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Según cifras del Ministerio de salud, la tasa de egreso
de médicos generales en Colombia se aproxima a los
5.000 por año y, de acuerdo a Navarro, a esto se suma
que los médicos entran tarde al mercado laboral “y
el retorno de su inversión en educación les
toma más de 15 años”, comenta él
y agrega que “para garantizar el éxito del proceso
se requiere que también existan condiciones dignas
para laborar, que haya una oferta de trabajo y que se cumplan
las normas que dice la OIT Organización Internacional
del Trabajo- ”.
Por otro lado quienes han estudiado medicina en Cuba explican
que el mayor reto al que se han tenido que enfrentar es al
de la discriminación. “Dentro del círculo
médico siempre te van a preguntar de qué facultad
saliste y cuando uno dice Cuba se abren muchos aspectos a
veces positivos y otras veces negativos porque ponen en duda
tus habilidades y conocimientos, hasta empiezan a indagar
por temas políticos”, revela Karen Muñoz,
medica egresada de la Escuela Latinoamericana de Medicina
de Cuba y especialista en Medicina de Familia.
La idea de Fidel de crear una Escuela
de Medicina para Latinoamericanos
Esta no es la primera vez que Cuba hace un ofrecimiento
de becas de medicina a Colombia, desde el año 1999
la isla creó la Escuela Latinoamericana de Medicina
ELAM-, para formar gratuitamente como médicos a jóvenes
de países de esta región, con escasos recursos,
provenientes de zonas apartadas. De acuerdo a la ELAM a lo
largo de estos años se han formado más de 24
mil médicos de 84 países.
Dentro de esta cifra, “la ELAM ha graduado alrededor
de setecientos jóvenes colombianos en medicina, así
como decenas de estudiantes en programas técnicos y
tecnológicos en salud y otras profesiones”, expone
la directora de la Fundación de Egresados Colombianos
de la Escuela Latinoamericana de Medicina FEDELAM, Lina María
Murcia.
“Como Fundación hemos acompañado diferentes
procesos comunitarios en todo el territorio nacional, entre
ellos el corregimiento La Alegría en Tolú, Sucre;
La Guajira, la Fundación Hijos del Viento en Bogotá;
zonas veredales en el Meta; y en la reciente situación
de Mocoa. También hemos presentado propuestas a entidades
gubernamentales para el fortalecimiento de los sistemas de
salud locales de La Mojana sucreña, en Ciudad Bolívar,
Bogotá y en el departamento de La Guajira”, comenta
Murcia.
Murcia expresa que el panorama general de la inserción
laboral de estos egresados ha sido exitoso, debido al prestigio
que genera la ELAM dentro del círculo médico.
“El tener a Cuba y la ELAM en nuestras hojas de vida
ha tendido a facilitarnos el ingreso a muy buenas oportunidades
laborales”, revela ella.
¿Qué podría
incluir la beca?
De acuerdo a Karen Muñoz, la beca que otorga
la Escuela incluye el valor de matrícula, vivienda
y manutención a cada uno de sus estudiantes, así
como un semestre de nivelación y adaptación
a la cultura del país. “Los estudiantes latinoamericanos
que llegamos de esa promoción tuvimos un proceso de
adaptación académico, para nivelar los conocimientos
de bachillerato: por ejemplo compañeros de Brasil o
Norteamérica que no hablaban español, o quienes
tenían falencias en competencias de lectoescritura,
entre otras cosas. A parte de esa nivelación académica
se hacía una nivelación de convivencia y adaptación
a la cultura y a la estructura social del país”,
cuenta ella.
Karen fue seleccionada en el 2003 junto con un grupo de 79
estudiantes de bachillerato colombianos para realizar el pregrado
de medicina general, que cuenta con una duración de
seis años. En su cohorte se encontraban jóvenes
de ciudades intermedias colombianas como Pasto, Quibdó
y Putumayo que tenían entre 16 y 18 años.
¿Pero, cuáles son las
particularidades de estudiar medicina en Cuba?
El sistema de atención de salud cubano ha sido
catalogado como uno de los más altos de América
Latina y el 3ro en el mundo, caracterizado, de acuerdo a Muñoz,
“por brindar una cobertura y accesibilidad universal
en todos los niveles de atención: desde los centros
de salud de la comunidad hasta la red de hospitales y servicios
especializados secundarios y terciarios”.
Por otro lado Cuba tuvo durante 234 años una sola Facultad
de Medicina, radicada en la capital. Solo hasta 1962 se extendió
el proceso de educación médica a las demás
zonas del país, un proceso que tiene como resultado
la existencia de 21 Facultades de Ciencias Médicas,
más la Escuela Latinoamericana de Medicina, siendo
la Universidad de Ciencias Médicas de la Habana su
sede principal y contando todas con un único pensum
de medicina para toda la isla.
Más allá de esto, quienes estudian medicina
en Cuba se enfrentan a un modelo de atención primaria
que, según Muñoz, está basado en la formación
de médicos de familia y en la formación de equipos
de trabajo. “Se llama así porque tiene una familia
adscrita a su cargo, vive dentro de esa comunidad y las personas
van y se entienden con ese médico especialista quien
es la puerta de entrada al sistema de salud”.
De esta manera, de acuerdo a Muñoz, un egresado de
alguna de las 21 facultades de Ciencias Médicas de
la isla, cuenta con un perfil particular y es que “sabe
qué es la medicina de familia, sabe lo que es el primer
contacto; lo que es la atención continua y longitudinal
y sabe trabajar en equipo”, explica.
La presidenta de Fedelam, resalta que es en las regiones apartadas
de Colombia donde se pide a gritos más personal médico
y allí es donde debe concentrarse la ayuda de estos
futuros egresados.“Los excombatientes de las FARC, hijos
e hijas de campesinos, obreros, afros, indígenas, víctimas,
marginados, como nosotros, tienen, además, una vasta
experiencia en trabajo comunitario, en zonas rurales y selváticas,
anteriormente, con fusiles en mano, a veces, quitando la vida,
ahora, con lapiceros, fonendoscopios, tensiómetros,
termómetros, pesas, equipos de órganos, medicamentos,
gasas, agujas y bisturís, cuidando la salud y salvando
vidas ¿Vale la pena?”, concluye ella.
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