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Si los copagos
al ''No Pos'' existieran
Juan
Carlos Arboleda Z. elpulso@sanvicentefundacion.com |
| En el mes de mayo
las redes sociales generaron una alarma entre los usuarios del
sistema de salud. Circuló un borrador de resolución
donde aparentemente el Ministerio de Salud y Protección
Social aplicaba copago a las prestaciones de servicios no incluidos
en el plan de beneficios, los famosos 'No Pos'. Ante la avalancha
de trinos y demás manifestaciones en las distintas redes
sociales informáticas, el ministro Alejandro Gaviria
salió a desmentir la información. |
Esta no es la primera vez que
el tema se ventila incluso desde la alta dirigencia de la salud,
lo que hace suponer que el cobro de copagos a las prestaciones
'No Pos' podría surgir en el futuro como una herramienta
para controlar los recobros más altos, contener costos
o simplemente modular los gastos generales del sistema. Pero
en realidad, ¿qué sucedería si en el país
se le aplicarán recobros a este tipo de prestaciones?
Los primeros que tienen que decir algo al respecto son los usuarios
del sistema, que en realidad somos todos los colombianos. |
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Para Néstor
Álvarez, representante de los pacientes de alto costo,
los copagos existen desde hace tiempo y no son una figura nueva,
pero que lo incluyan a lo 'No Pos', aunque se exceptúen
las enfermedades de alto costo, significa expandir el concepto
de cobrar también el uso del sistema de salud así
sea éste un sistema solidario. Significaría crear
una serie de aportes nuevos dependiendo de la capacidad de pago,
con un agravante: se cobrarían en el momento de la enfermedad
cuando las personas están más vulnerables. cobrar
copagos a lo 'No Pos' sería la fórmula menos adecuada
para un derecho fundamental; ahora bien, sí lo que se
busca es ser equitativos con el POS, donde sí se cobran,
se podría establecer una cuota moderadora que es muy
diferente al copago, lo que nos da miedo es que de ahí
se desprenda una práctica de querer sembrar el concepto
de cobrar todo bajo la premisa que la sociedad vea que sí
es necesario pagar por usar el servicio de salud porque el sistema
está en quiebra.
Otro elemento que impediría que este tipo de cobros fuera
equitativo radica en que en el país no hay tarifas únicas
para los tratamientos, entonces un paciente atendido en un hospital
privado de alta categoría terminaría pagando más
que si lo atienden en otro lugar, como lo señala Néstor
Álvarez: al no existir un manual tarifario significa
que la gente pagaría de acuerdo a lo que cada IPS tenga
estipulado, y así el usuario termina siendo afectado
transversalmente. Pero además, incluso para ciertas enfermedades
así no sean de alto costo, los copagos serían
una erogación muy alta aunque se excluyan los menores
salarios porque de todas formas se estaría aplicando
un concepto errado del derecho fundamental a la salud ya que
este es indiferente de la capacidad del pago para obtener su
goce efectivo, pero en este caso el goce efectivo se produciría
como efecto de la capacidad de pago.
Lo que podría resultar paradójico, es que una
medida de este tipo tendría repercusiones insospechadas
por los formuladores de políticas: este tipo de
medidas terminaría condenando a la gente a la eterna
pobreza, porque obliga a ser extremadamente pobre para estar
exento de pagos por la salud y poder así ejercer todo
el derecho. La consecuencia sería que si una persona
es de clase media recibe un derecho a la salud para clase media,
o sea que accede hasta que los copagos lo dejen disfrutar del
derecho, si se pertenece a la clase alta se tendrán los
servicios para la clase alta, así en el papel sean para
todos en igualdad, y quien necesite un tratamiento preferirá
seguir o entrar en una condición de pobreza absoluta
para ser atendido. |
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cobrar copagos
a lo 'No Pos' sería
la fórmula menos adecuada para un derecho
fundamental; ahora bien, sí lo que se busca es
ser equitativos con el POS, donde sí se cobran,
se podría establecer una cuota moderadora que es
muy diferente al copago, lo que nos da miedo es que de
ahí se desprenda una práctica de querer sembrar
el
concepto de cobrar todo bajo la premisa que la sociedad
vea que sí es necesario pagar por usar el servicio
de salud porque el sistema está en quiebra.
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La posibilidad de
que se generen este tipo de panoramas, es lo que lleva al doctor
en Salud Pública Rubén Darío Gómez,
docente de la Universidad de Antioquia, a preguntarse qué
tan técnica es la medida de poner copagos al 'No Pos':
una política pública debe soportarse en
la evidencia, entonces se debería partir de preguntar
cuál es la evidencia que soporta la decisión de
introducir un copago, y cuáles son los criterios que
fundamentan una medida que afectaría a muchos hogares
muy pobres.
Pensar que los copagos ayudan a regular la demanda, para el
doctor Gómez, es otro error: la demanda no se regula
poniéndole barreras, se regula evitando que la gente
se enferme y si el sistema no es capaz de evitarlo, las personas
se van a enfermar y asistirán a los servicios de atención;
entonces ponerle otra barrera a personas que ya están
sufriendo es un despropósito de la concepción
utilitarista que soporta este modelo. Y agregó:
hay que generar una cultura de evaluación de las
políticas y exigir argumentos a quienes las definen,
que demuestren lo que se quiere resolver con el copago y lo
justifiquen como solución, porque los ciudadanos somos
quienes pagamos los salarios de los gobernantes y es su obligación
que nos digan por qué se necesita una medida como el
copago, pero además, que muestren qué consecuencias
tendría para las finanzas de los hogares y para las globales
del sistema los copagos al 'No Pos'.
Una herramienta con muchos 'pero'
Si se toma como una herramienta de regulación,
y según Luis Alberto Martínez - director ejecutivo
de AESA- desde una mirada muy positiva, hay que plantear que
algunos pacientes sí tienen capacidad de pago para asumir
la cofinanciación de un servicio o tecnología,
en ese sentido, medidas de este orden servirían para
ayudar a la sostenibilidad financiera del sistema; también
podría traer algo positivo como una modulación
al recetar medicamentos, procedimientos e incluso insumos que
son muy costosos y que tienen sustitutos que hacen lo mismo
de manera más económica y asequible.
Sin embargo el doctor Martínez es claro al indicar que
de todas maneras sería una barrera de acceso de tipo
económico, con sus implicaciones: causaría
inicialmente una restricción de la población a
algunos servicios de los que se catalogan como 'No Pos' con
varios efectos: primero que la población tenga menos
posibilidad de acceso a medicamentos y tratamientos que estén
por fuera de los planes de beneficios; segundo: algunos de esos
procedimientos y medicamentos son mandatorio en servicios de
hospitalización, en cirugías y urgencias, y el
copago sería una gran complicación porque si el
paciente no tiene recursos para asumir esa cofinanciación
se trasladará con un impacto negativo a las finanzas
de los hospitales que tendrán que suministrar el servicio,
por ser su obligación, sin recibir la totalidad del pago,
y después ¿quién respondería?
Por otro lado, para Luis Alberto Martínez es una realidad
que a pesar de que se busquen mecanismos para proteger a ciertos
grupos de la población, muchos pacientes no tendrían
recursos suficientes para asumir tratamientos en los casos en
que estos sean permanentes, como pacientes crónicos,
trasplantados, con enfermedades catastróficas o que requieran
medicamentos de manera permanente y que si caen en la categoría
de los copagos tendrían una obligación permanente
de asumir un costo sin la garantía de tener los recursos:
los copagos tratan de incentivar el sistema en una dirección:
contener costos, y así como el Mipres está generando
una barrera a los médicos para recetar, ahora serían
los pacientes quienes se nieguen o no puedan recibir ciertas
recetas.
Los copagos a lo 'No Pos' a su vez serían una barrera
para su aplicación y es la Ley Estatutaria: hoy
no se cobran copagos para los componentes que no hacen parte
de POS, ponerlos es un acto regresivo que no va en consonancia
con uno de los principios del derecho fundamental a la salud
cual es la progresividad, entendida como que el Estado colombiano
debe ir quitando barreras para que la población acceda
con mayor facilidad, concluye el doctor Martínez. |
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Por el punto más débil
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| Ponerle
copagos a las tecnologías 'No Pos' es ubicar el control
de su uso en el punto más débil de la cadena de
salud: el usuario. Este, además, es quien menos información
pertinente y suficiente tiene sobre el uso de esas tecnologías.
El control al uso adecuado de las tecnologías debería
venir desde el Ministerio de Salud, el INVIMA y el Instituto
de Evaluación Técnica en Salud (IETS), poniendo
controles a las tecnologías. En un segundo momento dicho
control debería recaer en el cuerpo médico y las
IPS, pero nunca en el paciente ya que al fin de cuentas los
que ganan con su utilización son otros, afirmó
el Dr. Jamel Alberto Henao gerente de la Cooperativa de Hospitales
de Antioquia. |
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