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Desde el pasado 23
de abril, el Ministerio de Salud puso a consideración
para discusión y aportes un borrador de documento Conpes
con la propuesta de Política Farmacéutica Nacional,
ordenada por la Ley 1438, y que debía estar reglamentada
en agosto de 2011.
Tras el diagnóstico de evidencia y amplia consulta, se
afirma que el problema central del ámbito farmacéutico
es el acceso inequitativo de la población a medicamentos
y el riesgo de calidad de la atención, a pesar de la
mejor cobertura del aseguramiento del sistema de salud. |
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El gasto
per cápita del régimen contributivo aumentó
casi 45% entre 2006 y 2010, mientras la UPC nominal tuvo ajustes
cercanos al IPC anual; en 2010, el gasto promedio persona/año
en medicamentos No-POS fue de $2,4 millones, 5 veces mayor que
la UPC del contributivo y 8 veces mayor que la del subsidiado.
Entretanto, la población asegurada no recibe medicamentos
prescritos en más del 30% de los casos, por diferentes
motivos.
En contraste, es intensa la dinámica del sector: en 2011
el mercado farmacéutico nacional se estimó entre
US$3.000 y 3.300 millones de dólares, casi 30% del gasto
total en salud. De ese monto, casi la mitad se asocia al mercado
institucional, que incluye recobros y gasto farmacéutico
de EPS, entre otros; este valor representa medio punto del PIB
y supera el presupuesto asignado a universidades públicas,
sin incluir pensiones. La cifra de mercado farmacéutico
institucional estaría subestimada por dificultad de consolidación
de información del gasto farmacéutico público,
en especial del régimen subsidiado.
Y si bien el crecimiento agregado del mercado farmacéutico
en la última década no fue más allá
de la inflación general promedio/año, la explosión
de recobros de medicamentos, los problemas de transparencia
en información y distorsiones en algunos segmentos del
mercado farmacéutico, pero sobre todo la pobre información
sobre pertinencia del uso de medicamentos en función
de resultados en salud, aunada a las debilidades en rectoría
y el sistema de vigilancia de calidad de la atención,
demandan la formulación de una Política Farmacéutica
como elemento estratégico de la reforma del sistema de
salud.
Intervención de precios
Al parecer, el punto que desatará mayor controversia
será la intervención directa en el mercado de
medicamentos, con herramientas de regulación eficaces
y de fácil aplicación cuando el mercado presente
precios no ajustados a la realidad. Por ejemplo: medicamentos
en monopolio de un laboratorio, en su mayoría de alto
costo, entrarán en un estricto proceso de monitoreo de
precio y consumo a nivel nacional e internacional, y cuando
el gobierno tenga razones de salud pública quedará
facultado para hacer negociaciones centralizadas o regular precios.
Se prevé que las medidas logren una reducción
sostenida de precios en los dos primeros años de implementación
de la Política, calculada mediante un índice de
medicamentos; y en los 8 años siguientes se prevé
que el índice de precios debe variar menos que la inflación.
El presupuesto para la Política a 10 años asciende
a $193.062 millones, calculado por la conciliación de
techos máximos asignables a Inspección, Vigilancia
y Control. Son recursos de inversión nacional, del Sistema
General de Participaciones y de cooperación. |
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Objetivos y estrategias
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El
objetivo central de la Política Farmacéutica Nacional
es desarrollar estrategias que posibiliten a la población
el acceso equitativo a medicamentos efectivos, a través
de servicios farmacéuticos de calidad, bajo el principio
de corresponsabilidad de los actores. Y busca además,
entre otros objetivos, disponer públicamente de información
técnica oportuna; establecer incentivos a la oferta,
innovación, desarrollo y producción de medicamentos
estratégicos; definir herramientas de regulación
que reduzcan distorsiones del mercado y mejoren la eficiencia
de recursos financieros del sistema en función de resultados
en salud; adecuar oferta y competencias del recurso humano a
los objetivos; incrementar la eficiencia del sistema de vigilancia
en salud, incorporando el enfoque de gestión de riesgos;
y propiciar desarrollo de redes de servicios farmacéuticos
articuladas a redes de servicios de salud y centradas en promoción
del uso racional de medicamentos. Para alcanzar estos objetivos
se plantean 10 estrategias (3 transversales) :
1. Disponibilidad de información confiable, oportuna
y pública sobre acceso, precios, uso y calidad de medicamentos.
2. Construcción de una institucionalidad eficaz. 3. Adecuación
de oferta y competencias del recurso humano del sector farmacéutico.
Las 7 estrategias restantes incluyen:
4. Desarrollo de instrumentos para la regulación de precios
y el mercado. 5. Fortalecimiento de la rectoría y del
sistema de vigilancia con enfoque de gestión de riesgos.
6. Compromiso con la sostenibilidad ambiental y aprovechamiento
de biodiversidad. 7. Adecuación de oferta de medicamentos
a necesidades nacionales y regionales. 8. Desarrollo de programas
especiales de acceso a medicamentos. 9. Diseño de redes
de servicios farmacéuticos. 10. Promoción del
uso adecuado de medicamentos en concordancia con la definición
del problema central de la Política.
En las recomendaciones se enfatiza la importancia de la articulación
de las entidades del sector y otros sectores y entidades, para
el cumplimiento de los objetivos y metas. |
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