores
privados debían participar en esa tarea. Se abrió
la seguridad social a las leyes del mercado regulado, más
la resistencia de muchos sectores frenó temporalmente
la desaparición del ISS. Velásquez señala
que tras un debilitamiento progresivo y deliberado de su capacidad
rectora y reguladora en seguridad social, el Estado renunció,
equivocadamente, a mantener una organización estabilizadora,
construida en más de 5 décadas y que era el
espacio idóneo para la política pública.
Los viacrucis del ISS: la institución
El declive del ISS puede homologarse a un viacrucis padecido
por sus trabajadores, los afiliados (que en el papel eran
sus dueños) y por el modelo estatal. La Constitución
del 91 autorizó crear sistemas privados de seguridad
social; el ministro de Salud, Juan Luis Londoño, presenta
el proyecto de ley 155 con una reforma pensional para ajustar
pendientes de la Ley 10/90. El proyecto se convertiría
en la Ley 100/93, donde no estaban salud ni riesgos profesionales,
temas adicionados en el trámite; pero sí proponía
acabar el sistema pensional de prima media y liquidar el ISS
(que no se liquidó por presión de sus trabajadores),
y la Ley 100 crea un sistema dual en pensiones, salud y riesgos
laborales, bajo el criterio que la libre competencia impondría
al mejor.
Durante el gobierno de Andrés Pastrana y ante el marchitamiento
progresivo del ISS por pérdida de apoyo financiero
y extracción de recursos por el gobierno hacia otros
fines, los sindicatos promovieron el pacto Por la salvación
de ISS. El pacto fue incumplido por el gobierno Uribe,
quien afirmó en campaña que no liquidaría
el ISS: no pagó deudas del gobierno ni permitió
afiliación del régimen subsidiado ni levantar
la sanción de Supersalud que impedía nuevas
afiliaciones. Y el ministro de Salud, Diego Palacio, escindió
el ISS, lo que significó la pérdida de clínicas
y de prestación de servicios. Se crearon 7 ESE de orden
nacional y los riesgos profesionales pasaron a La Previsora:
Se cumplió así un desmembramiento para
dejar solo un cascarón, afirma el excongresista
Germán Reyes.
Luego el Plan Nacional de Desarrollo del segundo gobierno
Uribe presentó la liquidación formal del ISS
en dos artículos: uno lo liquidaba y otro creaba Colpensiones,
pero en el debate se redactó mal el artículo
liquidador y ante una demanda, la Corte Constitucional declara
que la liquidación debía hacerse con ley. Ya
en el gobierno Santos se emite un decreto de facultades extraordinarias
y se liquida formalmente el ISS, se nombra agente liquidador
y el pasado 31 marzo de 2015, luego de dos prórrogas,
se pone fin al proceso.
Para Reyes, con la liquidación perdieron los
trabajadores que ven reducido el derecho de ser coparticipes
en el direccionamiento de sistemas de seguridad social, ahora
entregados a decisiones de juntas directivas privadas.
Los viacrucis del ISS: los trabajadores
también liquidados
En el sentir de los colombianos, el ISS empezó
a desvanecerse hace una década; con la escisión
de las clínicas nadie acudía al Seguro Social
a recibir servicios médicos y no se acudía ni
a trámites porque los afiliados fueron trasladados
a Nueva EPS; los riesgos profesionales pasaron a La Previsora
y las pensiones migraron a Colpensiones. Pero una odisea diferente
vivió un grupo de trabajadores que en todo el país
y por diversas razones, no fueron liquidados en cada momento
(por tener fuero sindical, ser reintegrados o ser contratistas
a los que se debía respetar su vinculación por
sentencia judicial).
Claudia Maritza Rodríguez, médica especializada
en auditoría y gerencia de calidad, padeció
las penurias del proceso en Medellín. Desde 2006 cuando
fue reintegrada al ISS por orden judicial, con sus compañeros
ejercía labores que nunca hizo: En 2007 cuando
se acabó la EPS, muchos que trabajaban en las clínicas
quedaron en la misma situación.
Pero el viacrucis seguía: Luego de un año
de empalme de las clínicas, pasamos a la ARL, pero
un día llegamos a trabajar y estaba cerrado el edificio,
el personal se devolvió a la sede administrativa pero
ahora con los empleados que llegaron de la ARL y pensiones
éramos unos 1.000 trabajadores más otros 1.000
contratistas. Allí estuvimos entre 2009 y 2011. Nos
dedicamos a recobrar al Fosyga de la deuda de otras instituciones
al ISS. Otra función fue hacer auditorías a
contratos y sus terminaciones con hospitales de pueblos, pero
una vez cerrados los recobros al Fosyga, nos trasladaron a
Pensiones y el personal asistencial manejaba historias laborales.
Cuando empezó a operar Colpensiones, se perdieron las
últimas actividades que realizaba el ISS, solo quedaron
las tutelas y entrega de historias laborales y archivos. En
Colombia éramos 1.300 personas en esta situación.
En 2013 salieron los contratistas, quedamos unos 950 trabajadores
oficiales, después se hizo supresión de cargos
a empleados públicos. Vinieron las prórrogas
de la liquidación y laboralmente íbamos todos
los días a cumplir tiempo sin hacer nada
.
Y concluyó: Sufrimos una muerte lenta desde septiembre
de 2012 hasta marzo de 2015, vivimos el estrés más
grande porque teníamos un conocimiento, éramos
capaces de hacer algo y estábamos sentados sin hacer
nada
. Cuando el decreto 553 de marzo 27/15 hizo
definitiva la liquidación, estos trabajadores siguieron
asistiendo a su oficina hasta el 31 de marzo,
empezaron a llegar decretos individuales de destitución
y cada uno se fue a su casa, cuanta la médica Rodríguez:
El día en que empezó Semana Santa y el
ISS murió, sentimos la pérdida de un ser querido.
|