Los especialistas en biología molecular y genética:
Elizabeth H. Blackburn, Carol Greider y Jack Szostak, recibirán
el Premio Nobel de Medicina 2009 por sus investigaciones sobre
cómo los cromosomas son protegidos por los telómeros
y la enzima telomerasa, ya que descubrieron cómo la secuencia
única de ADN de los telómeros previene el envejecimiento
y degradación de los cromosomas, constituyendo así
la clave para comprender, y eventualmente, modificar los mecanismos
del envejecimiento.
La edad de las personas (y el estrés al que son sometidas),
contribuye a que los telómeros se acorten; esto produce
una degeneración celular que -además de arrugas,
canas y dolores de espalda- determina el momento en que nuestro
organismo morirá. Cuando la actividad de la telomerasa
es alta, se mantiene la prolongación del telómero
y se retarda el envejecimiento celular. Este proceso tiene efectos
positivos para las células "buenas" pero negativos
para las "malas", pues al evitar la muerte de las
células, inclusive de las cancerígenas, fomenta
el crecimiento de los tumores.
El Instituto Karolinska destacó: "Los descubrimientos
de Blackburn, Greider y Szostak han añadido una nueva
dimensión para la comprensión de la célula,
han arrojado luz sobre los mecanismos de enfermedades y han
estimulado el desarrollo de potenciales nuevas terapias.
Este descubrimiento fue merecedor del premio, por su importancia
en el progreso de nuevas técnicas terapéuticas,
sobre todo en el tratamiento del cáncer. |