El pasado 11 de
diciembre se realizó una conferencia cumbre en Naciones
Unidas en Nueva York, con participación de varios Jefes
de Estado y otros dignatarios, para evaluar los progresos en
favor de Un mundo apropiado para los niños y niñas,
un plan de acción que establecieron los gobiernos en
2002 para mejorar las vidas de los menores. El objetivo era
examinar los avances y retrocesos en el bienestar de los niños:
Los dirigentes se comprometieron hace 5 años a trabajar
en temas críticos que afectan el bienestar de los niños
a nivel global, como promover vidas sanas, proporcionar educación
de calidad, combatir el VIH/sida, y proteger los menores contra
el abuso, la explotación y la violencia.
Con motivo de la conferencia, Unicef publicó un nuevo
informe titulado Progreso para la Infancia: Un examen
estadístico de Un mundo apropiado para los niños,
que ofrece información sobre los progresos y los retos.
Reporta que en 2006, por primera vez desde que se recopilan
datos a escala mundial, las muertes de los niños y niñas
menores de 5 años fueron inferiores a los 10 millones.
Más niños y niñas van hoy en día
a la escuela que antes, especialmente niñas. Se registra
a más niños y niñas cuando nacen y hay
un mayor interés en protegerlos contra la violencia,
los malos tratos y las peores formas de trabajo infantil. Hay
mayor cobertura de agua potable, mayores tasas de lactancia
materna temprana y exclusiva, aumento del acceso a medicamentos
anti-retrovirales que reducen el riesgo de transmisión
del VIH y el sida de las madres a sus hijos, entre otros.
A pesar de estos avances, 9,7 millones de niños y niñas
menores de 5 años siguen muriendo anualmente y, precisamente
cuando el mundo se prepara para celebrar el Año Internacional
del Saneamiento, cerca de 900 millones de niños y niñas
carecen de acceso a este servicio básico. Aunque la prevalencia
del bajo peso en la infancia descendió de un 32% a un
27% en el mundo en desarrollo desde 1990, un número alarmante
de niños y niñas menores de 5 años (143
millones), siguen sufriendo a causa de la desnutrición.
La cobertura en el tratamiento para las principales enfermedades
infantiles, como neumonía y el paludismo, se amplía
en forma muy lenta: solamente la neumonía y el paludismo
representan el 27% de todas las muertes anuales de menores de
5 años. Más de 500.000 mujeres siguen muriendo
todos los años como resultado de complicaciones durante
el embarazo y el parto; la falta de saneamiento básico,
junto a la higiene deficiente y la falta de agua potable, siguen
contribuyendo a causar la muerte de más de 1,5 millones
de niños y niñas a causa de enfermedades diarreicas
todos los años. En 2004, el 41% de la población
mundial (2.600 millones de personas) no utilizó instalaciones
mejoradas de saneamiento; y en muchos países, las nuevas
infecciones por VIH y sida se están concentrando sobre
todo en los jóvenes, que representan el 40% de los 4,3
millones de nuevas infecciones por VIH producidas en 2006: sin
embargo, este grupo vulnerable sigue careciendo de un conocimiento
preciso sobre VIH y su prevención.
El ritmo de los cambios es lento y aunque las cifras reflejan
progresos, todavía hay mucho por hacer. Corresponde a
los diferentes estamentos en Colombia realizar un examen preciso
de la realidad actual de la infancia en el país, determinar
avances y dificultades, y trabajar en la priorización
de los problemas que afectan a los niños y niñas,
reforzando las medidas que contribuyen al mejoramiento del bienestar
infantil en el mundo.
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