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con baja visión y ceguera podrán acceder a los
beneficios de un programa interinstitucional de rehabilitación,
estructurado para mejorar su calidad de vida y la de su núcleo
familiar. |
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Gracias a un convenio
entre el Hospital Universitario San Vicente de Paúl,
el Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos (CRAC)
de Bogotá, la caja de compensación familiar Comfenalco
Antioquia y el Club Rotario Nuevo Medellín, se creó
recientemente el Programa Interinstitucional de Rehabilitación
Integral para las Personas con Discapacidad Visual en Antioquia.
Durante el lanzamiento, realizado en diciembre pasado, también
se presentó la nueva Guía del Paciente y
su Familia, elaborada por el Hospital en sistema Braille
(de lectura táctil), para que las personas con problemas
visuales conozcan la institución y sus procesos, y puedan
desplazarse cómodamente por las instalaciones del Hospital.
El programa se constituye en un servicio que se prestará
a particulares y a afiliados a Empresas Promotoras de Salud
(EPS) del régimen contributivo y subsidiado, con el fin
de mejorar la calidad de vida de la población con discapacidad
visual, a través de un enfoque integral que contempla
la participación de la persona afectada, su familia y
un equipo de profesionales. El propósito es capacitarlos,
para que en conjunto aprendan a manejar situaciones de la cotidianidad,
y brindarles el acceso a diversas ayudas ópticas.
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Poco
acceso a tratamiento
Un diagnóstico de discapacidad visual en Colombia,
a partir de las cifras del Censo 2005, muestra que en el país
cerca del 0,76% de la población, alrededor de 400.000
personas, presentan limitaciones visuales. De ellos, el 30%
son ciegos y el 70% poseen baja visión, que se define
como la disminución de la capacidad visual, aún
con ayudas ópticas.
Según la doctora Diana Molina, jefe del servicio de Medicina
Física y Rehabilitación del Hospital Universitario
San Vicente de Paúl, se ha encontrado que en el país
las personas con problemas visuales poseen bajos niveles de
acceso a rehabilitación, por motivos económicos
y falta de acceso a estos programas, bien porque son pocos o
quedan muy alejados de sus lugares de residencia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
en el mundo hay 180 millones de personas con discapacidad visual,
de los cuales cerca de 45 millones están totalmente ciegos.
Pero lo interesante de esos datos, es que la Organización
afirma que el 80% de los casos de ceguera total podrían
haberse evitado, si se hubieran prevenido o controlado a tiempo.
De ahí la importancia del nuevo Programa que beneficiará
en sus inicios a la población antioqueña, pero
que podrá extenderse a otros departamentos.
Rehabilitación para facilitar
la vida
El Programa Interinstitucional de Rehabilitación
Integral para las Personas con Discapacidad Visual está
diseñado para trabajar por componentes, que en algunos
casos se superponen.
El primero consiste en la rehabilitación básica
para la persona ciega, que ya desde el año 2001 se viene
ofreciendo en el Hospital, pero que ahora se fortalece con ayuda
del Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos (CRAC).
El CRAC se encargó de transmitir todo el conocimiento
que han obtenido a través de años de atención
a los discapacitados visuales, al recurso humano encargado de
la atención en el nuevo Programa en el Hospital. Dentro
de este componente se incluye la valoración médica
especializada con intervención de tiflólogo, terapeuta
ocupacional, psicólogo, trabajador social, oftalmólogo,
fisiatra y fisioterapeuta.
Se busca que la persona pueda desarrollar habilidades con sus
sistemas sensoriales, aprenda técnicas que faciliten
su vida y diferentes elementos de comunicación, como
son la escritura manuscrita, el sistema Jaws, el sistema Braille
y herramientas de cálculo matemático para cotidianidad.
Otros componentes
La rehabilitación en el Hospital para la persona
con baja visión, es otro componente de trabajo. Éste
contempla un abordaje interdisciplinario para evaluar, diagnosticar
y mostrar alternativas de tratamiento a la persona que empieza
a perder su visión. Asimismo, buscar estimular sus habilidades
visuales y promover la adaptación de la persona y su
familia a su nueva condición de baja visión, además
de que ofrece el apoyo de un ingeniero especializado en el diseño
de ayudas visuales.
Los talleres de talento creativo individual y familiar que se
brindarán a través de Comfenalco, el apoyo tecnológico
permanente para integración social en las Bibliotecas
de la misma entidad, y el apoyo psicoafectivo individual y familiar,
son los tres últimos componentes del programa de rehabilitación,
decisivos para que los afectados por la pérdida de la
visión enfrenten su estado y recuperen su calidad de
vida.
En el diseño y funcionamiento del programa se destaca
la vinculación del Club Rotario que presentó el
proyecto al Club Rotario Internacional, que logró conseguir
algunas subvenciones. Igualmente, del Metro de Medellín,
que incluyó en el Sistema de Transporte Masivo a los
discapacitados visuales con tarifas más bajas, y la Universidad
de Antioquia, que ofreció su biblioteca, así como
material y guías en sistema Braille. |
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