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El
Vigía
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Desde la publicación
de To err is human: building a safer health care system
(Errar es humano. Construyendo un sistema de salud más
seguro. Instituto de Medicina, Estados Unidos, año
2000), es mucho lo que se ha hablado, especulado, criticado
y aún demandado en relación con los errores
que cometen los médicos durante el proceso de atención
de sus pacientes. De hecho, hoy se habla del paciente como
centro de atención y los sistemas de calidad están
orientados hacia la seguridad del mismo.
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En días recientes se vieron
varios titulares de prensa respecto del tema, debido a un estudio
realizado por investigadores de la Universidad de La Sabana.
Entre ellos menciono los siguientes: Al año, 180.000
personas que son hospitalizadas mueren a causa de errores médicos,
Colombia: 180.000 muertes anuales por errores médicos,
2 millones de colombianos mueren al año por errores
médicos, En Colombia 180.000 personas mueren
al año por errores médicos. Valdría
la pena ver qué tanto de verdad y qué tanto de
sensacionalismo hay detrás de estos titulares, por no
mencionar el error de uno de los medios en las cifras.
Sin tratar de desvirtuar los resultados de la investigación,
que no conozco en todo su contenido, y sin el ánimo de
controvertir el papel de los medios de comunicación,
considero que a este tema hay que darle la justa dimensión.
No debería hablarse solo de errores médicos, sino
más bien de errores durante el proceso asistencial, ya
en éste intervienen además de los médicos,
enfermeras, auxiliares de enfermería, terapeutas, nutricionistas,
bacteriólogos, químicos, incluso hasta ingenieros
biomédicos, quienes también son susceptibles de
cometer errores durante el proceso asistencial. |
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Por otro lado, si
bien el factor humano puede ser determinante en los errores
durante el proceso de atención, no necesariamente todo
equivale a negligencia o mala práctica. Hay muchos factores
que anteceden a estas situaciones, como la proliferación
de facultades de medicina con limitados centros de práctica
que egresan profesionales con poca o ninguna experiencia en
ciertos procedimientos; limitada disponibilidad de ayudas diagnósticas
y terapéuticas en muchas instituciones por limitaciones
en planes de beneficios o incumplimiento de obligaciones por
aseguradoras; falta de atención oportuna de los pacientes
en su sistema de aseguramiento que lleva a una congestión
inmanejable en los servicios de urgencias y puede a su vez inducir
o facilitar los errores; bajos salarios de los médicos
que se ven obligados a trabajar en varias instituciones realizando
jornadas fatigantes que predisponen al error; entre otros.
De ninguna manera pretendo justificar el error médico,
pues es claro que es un problema de salud pública mundial
y sobre el cual se viene trabajando y se debe seguir trabajando
intensamente, máxime cuando se convirtió en la
tercera causa de muerte en Estados Unidos según estudio
realizado por Johns Hopkins (publicado en British Medical Journal),
después de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer;
pero es indudable que esto tiene un componente multifactorial
y que si seguimos pensando que el factor humano es el único,
difícilmente podremos impactar en el problema . |
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