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Atención de salud mental:
prioridad en cualquier sociedad
Ricardo
Restrepo Guzmán, MD - Corresponsal en Nueva York, Estados
Unidos .- elpulso@elhospital.org |
La Organización
Mundial de la Salud -OMS-, define la salud como un estado de
completo bienestar físico, mental y social, que no solamente
refleja la ausencia de enfermedad o dolencia. En este sentido,
la salud mental es la base para el bienestar y funcionamiento
efectivo de un individuo y una comunidad. Con esta definición
nos podemos preguntar si en Colombia y en Latinoamérica
se puede lograr equilibrio, igualdad y paz, sin antes reflexionar
en aspectos fundamentales para la existencia de cualquier ser
humano, como lo es la salud mental.
La mayoría de personas alrededor del mundo no reciben
la atención de salud mental que necesitan debido a varios
determinantes, incluyendo los culturales, educativos y económicos;
pero fundamentalmente, por la falta de financiamiento de los
servicios de salud mental y su falta de integración en
la Atención Primaria de Salud.
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Los determinantes culturales y educativos en Colombia van muy
ligados a que se asume que la salud mental es sólo la
necesidad de pocos y que es definida muchas veces por el nivel
socio-económico de la persona. Este es el comienzo de
una serie de errores dentro de un sistema que en vez de promover
una idea integral de la salud, divide la salud mental de la
salud como tal.
Con esta visión se promueve implícitamente la
estigmatización y la discriminación de la persona
que busca cualquier tipo de atención en salud mental.
Además, si el individuo deja a un lado los temores infundados
por el sistema, corre el riesgo de enfrentarse a múltiples
dificultades para tener acceso a un tratamiento que probablemente
no satisfaga sus necesidades.
El individuo que convive en una sociedad que considera la enfermedad
mental como debilidad y/o locura, no
se familiariza con las posibilidades de tratamiento, como resultado
de la ignorancia de su propio entorno. Además existen
múltiples limitantes y trabas burocráticas a los
servicios necesarios de salud mental, por falta de conocimiento
y de un compromiso coherente de las instituciones a cargo de
la educación y la atención médica (entre
ellos, los estamentos del sector público y privado que
rigen el sistema de salud e impiden la integración de
la salud mental en la Atención Primaria en Salud).
Hoy más que nunca nuestra sociedad se enfrenta a un problema
universal, del que no escapa ningún país o ser
humano: el 25% de la población sufre en algún
momento de su vida un trastorno mental. Según estima
la Organización Mundial de la Salud (OMS), los problemas
de salud mental constituyen 5 de las 10 principales causas de
discapacidad mundial; en el continente americano, cerca de 1
de cada 4 personas sufrirá alguna forma de enfermedad
mental en algún momento de la vida. Gracias a los adelantos
científicos y médicos, existen tratamientos eficaces
para la mayoría de estas enfermedades; sin embargo, la
mayor parte de los enfermos en Latinoamérica no reciben
tratamiento alguno. |
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Colombia necesita un
plan en el que se ejecuten
las leyes para una reforma de la atención de la salud
mental, con mejoras en el tratamiento y la atención
para el buen desarrollo mental de la niñez, la prestación
de servicios de salud mental en la Atención Primaria
en Salud y el desarrollo de recursos
humanos para la salud mental.
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La Organización
Panamericana de la Salud (OPS), con ocasión del Día
Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre
de cada año, enfatiza que en América Latina y
el Caribe, la "brecha del tratamiento" de la salud
mental -el porcentaje de personas que padece algún trastorno
mental y que no recibe tratamiento- comprende de 59% en el caso
de la depresión grave a 71% para el abuso del alcohol
o problemas de dependencia. Esta falta de atención se
debe principalmente a una escasez de fondos y de recursos humanos
para los servicios de salud mental, y al hecho de que estos
servicios no están bien integrados en la Atención
Primaria en Salud.
Mejorar oferta y acceso en servicios
de salud mental
Los países latinoamericanos destinan un promedio
de menos de 2% del presupuesto nacional de salud a la salud
mental. La mayor parte de este gasto (hasta 90% en algunos países),
está dirigido a los hospitales psiquiátricos,
en lugar de destinarse a los servicios primarios de salud o
de atención a las comunidades. Esto confirma la necesidad
inmediata de ofrecer servicios de salud mental accesibles, que
no fraccionen el núcleo familiar o laboral. Más
aún: debemos preparar y educar a la sociedad para que
no se mire con sospecha a aquella persona que necesite de cualquier
servicio de salud mental.
Colombia necesita un plan en el que se ejecuten las leyes para
una reforma de la atención de la salud mental, con mejoras
en el tratamiento y la atención para el buen desarrollo
mental de la niñez, la prestación de servicios
de salud mental en la Atención Primaria en Salud y el
desarrollo de recursos humanos para la salud mental. Este cambio
debe promover el acceso y la utilización de información
científica a nivel educativo.
En Colombia, una quinta parte de nuestra población presenta
trastornos depresivos y el suicidio es la cuarta causa de muerte
en hombres de 15 a 44 años, esto sin contar la influencia
de los trastornos mentales en accidentes y en las patologías
médicas generales. La OMS reporta alrededor de un millón
de suicidios anualmente en el mundo, es decir unos 3.000 cada
día en promedio, seis de ellos en Colombia, según
datos del Instituto Nacional de Medicina Legal; el país
ocupa actualmente el tercer puesto entre las naciones latinoamericanas
con mayor índice de suicidios, después de Cuba
y Brasil. El Estudio Nacional de Salud Mental Colombia 2003,
mostró que alrededor de 8 de cada 20 colombianos, 3 de
cada 20 y 1 de cada 14 presentaron trastornos psiquiátricos
alguna vez en la vida, en los últimos 12 meses y en los
últimos 30 días, respectivamente. Los trastornos
más frecuentes fueron los trastornos de ansiedad, del
estado de ánimo y uso de sustancias.
Cabe preguntar qué falta para delinear una política
efectiva de promoción y prevención en salud mental
en Colombia. La respuesta parece simple: se necesita compromiso
del gobierno, la empresa privada, las instituciones académicas
y la ciudadanía. Y se necesitan líderes convencidos
de que la salud mental debe incluirse en cualquier plan de salud
pública y privada en nuestro país, pues hasta
el día de hoy sólo un pequeño número
de colombianos tiene acceso a un servicio continuo de salud
mental . |
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