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El Vigía
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La temporada invernal
y el riesgo de epidemias
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que se generan las alertas por la temporada invernal y con ella
el riesgo de inundaciones y desastres naturales, hay una segunda
alerta que pasa muchas veces inadvertida y es la relacionada
con la posible generación de epidemias. |
Es común ver en los
medios de comunicación en las entrevistas a los damnificados,
el comentario de que ya los niños se están
enfermando de diarrea y brote en la piel, pero de nuevo,
la noticia más importante para los medios y aún
para los gobiernos no es ésta, sino la magnitud de
la inundación y el número de damnificados. Sin
embargo, no podemos perder de vista que la segunda viene como
consecuencia de la primera.
Es muy contradictorio que a pesar de la abundancia de agua,
no hay agua potable, bien sea porque las fuentes se han afectado
con las inundaciones o porque no hay fluido eléctrico
para hervirla. El consumo de agua no potable es talvez el
principal factor de riesgo para el desarrollo de epidemias,
principalmente diarrea producida por agentes infecciosos que
van desde parasitosis intestinales hasta infecciones virales
como la Hepatitis A o infecciones bacterianas tan temidas
como la salmonelosis o el cólera.
El segundo factor de riesgo relacionado con este tipo de fenómenos
naturales es la transmisión de agentes infecciosos
persona a persona, como consecuencia del hacinamiento y de
las pobres condiciones higiénico-sanitarias que se
generan en los albergues. Son de gran importancia en este
tipo de situaciones la varicela, la pediculosis y la escabiosis,
por mencionar solo algunas.
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De otro lado, el
contacto permanente de la piel con la humedad, favorece el desarrollo
de dermatitis.
El riesgo de leptospirosis -cuya bacteria proviene de la orina
de roedores y de algunos animales domésticos-, se aumenta
debido a la migración de estos animales desde las zonas
inundadas a áreas más secas conjuntamente con
el hombre, y la mezcla de orina contaminada con aguas estancadas
puede facilitar la entrada de la bacteria por la piel o las
mucosas.
Los cambios de temperatura, el hacinamiento, la baja ingesta
de nutrientes, son factores que propician la presentación
y diseminación de infecciones respiratorias, principalmente
de etiología viral, pero en algunos casos de etiología
bacteriana. |
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Las enfermedades transmitidas por vectores
como la malaria, el dengue y la fiebre amarilla, son favorecidas
por los constantes cambios de períodos de lluvias a
períodos más secos, ya que se facilita la proliferación
de criaderos del vector y se aumenta la posibilidad de transmisión.
Un riesgo no debidamente cuantificado es el de accidentes
ofídicos, especialmente en zonas donde habitan las
serpientes venenosas que también buscan protegerse
de las inundaciones, e invaden el espacio donde se encuentra
el hombre.
Concomitantemente con los llamados de ayuda pidiendo colchones,
frazadas y alimentos no perecederos, debe generarse un trabajo
conjunto entre el gobierno y la comunidad para ubicar a la
población afectada en lugares secos, donde dispongan
de agua potable y tengan acceso a la vacunación para
los agentes etiológicos más comunes, así
como educación para la prevención de riesgos
bajo estas nuevas condiciones. El gobierno ha expresado esa
voluntad y todos debemos contribuir a que eso sea una realidad,
porque la epidemia que no nos puede afectar en estos momentos
donde tantas personas están sufriendo, es la epidemia
de la indiferencia.
soox@elhospital.org.co
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