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Hospital Ramón
González Valencia, Bucaramanga
Lucha para sobrevivir
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Amparo
Forero, Bucaramanga Corresponsal de El Pulso
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La Empresa Social del Estado, Hospital Universitario Ramón
González Valencia, HURGV, única de tercer nivel
en Santander, atraviesa la más aguda crisis financiera
de su historia. Un déficit presupuestal en enero de 2001
de $28.736 millones y una cartera morosa que a 30 de marzo sumaba
$15.134 millones, con bajo recaudo de recuperación durante
lo corrido del año, han puesto en alerta a los usuarios,
al personal de planta, directivos, residentes, estudiantes
y docentes de la Facultad de Salud de la Universidad Industrial
de Santander -UIS-, que reclaman medidas urgentes del Gobierno
para evitar el colapso total de la institución. |
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El movimiento surge porque sabemos que donde el Hospital
se acabe gran parte de la Universidad y de la calidad de los
estudiantes se viene al suelo y los santandereanos pierden
un gran patrimonio", es la opinión de Carolina
Gómez Galvis, presidente del Consejo Estudiantil de Medicina.
Cifras críticas
Pese a que el HURGV históricamente ha generado elevados
niveles de producción y de facturación de servicios
con positivos indicadores, durante esta vigencia ya presenta
un desequilibrio financiero.
A enero último, el gasto superaba sus ingresos en $1.392
millones, situación agravada por el bajo nivel de recaudo
por venta de servicios a los diferentes regímenes, tal
como se desprende del análisis que a 30 de abril presentó
el Ministerio de Salud. Según las cifras entregadas por
Leonor Chacón de Mendieta, gerente (e) del Hospital,
las ARS acumulan el 60.4% del total de la deuda. Además,
a marzo 31 de 2001, el 43% del total de la cartera ($6.515 millones)
se encontraba en cobro jurídico. "Estamos facturando
servicios que nadie paga. La recuperación de la cartera
es supremamente lenta", dijo Luz Stella Rodríguez
Torres, presidenta de la Asociación para el Bienestar
de los Empleados Públicos del Hospital.
A esta situación de iliquidez se ha sumado la incapacidad
de pagar sus obligaciones corrientes, que a 31 de marzo sumaban
$13.104 millones, representados en deuda laboral ($5.484 millones)
y proveedores ($7.620 millones). De ahí que entre abril
y marzo las cirugías programadas prácticamente
se cancelaron y se les solicitaron a los pacientes los insumos
y medicamentos para garantizar su atención, lo que disminuyó
la ocupación del González Valencia hasta en 50%,
explicó Luis Torres Castro, representante de los profesionales
en la junta directiva de la institución. Insiste en que
la recuperación de la cartera básicamente debe
ser para la compra de suministros, que a su vez garanticen la
atención de los pacientes e incrementen los ingresos
del Hospital.
Sin embargo, como el déficit presupuestal inicial de
$28.736 millones se lograría, eventualmente, reducir
a $17.835 millones, esa disponibilidad permitiría que
el Hospital cubra sus obligaciones, aproximadamente, hasta el
mes de agosto, sostiene la Gerencia. No obstante, aclara, que
de esos recursos sólo han ingresado al HURGV $2.428 millones,
con los que se pagó nómina de planta de febrero,
algunos meses de salario de supernumerarios, adeudándoles
aún siete meses. Para el representante de los profesionales
del Hospital en la Junta Directiva, pese a haber disponibilidad
presupuestal con la que se prolongó de junio a agosto
el funcionamiento del Hospital, debe existir por parte del gerente
que se nombre en propiedad un manejo responsable de los indicadores
al interior de la institución y debe darse prioridad
a la recuperación de la cartera.
Sobre este aspecto, el Ministerio de Salud también hizo
su diagnóstico. Dice, que pese al ingreso de recursos
de oferta "(...) el no mejorar la recuperación de
cartera que tiene a la fecha, no permitirá conservar
un margen de liquidez suficiente para cubrir el año".
Proyecciones
Entre los principales objetivos diseñados para recuperar
la cartera están gestionar ante la Superintendencia de
Salud garantías para que se reconozcan los valores facturados
a las ARS que se han declarado en quiebra, fijar como política
que toda empresa con cartera vencida a más de 60 días
se le suspenda automáticamente el crédito y gestionar
ante las entidades nacionales para que se establezcan medios
de cancelación directos por atención de usuarios
al régimen subsidiado, creando un mecanismo similar
al de los aportes al Situado Fiscal para la atención
de vinculados, evitando el intermediario.
Sobre las estrategias para reducir el déficit presupuestal
de $17.835 millones, la Gerencia tiene previsto abordar cuatro
áreas de trabajo. Inicialmente, prevé ingresos
por $3.500 millones por recaudo de Estampilla Prohospital,
recientemente aprobada por la Asamblea de Santander. A esto
se suma el IVA Social y Convenio de Atención a Desplazados
por $2.000 millones y la gestión de recursos por Convenio
de Concurrencia por $9.000 millones, quedando por confirmar
la adición de recursos de Situado Fiscal por $4.000 millones.
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