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Cuatro de cada
diez colombianos presentan al menos un trastorno mental en un
momento de la vida, y este dato es solo uno de los resultados
entregados por el Estudio Nacional de Salud Mental 2003, realizado
por el Ministerio de la Protección Social con el apoyo
de la OPS y bajo los parámetros de la Organización
Mundial de Salud, que realizó esta misma investigación
en 26 países del mundo.
Si bien los resultados del estudio se encuentran listos desde
el pasado mes de octubre, aún no se han publicado esperando
terminar la parte correspondiente a la población adolescente,
analizada de manera exclusiva en Colombia; la parte terminada
del estudio arroja, según algunos especialistas, información
bastante preocupante sobre el estado de la salud mental de los
colombianos.
Datos técnicos y objeciones
En el estudio se usó el instrumento CIDI (por
su sigla en inglés: Composite International Diagnostic
Interview) avalado por la OMS, y se adoptó para Colombia
la versión computarizada asistida, CAPI, en
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su versión de
adultos y adolescentes; la población objetivo estuvo
entre los 18 y 65 años para el caso de adultos (4.569
personas), y entre los 13 y 17 años para adolescentes
(1.586), provenientes de 5.526 hogares urbanos de diferentes
estratos socioeconómicos, en 60 municipios de 25 de departamentos.
Si en líneas
generales la metodología fue considerada buena, la doctora
Yolanda Torres, directora de investigaciones de la Universidad
CES e investigadora principal del Estudio de Salud Mental en
1997, presentó algunas consideraciones que llaman la
atención. Lo primero es que el tamaño de la muestra
fue muy inferior a la utilizada en el 97, y que para la ejecución
del estudio, el territorio nacional fue aglutinado en regiones,
cuando no es lo mismo mirar la situación del Valle del
Cauca independientemente, que mirarlo junto a toda la zona pacifica,
además de que regiones amplias e importantes como los
territorios nacionales no fueron incluidas. Finalmente, la doctora
Torres coincidió con algunos análisis según
los cuales la no inclusión en el estudio del sector rural,
puede causar distorsión, por cuanto es evidente que la
situación de violencia que vive el país, necesariamente
causa efectos en la salud mental de la población campesina
o rural.
Cifras de trastornos mentales
El estudio arrojó que el 41% de la población colombiana
presentó alguno de los 23 trastornos analizados alguna
vez en su vida, el 19% lo reportó en los últimos
12 meses y el 7.4% durante los últimos 30 días;
por tipo de trastornos, los más frecuentes fueron los
de ansiedad con 24%, seguidos por los trastornos afectivos 13.9%
y el de uso de sustancias 10.7%; en general, los hombres presentan
prevalencias globales más altas de cualquier trastorno
en comparación con las mujeres, 42.5% y 40.6%, respectivamente;
sin embargo, las mujeres muestran prevalencias más elevadas
en los últimos 12 meses (20.9% y 16.7%).
La mayor prevalencia de cualquier trastorno se encontró
en las personas del régimen subsidiado con 39,4%, mientras
que las mayores prevalencias de trastornos afectivos y de sustancias
fueron encontradas en personas sin régimen de seguridad
social; esta situación preocupa, pues precisamente estos
sectores no aparecen cubiertos en atención siquiátrica,
ya que el POS subsidiado no cubre este tipo de afecciones.
Derrotero oficial a seguir
Para el gobierno, los resultados del estudio son ante todo una
herramienta, considerando que la salud mental fue incluida como
una prioridad dentro del Plan Estratégico de Salud; por
tanto, el objetivo del ministerio era contar con información
actualizada sobre la situación de la salud mental en
el país, para tomar decisiones, según el doctor
Aldemar Parra, profesional especializado del Ministerio de la
Protección y vocero del tema.
En el Ministerio, el paso a seguir es implementar la Política
Nacional de Salud Mental, analizar la demanda que tiene el país
en el área y determinar los cambios a efectuar en el
escenario del Sistema General de Seguridad Social, de modo que
se facilite la atención de la enfermedad mental. “El
primer paso es entender en el país, que tenemos una problemática
de salud mental que no solamente se refleja en los trastornos
mentales o en la enfermedad mental tradicional, sino que también
han venido surgiendo una serie de elementos de origen psicosocial
que generan preocupación, como los problemas de la adolescencia,
los trastornos de la alimentación, el suicidio y el consumo
de drogas, que se convierten en líneas de intervención
prioritaria”, concluyó el doctor Parra.
La voz de los especialistas
Para la doctora Olga Albornoz Salas, presidenta de la Asociación
Colombiana de Psiquiatría, el estudio muestra que la
situación de salud mental en el país está
empeorando: “Cuando de 10 colombianos 4 han tenido un trastorno
o una enfermedad mental que ha podido ser tabulada, estamos
en un 40% de los colombianos, lo que es un índice muy
alto, y creo que está subvalorado, porque creo que es
un porcentaje mayor”. Además, considera la inestabilidad
social como el factor que más produce trastorno mental
en la población, incluyendo el problema económico
del país. Sin embargo, por encima de la importancia de
los datos específicos arrojados por el estudio, tal como
la incidencia del problema de ansiedad, “lo más
importante que muestra es la falta de consulta y de medios de
quienes trabajamos en salud mental, para dar un apoyo eficaz
y eficiente a las personas que sufren algún tipo de patología
mental”.
Esta opinión es compartida por la mayoría de profesionales,
ya que uno de los datos más preocupantes del estudio
es que sólo uno de cada 10 sujetos con un trastorno mental
recibieron algún tipo de atención, y la situación
se agrava en cuanto a atención especializada, pues solamente
una de cada 20 personas, con tres o más trastornos, recibieron
atención psiquiátrica. El doctor Jorge Ospina,
director de los Departamentos de Psiquiatría de la Universidad
de Antioquia y del Hospital Universitario San Vicente de Paúl,
señala como grave que el 90% de los pacientes (1 de 10
con algún tipo de trastorno) se está quedando
sin atención en Colombia, “pero no por culpa del
paciente, sino de que algo está pasando con los sistemas
de salud en el área de salud mental”.
El doctor Ospina explica que ello obedece a la estructura del
sistema de salud que pone talanqueras para la atención
del especialista: “Una cita a Psiquiatría en cualquier
EPS es complicada, los medicamentos de calidad probada tienen
que ser vía tutelas, porque el POS en psiquiatría
es ridículo y las EPS creen que ahorran no cubriendo
salud mental. Si realmente la cubrieran bien, no solamente harían
lo que tienen que hacer por derecho natural de proteger la salud,
sino que ahorrarían, porque es más costoso no
atender la salud mental que atenderla, pero es muy difícil
explicar eso a los administradores”.
Estrés post traumático
Si bien en el estudio no es posible cuantificar la incidencia
que la situación de violencia que vive el país
tiene sobre la salud mental de los colombianos, si es evidente
que su importancia es grande. El doctor César Córdoba,
director del Grupo de Promoción Social del Ministerio
de la Protección, acepta que se detectaron afecciones
psicológicas en las personas afectadas por la violencia,
siendo los niños y las mujeres los más afectados,
convirtiéndose en un factor epidemiológico causante
de problemas físicos, emocionales y sociales que deben
ser abordados en forma integral, constituyendo un desafío
enorme para el actual Sistema de Protección Social y
para todas las instancias del Estado.
Frente a esto, la estrategia del Ministerio ha sido adelantar
acciones para garantizar la atención integral en salud
a la población víctima de la violencia y el desplazamiento,
entre ellas brindar atención en salud a población
sin ninguna afiliación, a través de convenios
suscritos entre las entidades territoriales y el Ministerio
de la Protección Social. Entretanto, para la atención
psicosocial se están transfiriendo recursos a los entes
territoriales, para adelantar acciones como intervenciones colectivas
y grupales, o cuando lo amerite la patología, acciones
especializadas individuales. |
| Prevalencia de vida
de trastornos de salud mental según régimen de
seguridad social en salud. Estudio de Salud Mental Colombia
2003 |
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