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INFORME
PARA EL SECTOR SALUD |
Deficiencias en evaluación
de
tecnología en salud en Colombia
Francisco
de Paula Gómez depaula@netcard.net.co |
Los
conceptos de tecnología de salud que hemos aplicado en
Colombia durante los últimos 10 años son claramente
inadecuados, tanto porque carecemos de instrumentos, investigación
e información para tomar decisiones inapelables, como
porque se muestran cada vez más insuficientes para nuestras
necesidades. El Plan Obligatorio de Salud (POS) como definición
de servicios de salud que aspira a lograr una cobertura universal
y como perfil de tecnología médica del país,
está estancado, arrastrando a la comunidad médica,
la investigación científica y la industria especializada
a niveles de congelamiento.
Las decisiones en tecnología de salud no se improvisan:
la valoración de cada servicio, de cada estudio de costo-efectividad,
de cada dispositivo, de cada procedimiento o intervención,
requieren de expertos y equipos que investiguen de forma permanente
y metódica; que consultando fuentes de información
primarias y secundarias, desarrollen pilotos de estudio y comprobación,
de manera que logren formularse adecuadamente lineamientos de
tecnología sanitaria. Los modelos para edificación
del plan de beneficios del POS no se presentan y la experiencia
hasta ahora muestra, que cuando de hacer modificaciones en tecnología
en salud se refiere, se levantan infranqueables muros, como
lo comprueba el hecho de que sólo hasta fines del año
pasado se haya incorporado la carga viral para tratamiento del
VIH-sida y el stent coronario. |

A la par de los rápidos cambios sociales, culturales,
demográficos y de desarrollo que se han venido dando
en el mundo, también se han operado cambios en las formas
de atención en salud. Lejos estamos de aquellas intervenciones
médicas en las que primaba la simple creencia en humores
y espíritus malignos que sometía a mortificantes
tratamientos con sanguijuelas, abluciones y aplicaciones
arsenicales. También hemos hecho progresos significativos
en la forma como revisamos tratamientos, instrumentos y armamentario
terapéutico, desarrollándose herramientas de evaluación
para verificar efectividad, eficiencia, eficacia, costos y sus
respectivas relaciones, aplicabilidad, evidencia, seguridad,
oportunidad y grados de aceptación de cada una de las
intervenciones orientadas a servir de solución a los
problemas de salud.
Pero al tiempo que se han hecho progresos en tecnología
médica, también es cierto que se ha encarecido
de forma significativa la atención en salud, debido fundamentalmente
a los costos que trae aparejados la incorporación de
nuevas técnicas de atención médica, al
envejecimiento de la población, a los tratamientos de
las denominadas enfermedades de alto costo y a dificultades
de carácter administrativo como la inadecuada focalización,
los modelos ineficientes de atención en salud o la elección
incorrecta de la tecnología disponible. |
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Esta
situación plantea para quienes planifican y proveen servicios
de salud a amplios grupos poblacionales, el ser cuidadosos a
la hora de incorporar tecnología en salud, el hacer los
estudios que les indiquen su conveniencia, y el asegurarse que
con los recursos con que cuentan, efectivamente se puede costear
la tecnología elegida.
Modelos y conceptos
La Office of Technology Assessment (OTA) de Estados Unidos en
los años 70s, propuso una definición para el concepto
de tecnología en salud o tecnología sanitaria,
que en la actualidad es aceptada universalmente. Según
esta definición, el concepto de tecnología sanitaria
engloba medicamentos, aparatos(1) , procedimientos médicos
y quirúrgicos usados en atención médica,
así como los sistemas organizativos con los que esta
atención en salud se presta, es decir, toda la
práctica clínica y el modo en que se organiza.
Este concepto supera la forma fragmentaria como se han considerado
los diferentes aspectos involucrados con la atención
de salud, pues cuando se hablaba de tecnologías
en salud, todos creíamos que se hacía referencia
solo a equipos de diagnóstico, de tratamiento o a máquinas
de alta tecnología. A los medicamentos se los consideraba
un capítulo aparte, y cuando de desarrollo de procedimientos
de diagnóstico y tratamientos médicos se trataba,
ni siquiera se consideraba una evaluación hecha por profesionales
diferentes a médicos o profesionales de salud afines.
Igualmente, la OTA definió la evaluación de tecnologías
como una "forma de investigación que examina las
consecuencias técnicas, sociales, económicas,
éticas y legales derivadas del uso de la tecnología,
que se producen a corto y largo plazo y que pueden ser tanto
directas como indirectas y tanto sobre los efectos deseados
como sobre los indeseados"(2) .
La Evaluación de Tecnología en Salud pasó
a ser tan relevante, que se constituyó en una rama específica
de la Economía de la Salud y la Epidemiología
Sanitaria. Hoy se ofrecen programas especializados de evaluación
de tecnología en salud para profesionales que se desempeñarán
en diferentes organismos de gobierno o en instituciones especializadas
de servicios de salud del mundo. Pero lo más importante,
es la constitución de entidades especializadas en evaluación
de tecnología sanitaria en casi todos los países
que se precian de tener sistemas de salud eficientes y con altos
estándares de calidad. Entidades que son usualmente de
carácter independiente, con presupuesto propio, con staff
administrativo y técnico-científico idóneo
de dedicación exclusiva, y que hacen su trabajo de forma
continua, metódica, neutral, eficiente y sobre todo,
buscando la conveniencia de su sistema de salud y las mejores
condiciones de vida de sus ciudadanos. |
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Recomendación no atendida
Para el caso colombiano, donde se implantó una ambiciosa
reforma de salud, la Comisión de Harvard (3) contratada
para asesorar su puesta en marcha, dice textualmente: Recomendamos
que el gobierno colombiano establezca una Comisión de
Revisión de Tecnología para supervisar el proceso
de vigilancia y reglamentación de adopción de
tecnología. Más adelante agrega: Para
apoyar el trabajo de la Comisión se necesita más
información acerca de la distribución e instalación
de tecnología médica costosa en Colombia.
Esta recomendación que contiene elementos de lógica
formal no fue tenida en cuenta a la hora de implementar los
contenidos de la Ley 100/93, y el resultado fue la incapacidad
de lograr una formulación adecuada de políticas
y controles, consultando procesos de evaluación de tecnología
acordes con la realidad del país. Se suponía que
cada 2 años serían revisados los contenidos del
POS, que se incorporarían nuevas moléculas y saldrían
otras, que se adoptarían nuevos procedimientos o dispositivos
médicos una vez salieran los que ya no representaban
una intervención pertinente, y que se implementarían
planes de intervención integral que responderían
a los imperativos dados por los perfiles epidemiológico
y demográfico y las realidades de salud pública. |
Evaluar
y ajustar
No tenemos una idea muy clara de las condiciones existentes
de tecnología de salud en las que se encuentra el país
y cada uno de sus actores. Se evidencia que para las instituciones
de carácter hospitalario es cada vez más difícil
reponer tecnología y que cuando se sale del país
a visitar otros países supuestamente más
atrasados que nosotros nos llevamos un palmo de nariz,
al comprobar que hace rato han abandonado tecnologías
que aquí son de rutina o aún de única elección.
También padecemos dificultades manifiestas, pues la tecnología
se ha concentrado de manera inadecuada en lugares donde hay
sobreoferta, o se han adoptado estándares, medicamentos
y dispositivos médicos inoperantes y costosos, que no
aportan nada diferente al incremento de los precios en la prestación
de servicios de salud. En cuanto a los procedimientos médicos,
debemos hacer una valoración muy juiciosa del MAPIPOS,
que luego de varios años de aplicación, no resiste
en algunos de sus apartes comparación acorde con avances
que en el mundo son aceptados como de primera elección,
no solo porque han mostrado ser más costo-efectivos,
sino que comportan menos riesgos y complicaciones.
En conclusión, la Comisión de Evaluación
de Tecnología, anexa al Consejo Nacional de Seguridad
Social en Salud, tiene una misión gigantesca, pues ha
llegado la hora de ajustar los estándares de tecnología
en salud incorporados al Sistema General de Seguridad Social
en Salud, de acuerdo con parámetros de racionalidad económica,
evidencia científica y calidad, preservando el equilibrio
financiero del Sistema y de sus agentes.
Notas:
1- El concepto de aparato médico ha evolucionado
y hoy se le denomina DISPOSITIVO MÉDICO, el cual engloba
tanto los diferentes equipos de diagnóstico y de tratamiento,
como los elementos e insumos que se utilizan para la realización
de tratamientos médico-quirúrgicos. Dispositivo
médico es una acepción de carácter amplio.
2- Ministerio de Sanidad y Consumo - Instituto de Salud Carlos
III - Agencia de Evaluación de Tecnologías
Sanitarias (AETS). Evaluación Epidemiológica de
tecnologías de salud. Edita AETS - Instituto de Salud
Carlos III, Madrid: Abril de 1995.
3- HARVARD UNIVERSITY SCHOOL OF PUBLIC HEALTH. Puesta en marcha
del Plan Maestro para la Reforma de la Salud Pública.
Programa de financiación de la Salud Pública.
1995. |

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