El Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)
y la Organización de Estados Americanos (OEA), suscribieron
el pasado 8 de agosto una alianza tripartita para promover el
registro civil universal en los países de América
Latina y el Caribe, donde quedan sin registrarse unos 2 millones
de menores.
Esta situación, indicó Unicef, puede someter los
niños y las niñas a una vida de exclusión,
con barreras para el acceso a los servicios de salud, educación
y protección, dejándolos además en
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riesgo de abuso y de explotación; el organismo resaltó
que gracias a la iniciativa del BID, Construyendo Oportunidades
para la mayoría, lanzada en junio pasado, la
Unicef decidió incorporar la protección de los
derechos de los niños y de las niñas a un nombre
y a una nacionalidad. Y por su parte, la OEA tiene la meta
de promover una mayor integración interamericana para
la cooperación y el entendimiento.
Según el BID, la alianza busca promover el registro
de certificados de nacimiento como instrumento para combatir
la exclusión económica, política y social
de ciudadanos sin documentos de identidad. Unicef resalta
que pese a que América Latina y el Caribe tienen un
índice de registro de 82%, uno de los más altos
entre las regiones en vía de desarrollo, esta cifra
esconde disparidades considerables entre y dentro de los países,
destacando las mayores discrepancias en el registro de niños
indígenas y de áreas rurales. Y la OEA insistió
en que el registro de los niños abre una puerta para
facilitar a latinoamericanos y caribeños su participación
en la actividad educativa, política, económica
y social, base del desarrollo y el crecimiento hemisférico.
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