DELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 16    No. 213 JUNIO   AÑO 2016    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 


“Ayudar a quienes no pueden
elegir y devolver aquello que nos
ha sido dado”: Cirujano Pedro Cavadas
Hernando Guzmán Paniagua - Periodista - elpulso@sanvicentefundacion.com

El cirujano plástico Pedro Cavadas nació para “ayudar a aquellos que no pueden elegir y a la vez devolver aquello que nos ha sido dado”. Por él, muchas personas recuperan las manos, los pies, la cara y otros miembros que perdieron. La mano de Dios cura por sus manos. En el quirófano “todo es lícito si el fin es mejorar la calidad de vida del paciente”, expresa este español divorciado que vive en función de la felicidad de la gente y al que apenas le queda tiempo para sus dos hijas. De país en país, acudiendo al llamado del dolor, su filosofía es: “Nadie que requiera de mí un tratamiento se va a quedar sin él por falta de dinero”.
Pese a sus milagros quirúrgicos, él se define como “un trabajador más” y no le gusta vestir bata o prendas que lo hagan ver con "un disfraz de médico". Admite que “era la persona más vanidosa del mundo, pero ya me he curado”. Añade: “La vanidad profesional es un motor muy peligroso. Es como la fisión nuclear. Bien controladita, genera electricidad; pero si fallan los mecanismos de control, catástrofe”. Fue el tercero de 5 hermanos en una familia de clase media. Lo educaron en la constancia, la solidaridad y el valor del estudio. De niño jugaba poco, ni siquiera a ser médico, y veía poca televisión: “Muchas veces he sentido que he perdido la infancia y la juventud de tanto estudiar, pero no me arrepiento”.
La Fundación Pedro Cavadas hace más de 1.600 operaciones anuales, 2 o 3 reimplantes de dedos o brazos al mes, sobre todo por accidentes de tránsito y de trabajo.
Pese a tan valiosos logros, manifiesta con modestia: “Básicamente hago mi trabajo, que no es muy distinto a cualquier otro”. El porcentaje de éxito en sus procedimientos es altísimo: “Yo diría que ha habido fallas en uno o dos de los implantes que hemos hecho. Puede ser porque se infecta la herida o porque la extremidad estuvo separada del cuerpo mucho tiempo y no llega en buenas condiciones. En esos casos hay que retirarla”.
Una colombiana beneficiada
La colombiana Alba Lucía Cardona, de 47 años de edad, sufrió amputación de manos durante 28 años por una explosión en experimento químico. Fue la primera paciente reimplantada de antebrazos y manos del mundo, el 26 de diciembre de 2006, en el Hospital La Fe de Valencia por el equipo de cirugía reconstructiva de la Fundación Pedro Cavadas. El injerto duró 10 horas y fue “espectacular”, dijo la Organización Nacional de Trasplantes de España. Alba declaró que su rehabilitación era “muy dura”, pero valía la pena luchar para que “este sueño se haga realidad”. Sus nuevas manos, sus “niñas” las llamaba, le servían para maquillarse, escribir y comer con cubiertos. En el mismo Hospital, la Fundación realizó el segundo implante bilateral de antebrazo y manos en España, a un español de 29 años que las perdió al explotar una granada; fue el séptimo injerto de su género en el mundo: siguió a los procedimientos bilaterales efectuados en Francia, Italia, Australia, Bélgica, China y Estados Unidos.
“Agnóstico por la gracia de Dios”
El humanismo de Cavadas no tiene color religioso. “Que conste que soy agnóstico por la gracia de Dios”, repite. Su lista de espera son miles de desahuciados, en pos de la última esperanza. Atiende unos 50 pacientes entre las 4 de la tarde y las 10 u 11 de la noche: “Eso para mí es muy gratificante. Es todo un reto, pero también una responsabilidad muy importante, que me obliga a estar siempre al día de los últimos tratamientos. Si yo les digo no, ellos saben que se acabó, NO hay más”.
A Bernardo Bejarano del diario “El Tiempo”, Cavadas declaró acerca de la acción más difícil realizada: “El nivel de dificultad es relativo. La última cirugía es muy llamativa, pero colocar una punta de dedo, que parece sencillo, es mucho más complicado que reimplantar un brazo. Cuanto más pequeña es la amputación, más complicado desde el punto de vista técnico será solucionarla”.
África, segunda patria
Pedro Cavadas descubrió a África por sus dolores y mutilaciones: “En África, las peores fieras son las personas. Las disputas por un simple pozo de agua se resuelven a machetazos o a tiros”. La muerte de un hermano en accidente de tránsito le ayudó a aterrizar más en su misión humanitaria. No volvió a conducir su Porsche. El producto de la venta de éste y los demás carros de colección de su familia financió la Fundación Pedro Cavadas para ayudar a África: “Toda la gente se gasta el dinero en lo que más le gusta, en lo que le hace ilusión. Y a mí este proyecto me hace mucha ilusión”.
La entidad se financia en un 99% con las operaciones privadas del doctor -sólo el 1% proviene de donativos- y se nutre del estudio de los arquitectos Virginia y Eduardo Cavadas. A más de las misiones quirúrgicas en África, lleva a España grupos de niños africanos para operarlos y recuperarlos; en su casa, ha llegado a albergar hasta 10 niños a la vez con sus familiares. La terapia comienza por darles comida y enseñarles cómo funciona un interruptor de luz, o cómo abrir y cerrar una llave de agua.
Dice Cavadas: “Organizamos viajes de cooperación humanitaria a Kenya para hacer cirugías importantes a gente que jamás tendría acceso a ellas. De Colombia trajimos a Alba y de Guatemala a un niño que no tenía cráneo y se lo reconstruimos con sus propias costillas”. Cuando le hablaron del gran número de amputaciones con machete en Colombia, que le ayudan a ser “potencia en implantes de mano”, aseveró: “Le aseguro que la situación en Kenya es mucho peor. El año pasado trajimos 8 niños de color a los que les habían amputado el pene, con machete, para hacer un caldo. En algunos poblados existe la creencia de que un pene virgen cocido cura el sida; por eso alcanza un valor importante en el mercado negro, parecido al de los huesos de tigre en Asia”. Agregó: “Finalmente les reconstruimos el pene y los devolvimos a África. Por desgracia, Colombia no es la única zona de machetes en el mundo”.
Retos del futuro
Cavadas augura un gran crecimiento a la cirugía reconstructiva en el mundo. En implantes, dice que “la clave será mejorar la medicación, que hoy tiene una cantidad enorme de efectos secundarios. El problema es que los pacientes tienen que tomarla de por vida, para que su cuerpo no rechace el órgano ajeno”. Los temblores fuertes son grandes secuelas por resolver y el déficit de donantes el primer obstáculo para el crecimiento de estas acciones. Indicó que España es primero en donantes de órganos internos, “pero no es muy frecuente que la gente deje que un familiar suyo nada más morirse le corten las manos para trasplantárselas a otro. Con Alba, por ejemplo, llevábamos año y pico esperando un donante”. Él mismo está dispuesto a ser donante.
Pedro Cavadas le regala manos, pies, brazos, y ante todo, su corazón a África: “Mi trabajo de momento, me divierte mucho. Cuando deje de hacerlo me iré. Me marcharé a vivir al sur de Kenia. Me gusta el orgullo de aquella gente, los Masais. La historia del hombre, nuestra historia, empezó allí. De alguna manera, siento la necesidad de volver al sitio donde comenzó todo”.
 
Testimonio del primer implante de mano
en Latinoamérica en el Hospital San Vicente
La primera mano reimplantada con éxito en América Latina fue cortada de un machetazo y la trajo la propia víctima al Hospital Universitario San Vicente de Paúl de Medellín. El médico y maestro de música, Alberto Correa, siendo residente del Hospital, fue testigo de la operación pionera: “Yo estaba rotando por Policlínica y llegó un campesino de Barbosa, con la mano izquierda cercenada de un machetazo, un poco arriba de la muñeca.
La trajo en un tarro de galletas, con hielo y aserrín. Quienes pegaron la mano en 1965 fueron los cirujanos residentes de varias especialidades, dirigidos por el doctor Marco Ramírez, cada uno hacía su partecita, 'yo me encargo de los tendones, vos de los músculos, vos de los huesos', y así se inauguró una nueva tecnología, sabiendo que podía funcionar o no. Fue algo muy bello, un reto que ellos mismos se pusieron”.
Al paciente 'le pegó' la mano. Después fue sometido a fisioterapia y mejoró la funcionalidad en 30%, agrega el doctor Correa: “En los años 80 fue paciente mío en musicoterapia, porque era músico de un trío y necesitaba mucho la mano izquierda para apretar la guitarra. Yo lo sometí a musicoterapia tocando instrumentos de viento y así mejoró hasta 60%, ya podía tocar guitarra. El Hospital San Vicente siguió pegando manos y dedos, y hasta instauró un protocolo para la conservación de estos miembros”. El Hospital es pionero en estos procedimientos, a partir del primero efectuado en 1964, pero que tuvo complicaciones. El primero exitoso en Latinoamérica y tercero del mundo se practicó al campesino de este relato (Ver: “50 años del primer reimplante de mano en Latinoamérica y el tercero en el mundo”. EL PULSO No. 195, diciembre de 2014).
 
Pedro Cavadas: Una vida de implantes
La Fundación Pedro Cavadas hace más de 1.600 operaciones
anuales,2 o 3 reimplantes de dedos o brazos al mes, sobre todo
por accidentes de tránsito y de trabajo.
Pedro Carlos Cavadas Rodríguez nació en Valencia en 1965. Licenciado en Medicina en 1989 por la Universidad de Valencia con Mención de Honor. Especializado en Cirugía Plástica y Reparadora como Médico Interno Residente en el Hospital La Fe de Valencia, en 1995. Doctorado por la Universidad de Valencia, Apto Cum Laude, completó su formación en Estados Unidos.
En 2004. Operación pionera, mantiene vivo un brazo amputado, conectado con las venas y arterias de la pierna del propio amputado durante 9 días y lo reimplanta después. / 2006. Implante de 2 manos y antebrazos a Alba Lucía Cardona, primera mujer del mundo trasplantada de antebrazos. / 2007. Reimplanta una mano a un bebé de 2 años. / Séptimo trasplante de manos y antebrazos del mundo, y segundo en España y su segunda operación del género. Implanta a un hombre de 62 años su mano derecha en el brazo izquierdo, eliminando la medicación para evitar el rechazo del miembro.

/ 2008. Segundo auto-trasplante cruzado de brazo del mundo. Extirpa un tumor gigante torácico eliminando 9 costillas. 2008. Reimplanta un brazo amputado por 4 partes. / 2008. Segundo trasplante mundial de 2 brazos enteros, a un español de 28 años. Extirpa un tumor desmoide gigantesco en el tórax, a la hija de un colaborador de Hugo Chávez. Reimplanta una pierna en su lugar original tras haberla implantado antes en la ingle y en la otra pierna del propio paciente. / 2009. Primer trasplante de cara en España (octavo del mundo) y primer trasplante de cara incluyendo la lengua y la mandíbula. Requirió varios años para recuperar el habla inteligible, la sensibilidad y la deglución de alimentos. / 2011. Primer trasplante en el mundo, simultáneo y bilateral de piernas, con restablecimiento de éstas, por encima de las rodillas. / 2012. Reimplantación de ambos pies a un niño de 10 años que sufrió amputaciones a la altura de los tobillos, aunque al año siguiente hubo que amputárselas de nuevo.
Cavadas es autor de más de 120 publicaciones internacionales; asesor y organizador de cursos de Cirugía Reconstructiva, nacionales e internacionales. La Sociedad Americana de Microcirugía quiso premiar su trabajo “como referencia mundial en el campo de los trasplantes”, pero Cavadas no pudo asistir al acto porque tenía que atender una urgencia.

 
Medicina en la pintura

Van Gogh y sus pinturas:
¿Creatividad o problemas psiquiátricos?
Isabel Cristina Rueda Calle - Comunicadora Corporativa - elpulso@sanvicentefundacion.com
Vincent Van Gogh nació en marzo de 1853 en Holanda. A sus 15 años desistió de sus estudios en un internado alemán donde le enseñaron la técnica del dibujo y con ella, su atracción por el arte. A sus 16 años viajó a La Haya y trabajó para una comercializadora de obras: en ese momento empezó a escribir cartas a su hermano Theo -4 años menor, quién fue su protector a lo largo de su vida- y que nos permiten conocer de primera mano la historia de Van Gogh y el origen de sus pinturas.
A sus 25 años tras ser despedido de la galería, por su fanatismo intentó hacerse teólogo; gracias a su fervor, pese a que no lo nombraron teólogo por su exagerada actitud ante la religión, lo enviaron a predicar a una zona minera muy pobre, donde apreció las personas que allí trabajaban y los dibujó. Theo, quien llevaba 2 años en la galería en la que Vincent fue despedido, reconoció su talento y lo alentó a continuar como pintor y empezó a enviarle dinero para apoyarlo en sus estudios con otros pintores.

Vincent, motivado por su hermano, fue a París en búsqueda de maestros y encontró a Gauguin, una de sus mayores influencias. Por él comenzó a experimentar imprimiendo a sus pinturas no sólo el realismo sino la carga de su percepción, experimentando con el color, con capas y texturas en sus pinceladas, capturando la belleza y la muerte. Esa fuerte influencia los llevó a una cercana relación en la que el uno intentaba influenciar al otro, lo que más adelante generó roces que afectaron lo más profundo de su ser y su ego.

En sus memorias Gauguin señala que en una de sus discusiones sobre arte, Van Gogh le amenazó y persiguió con una barbera, pero dicha amenaza la aplicó sobre él mismo. Al llegar a su casa se cortó el lóbulo de la oreja izquierda (no la oreja completa) y se fue a un bar a entregarlo como obsequio a una prostituta. Al día siguiente la policía lo sacó de su cuarto desmayado en su sangre y lo internaron por primera vez en un Hospital de Arlés.

Este acto marcó el inicio de sus problemas psiquiátricos, por lo que fue recluido en sanatorios mentales de forma voluntaria. Entre ellos estaba el Asilo de Saint-Rémy, donde Theo pagó para que lo cuidaran y le dejaran pintar: le asignaron dos habitaciones, una habilitada como taller. En este lugar, durante un año, pintó obras como “La noche estrellada”, la cual pintó de memoria un día en la mañana y describió a su hermano como “estudios en los que los trazos parecían madera vieja y en los que veía reflejado lo que Gauguin y Bernard le decían acerca de que no tenía gracia dibujar las formas tal cual eran y que si algo era cierto es que Dios había hecho las montañas azules”.
A los 12 meses de estar en el asilo, se quejó con su hermano de su constante soledad y le dijo que no quería ser recordado como un loco, por lo que salió de allí para una habitación de un doctor y pintor aficionado amigo de Theo, que se ofreció a cuidarle. Bajo la atención del Dr. Gachet, su actividad artística fue intensa; en 2 meses pintó más de 70 cuadros, logrando realizar en los últimos 10 años de su vida 900 cuadros y 1.600 dibujos.
Dos años después de su auto-lesión en la oreja, residiendo en casa del Dr. Gachet, Van Gogh salió a caminar por un cultivo de trigo y se disparó en el pecho. De allí logró volver a la habitación en que vivía y murió dos días después en presencia de Theo. Se dice que el lugar fue capturado por él anteriormente en su pintura “Campo de trigo con cuervos”.
Muchos se preguntan si las pinturas de Van Gogh son fruto de su creatividad, su situación psiquiátrica o de los pigmentos que usaba, pero sin duda marcaron al Impresionismo y al Post-Impresionismo.

Referencias:
- Pintura de un Hospital en Arlés:
www.vangoghgallery.com/catalog/Painting/722/Ward-in-the-Hospital-in-Arles
- Vida y obra:
http://es.wikipedia.org/wiki/Vincent_van_Gogh
- Período de las pinturas hospitalarias:
http://en.wikipedia.org/wiki/Hospital_in_Arles_(Van_Gogh_series)
- La noche estrellada
http://www.google.com.co/imgres?sa=X&espvd=210&es_sm=93&biw=1366&bih=643&tbm= isch&tbnid=4sJBkaB BF8 MV0M%3A&imgrefurl=http%3A%2F%2Fes.wikipedia.org%2Fwiki%2FLa_noche_estrellada
- Documental sobre vida de Van Gogh:
www.youtube.com/watch?v=PGvbkmAvY6I
- Documental de la BBC:
www.youtube.com/watch?v=tjnWQtUBAHo

 



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