En la actualidad, el trabajo que se viene desarrollando en
nuestro país para impulsar este campo de trabajo, lo
adelantan la Universidad Pontificia Bolivariana en Medellín,
la Universidad del Cauca en Popayán, la Fundación
Universitaria Manuela Beltrán en Bucaramanga y la Universidad
Nacional en Bogotá. Y se ha venido implementando para
el presente futuro, pensado desde y para un ahorro de costos,
con el fin de evitar traslado de personal médico de
alta complejidad a sitios lejanos de los centros quirúrgicos,
aprovechando milimétricamente todo el avance tecnológico
que hay para beneficio de la comunidad en general. Los especialistas
entrevistados arguyen que en el momento, para Colombia es
de gran dificultad poder desplegar toda la capacidad del programa
tecnológico, pues apenas están convenciendo
al Estado de la utilidad de esta área de la medicina
como método ahorrativo en el rubro de funcionamiento.
La respuesta del Estado es severa sin dejar de ser sensata,
en cuanto que no puede asumir costos extras, hasta no acabar
de cubrir la atención básica hospitalaria en
niveles por encima del 70%.
Antecedentes históricos
La telemedicina nació en los Estados Unidos, alrededor
de los años 50, cuando la transmisión de datos
análogos (continuos en el tiempo), se hacía
a través de líneas telefónicas que difundían
señales electrocardiográficas y radiográficas.
La evolución de la telemedicina determinó que
hacia los años 70 y 80, se pudieran enviar por fax
o línea telefónica, historias clínicas
completas.
La telemedicina, con el advenimiento de la internet, al permitir
consultas a distancia, se convierte en una alternativa de
transmisión de información asociada a un paciente,
en forma de datos, imágenes, video y voz. En la segunda
década de los años 90, las líneas digitales
fueron aprovechadas al máximo, y la fibra óptica
y los enlaces satelitales facilitaron el envío de todo
tipo de imágenes médicas en formatos digitales.
Hoy, las imágenes médicas analógicas
como las radiografías pueden digitalizarse y ser enviadas
a través de cualquiera de esos medios o tomar esas
mismas imágenes médicas y llevarlas a formato
digital (equipos de imageneología: radiografía,
ecocardiografía, resonancia magnética y tomografía).
Sólo hasta hace algún tiempo, el manejo que
se le podía dar a ese tipo de información era
grabarla en medio magnético (discos ópticos
que eran cassettes de formato plano con lectura, similar a
la de una videograbadora) o imprimirla para poder ser visualizada.
A medida que la informática mejora, pueden utilizarse
formatos más complejos como el dicom, un formato de
lectura de imágenes médicas digitales que puede
leer un computador personal y que además permite el
intercambio de formatos análogo y digital (alfanumérico:
unos y ceros).
Redes de telemedicina
La destinación específica en el área
de la telemedicina se dirige a suplir de información
médica a las redes de las especialidades, -prin-cipalmente-
en cardiología, psiquiatría, neurología
y neurocirugía. En el mundo occidental, países
como Noruega, Dinamarca y España, trabajan con equipos
médicos proporcionados por la cultura tecnológica
asiática en otras ramas muy importantes como oftalmología,
traumatología, reumatología, otorrinolaringología,
neurocirugía, robótica, neumología, dermatología,
ginecología, cardiología. La intención
final del despliegue tecnológico-médico, es
proporcionar a cada grupo la información necesaria
para atender a un grupo de profesionales especialistas: doctores,
paramédicos, auxiliares de enfermería o enfermeras,
ubicados en algún lugar distante, con atención
médica experta, utilizando los medios adecuados.
En Colombia, el doctor Isnardo Torres, de la Fundación
Universitaria Manuela Beltrán (Bucaramanga), comenta
que su proyecto de Construcción de Red de Hospital
Virtual, está siendo creado a partir de proyectos de
grado de estudiantes que quieren participar en este macroproyecto
de alcance nacional. La idea es ir tejiendo la red punto a
punto, tramo por tramo, utilizando ese 5% que le da el Estado
a los alcaldes, para invertirlo -que pocas veces lo hacen-
en infraestructura hospitalaria con mínima tecnología
y así implementar el novedoso servicio. Cincuenta trabajos
de diagnóstico hicieron falta para que 4 proyectos
tuvieran implementación real en este momento.
En la Universidad Nacional en Bogotá, el doctor Manuel
Guillermo Forero habló del Programa de procesamiento
de imágenes médicas por computador, realizadas
por teleanálisis, en el cual los médicos pueden
señalar los mismos contenidos con un mouse y modificarlos
en tiempo real y además ofrece un chat para su comunicación.
El proyecto de cartografía cerebral: Prototipo de atlas
digital del cerebro humano dirigido por Forero, ilustra los
avances de la ingeniería biomédica, en la cual
se pretende que mediante un PC tradicional, se visualicen
en todo su gramaje, los tejidos y órganos cerebrales
de los pacientes, para manejo del personal médico.
¿Cómo funciona?
Al experto médico se le brindan recomendaciones para
tratar al paciente en su sitio de origen, practicándole
exámenes, tratamientos o bien se le da orden de trasladarlo
a otro nivel de atención por infraestructura insuficiente.
El mayor impacto de la telemedicina es evitar el traslado
innecesario de pacientes, determinar pacientes irrecuperables,
y en situaciones de emergencia, clasificar prioridades (lo
que se le conoce como triaje). La forma experimental de este
tipo de medicina se realiza mediante un meta-análisis,
donde un grupo de investigación escoge un estudio sobre
determinada disciplina médica, y lo clasifica de acuerdo
con la calidad de la investigación, observando el método
científico.
En materia económica, las entidades del sector salud
se han dado cuenta que al invertir en tecnología se
economizan dinero en transporte aéreo, marítimo
y costos de personal.
En España, la Agencia de Evaluación de Tecnología
e Investigación Médica (AATM) de Cataluña,
observó que en cuestión de 5 y 6 meses, la inversión
hecha en telemedicina se hubiera gastado en remisión
de pacientes. TASTE es el nombre del proyecto que mostró
que la inversión económica retorna en ahorro
y tecnología.
Telemedicina en Colombia
Las instituciones que en el momento prestan el servicio de
telemedicina son el ITEC y la Universidad Nacional en Bogotá,
y lo hacen de manera electiva entre Leticia y Bogotá,
Providencia y Bogotá, cuando la atención del
paciente no es de orden prioritario, pues en medicina se entiende
que una urgencia es algo que debe resolverse en un plazo de
24 horas y una emergencia debe hacerse en cuestión
de horas y minutos. El gobierno japonés a través
de sus equipos satelitales, patrocina la expansión
de estos servicios.
Por qué debe implementarse
Por el difícil acceso geográfico en nuestro
territorio; por evitar el desplazamiento de personal en situaciones
y lugares de orden público alterado; y para suplir
la poca disponibilidad de recursos económicos y clínicos
(camas hospitalarias en instituciones de alta complejidad).
La ley del Sistema de Seguridad Social en Colombia, la Ley
100, contempla la telemedicina en su normatividad pero no
la ha implementado, pues la verdad es que el Ministerio debe
tener como prioridad desarrollar la infraestructura mínima
hospitalaria en lugares donde no llega la atención,
anota Sergio Mejía, ingeniero biomédico de la
Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín -UPB-.
Red de telemedicina en Antioquia
El Centro de Investigaciones de la Universidad Pontificia
Bolivariana, CIDI - UPB, ha invertido millones de pesos en
este proyecto, por demás uno de los pilares que tiene
la universidad ahora para su inversión científica,
explica Sergio Mejía, asistente académico del
Centro de Bioingeniería UPB.
Luego de la crisis del año 2000, que trajo medidas
bastante impopulares en la institución universitaria
como la reducción de su fuerza productiva y de gastos
de funcionamiento, se ha centrado el mayor de sus esfuerzos
en el Centro de Bioingeniería, el cual ha trabajado
arduamente durante los últimos dos años con
un equipo interdisciplinario de médicos especializados
en Ingeniería Biomédica, en Gerencia de la Salud
y en Administración de Salud Pública, e ingenieros
expertos en telecomunicaciones y sistemas, que ya han estudiado
en el Centro de Bioingeniería; además, quienes
velan por el Centro son ingenieros electrónicos, administradores
de empresas con especialización en Evaluación
de Proyectos, un practicante de administración y dos
abogadas. Estas últimas realizan el proyecto de legislación
de telemedicicina en Colombia.
Colciencias entra en el proyecto como socio financiero a través
de convocatorias en las que ha participado la UPB; otras instituciones
públicas y privadas se han vinculado con el proyecto,
lo que contribuye a tener un flujo de información importante
y 25 instituciones participan en la capacitación del
personal médico y paramédico. En la evaluación
de Colciencias del pasado 18 de octubre, el proyecto ha sido
bien calificado por su pertinencia con el área médica,
su planeación y ejecución. El programa solicitará
$280 millones para instalación y funcionamiento en
el siguiente año.
Las líneas de investigación del Centro de Bioingeniería
son la robótica, la realidad virtual, la modelación
matemática y simulación por computador de sistemas
biológicos, el procesamiento de señales médicas
y la telemedicina.
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