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Para conjurar el riesgo
de liquidación a raíz de una profunda crisis financiera,
una alta cartera, corrupción y clientelismo, Supersalud
intervino el pasado 4 de septiembre el Hospital Federico Lleras
Acosta, principal centro de alta complejidad para los pacientes
más pobres del Departamento del Tolima y regiones vecinas.
Mediante la resolución 001690, Supersalud tomó
posesión de los bienes, haberes y negocios de esta Empresa
Social del Estado (ESE), con el fin de hacer una intervención
forzosa para administrar y hacer viable el Hospital, garantizar
una adecuada prestación de servicios de salud, enfrentar
el creciente nivel de quejas en atención de urgencias
vitales, y resolver las dificultades presupuestales y financieras
que agobian la institución. |
Sede El Limonar. |
Supersalud removió de
su cargo al gerente José Raúl Reyes, anunció
que la intervención durará un año y que
entretanto la Superintendencia cumplirá funciones de
junta directiva. Como interventor se designó a Alfredo
Julio Bernal, optómetra especialista en alta gerencia
y magíster en Salud Pública, con experiencia en
administración hospitalaria y recuperación del
patrimonio público, quién se desempeñó
como director y jefe de Planeación de la IPS Unipamplona,
y administrador de la Clínica León XIII en Medellín. |
“Organizar
la casa
y resolver crisis financiera”
El interventor designado informó a EL PULSO que
“la premisa desde la Superintendencia es organizar la casa,
estabilizar las cuentas, agilizar procesos de facturación,
y aclarar los procesos de glosas y auditoría que influyen
en el aumento de la cartera”. Su principal frente de trabajo
será el fortalecimiento de todos los procesos, para lo
cual es muy importante la participación de los entes
de control y las aseguradoras, de manera que se pueda garantizar
el flujo de recursos. |
Sede La Francia. |
Reiteró que
se procedió a la intervención para enfrentar el
grave estado financiero del Hospital, con una cartera superior
a $120.000 millones: “Actualmente se está haciendo
la filtración de la información para determinar
a ciencia cierta las deudas causadas por los aseguradores. Esta
cartera puede ser menor, pero encontramos algunas carteras que
están a más de un año y se deben a dos
posibles causas: una puede ser la falta de intención
de pago del asegurador y otra puede ser que se tienen unos procesos
que presentan fallas internas nuestras en procesos de cobro
y también de soporte”.
De esa cartera de $120.000 millones, el interventor calculó
que 40% corresponde a glosas extemporáneas; como se adelantan
conciliaciones, del 40% se aspira a recuperar 15%. Las EPS que
más deben son Cafesalud y Caprecom, las de mayor facturación;
los motivos más frecuentes de glosas son estancias prolongadas
y falta de soportes.
Nelsy Gómez, dirigente regional de Anthoc, afirma que
“las EPS le están adeudando (al Hospital) cerca
de $127.000 millones. El gerente (José Raúl Reyes)
además de ser deshonesto es inepto, pues no presentó
oportunamente los requerimientos exigidos por el Ministerio
de Salud para tener la posibilidad de préstamos o créditos.
Para agravar la situación, dicho funcionario no les renovó
el contrato a cerca de 1.000 trabajadores (990) por temporalidad,
quedando cesantes a partir del 31 de agosto. Sin embargo, la
mayoría de estos trabajadores se declararon en rebeldía
civil y están cumpliendo con sus obligaciones en solidaridad
con el hospital”.
Respecto de la planta de personal, Nelsy Gómez indicó
que “no se sabe si van a liquidar al personal del que disponen.
Además es un tema que tiene que pasar por el Ministerio
de Hacienda y depende del reajuste fiscal que haga el gobierno”.
Agregó que “los empleados de planta temporal que
despidió el gerente representan el 85% del recurso humano
del hospital, y el resto, el 15%, no alcanza para cubrir las
necesidades de salud de la entidad... Cabe recordar que esto
no empezó con el gerente José Raúl Reyes,
porque los anteriores administradores también ayudaron
a la decadencia del Hospital”.
Colapso en cámara lenta
El deterioro de la situación del Hospital se
dio de manera progresiva: desde años atrás lo
agobiaban cuantiosas deudas de EPS que lo llevaron casi al borde
del cierre definitivo, pues no había recursos para pagar
especialistas y trabajadores, ni para comprar insumos y medicamentos
para atender a los pacientes; y ante los llamados de ayuda,
el gobierno departamental y nacional solo brindaban paliativos,
y no soluciones estructurales.
Nelcy Gómez afirmó que las deudas de las EPS ascienden
a $96.000 millones, de los que ya se conciliaron $44.000 millones
y los restantes $52.000 millones están en verificación
o disputa. Agregó que al convertirse en un fortín
politiquero, alimentar la cuota burocrática le generó
más pérdidas al Hospital; y las áreas de
mantenimiento, farmacia y almacén también le generan
desgaste económico. Anthoc denunció las anomalías
en los últimos 5 años a los órganos de
control, al Departamento y al Municipio, pero no fue escuchado.
Ante la crisis, los ministerios de Salud y Hacienda propusieron
al gobierno departamental la intervención de Supersalud
como “tabla de salvación”, y éste aceptó
esa iniciativa como prerrequisito para ...avalar un crédito
por poco más de $60.000 millones para aliviar el enorme
pasivo del centro asistencial. La secretaria de Salud departamental,
Margarita Zapata, explicó los beneficios de la intervención
y dijo que no habría retiro de personal, y que se iniciaría
un riguroso plan de saneamiento fiscal y contable para abaratar
costos de funcionamiento y enfocarse en algunas áreas
de alta complejidad.
Tras los anuncios de los entes de control, unos 100 trabajadores
se tomaron la Catedral Metropolitana de Ibagué el 26
de agosto para pedir al gobierno nacional soluciones definitivas
que salvaran al centro hospitalario. Se hizo la toma porque
hacía 6 meses no se pagaban salarios a médicos,
auxiliares de enfermería y personal de servicios generales.
Una comisión de parlamentarios del Tolima, el gobernador,
directivos y voceros sindicales viajó a los ministerios
de Hacienda y Salud, a buscar salidas a la crisis.
Cierres de Unidades y renuncia de especialistas
El entonces gerente del Hospital, Raúl Reyes,
pidió cerrar la Unidad de medicina interna y pediatría,
propuesta que Anthoc denunció y calificó de inconstitucional,
pues allí atienden niños y adultos mayores. A
la propuesta se sumó la renuncia masiva de especialistas
que dejó al Hospital al borde del cierre, al no prestar
servicios de un gran número de especialidades; casi 70
profesionales decidieron no atender más pacientes, dada
la iliquidez que impedía hasta adquirir los elementos
básicos para atender los pacientes. El problema era tan
grave que hubo días en que no se conseguía gasa,
algodón o jeringas.
La situación es más preocupante porque el Hospital
Federico Lleras Acosta es el centro asistencial de los pobres
del Tolima, pues los pacientes clasificados en el Sisbén
constituyen el mayor cliente del Hospital y por su atención
el Estado adeuda más de $4.000 millones. De continuar
la crisis del Hospital se pondría en riesgo la atención
a los pacientes con mayores necesidades, dijo un comunicado
de los médicos.
A la renuncia de médicos y especialistas se sumó
el sector privado del Tolima, que solicitó al Ministerio
de Salud la intervención inmediata con fines de reestructuración,
por parte de Supersalud. Al darse esta intervención,
algunos la consideraron “el menos peor de todos los males”,
porque busca garantizar la prestación de servicios y
la estabilidad laboral de los trabajadores. Actualmente no existe
un inventario real del patrimonio, por no existir un control
real. Además, dado que fue cerrado el servicio de urgencias
y la sala de partos, y que ninguna institución privada
tiene el número de camas del Hospital, los pacientes
se remiten a centros de otras regiones del país, pese
a que el Hospital tiene la infraestructura y el equipo necesario
para atenderlos en sus dos sedes de La Francia y El Limonar. |
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Aumento de cartera y disminución
de servicios
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Según
informe de gestión del Hospital Federico Lleras Acosta,
a marzo de 2014 el saldo de cartera de la facturación
radicada a pagadores ascendía a $110.263 millones y la
facturación pendiente de radicar eran $10.104 millones,
para un total de $120.367 millones. La cartera superior a 360
días es el 48% y asciende a $57.548 millones, así:
$25.369 millones del régimen subsidiado, $9.573 millones
del contributivo, $5.802 millones de la Gobernación del
Tolima, $2.334 millones de otros entes territoriales, $6.081
millones del Fosyga, $2.794 millones de aseguradoras Soat, $3.391
millones de cuotas de recuperación y $2.200 millones
del resto de regímenes de aseguramiento.
De enero a marzo de 2014 se dispuso en promedio mensual de 345
camas, con disminución del 21,23% frente al mismo período
de 2013 (cuando eran 438 camas). Los egresos hospitalarios disminuyeron
de 4.016 en el primer trimestre de 2013, a 3.511 en igual período
de 2014 (505 egresos menos: 12,57%). En urgencias se realizaron
2.431 procedimientos quirúrgicos en el primer trimestre
de 2014, contra 2.670 en 2013 (239 menos: 8,95%). Y de enero
a marzo de 2014 se realizaron 4.584 cirugías frente a
5.385 en el mismo período de 2013 (801 procedimientos
menos). |
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