MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 15    No. 193  OCTUBRE DEL AÑO 2014    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co

 

Reflexión del mes

“Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, existen millones de caricias que construyen la vida”.
“Yo sigo siendo tan inocente que, me sigue alumbrando la bendita esperanza de que un día, los poetas gobernarán el mundo”.

Facundo Cabral (1937-2011). Rodolfo Enrique Cabral, de nombres artísticos Indio Gasparino -en sus comienzos- y Facundo Cabral, fue un cantautor, poeta, escritor y filósofo argentino.
Podría tener éxito el saqueo de $1.4 billones de la salud
Jorge Enrique Robledo Castillo Senador de la República
En enero de 2010, el superintendente de Salud, Mario Mejía, condenó a SaludCoop (EPS) a devolverle al sistema de salud $286.000 millones y a no pagar otros $308.000 millones por deudas contraídas, para un total de $595.000 millones. Tanto los pagos como las amortizaciones eran ilegales, pues no se cubrían con recursos de propiedad de la EPS sino de la salud de los colombianos, es decir, con los de la UPC (Unidad de Pago por Capitación) destinados al POS (Plan Obligatorio de Salud).
Un año después, el primer supersalud del gobierno de Santos, Conrado Gómez, acordó con la EPS echar para atrás la sanción (!), maniobra que les fracasó porque el Tribunal Administrativo de Cundinamarca y el Consejo de Estado respaldaron la primera decisión de la Superintendencia, tras confirmar que esos dineros, tomados de la UPC, solo podían usarse para pagar medicamentos, trabajadores (médicos, enfermeras…) y procedimientos (quirúrgicos, hospitalarios…), así como los costos de administración (gerentes, contabilistas…) relacionados exclusivamente con el acto médico.
La manera como se comprobó el robo, porque en lenguaje corriente de eso es de lo que se trata, fue relativamente fácil: la Supersalud demostró que de los $707.000 millones invertidos y gastados por SaludCoop entre 2004 y 2008, que no podían pagarse con plata de la salud, solo pudo cubrir con recursos propios $112.000 millones. Luego la suma restante, $595.000 millones, era plata de la UPC, de la salud de los colombianos. En la condena se le prohibió a la EPS volver a cometer el fraude, restituirle al sistema lo tomado ilegalmente y no seguir cubriendo sus deudas con la plata de la UPC y el POS.
Después, y como resultado de una investigación que cubrió lo ocurrido entre 1998 y 2010, la Contraloría General de la República condenó a Saludcoop a devolverle al sistema de salud $1.42 billones -indexados a 2010-, porque se los había gastado o invertido mediante el mismo método fraudulento sancionado por la Supersalud.
Entre las inversiones ilegales aparecen 28 clínicas, 14 lotes, vehículos, una zona franca, Rincón Grande Country Club, Gimnasio Los Pinos, negocios en México y Ecuador, y empresas de comida, lavandería, medicamentos, todo, hay que repetirlo, pagado con los recursos de la salud. En su descaro, con dineros de la UPC y el POS, los directivos cubrieron reunión del Consejo de Administración de la EPS en lujoso hotel de Singapur.
Y como resultado de una investigación
entre 1998 y 2010, la Contraloría General de
la República condenó a Saludcoop a devolverle
al sistema de salud $1.42 billones -indexados a 2010-,
porque se los había gastado o invertido mediante
el mismo método fraudulento sancionado
por la Supersalud.
La Superintendencia de Industria y Comercio condenó además a SaludCoop, a otras 13 EPS y a Acemi, la organización que las agrupa, por conformar un “cartel” -así lo califica el fallo- para realizar maniobras fraudulentas, como cobrar dos veces por el mismo servicio POS que negaba -una vez con cargo a la UPC y otra al Fosyga-. Y SaludCoop -junto con Cafésalud y Cruz Blanca, las otras EPS del mismo grupo-, infló los precios de los medicamentos en $800.000 millones y giró 7.000 cheques que nunca pagó, pero que sí usó para cobrarle ese monto al Fosyga y defraudar el sistema de salud.
Pero lo peor de esta historia es la actitud del gobierno, que hoy gobierna a SaludCoop intervenida a través de un funcionario suyo. Porque pese a la prohibición de la Supersalud, desde 2011 pagó deudas por $238.000 millones, la EPS responde por créditos bancarios de todo el grupo Saludcoop y siguen prácticas viciosas con las empresas de su red de integración vertical, mientras les debe $575.000 millones a las IPS que no son de su propiedad. ¡Y el interventor, además -con la venia del gobierno- contrató abogados por $11.000 millones para lograr la nulidad de la sanción por $1.4 billones de la Contraloría, con lo que Saludcoop podría salirse con la suya! (http://bit.ly/1oDADxE)
Fue notoria la displicencia del ministro (Alejandro Gaviria) y el superintendente de salud (Gustavo Morales) ante estas denuncias en la plenaria del Senado (el pasado 2 de septiembre, en debate a SaludCoop citado por el senador Jorge Robledo), como si no se estuviera ante la mayor defraudación de recursos públicos de la historia de Colombia -porque en otros casos de corrupción se tumban porcentajes de las sumas mencionadas, mientras que aquí se la tumbaron toda-, y no fuera muy probable que la misma práctica de robarse la plata de la UPC, pasándola descaradamente al patrimonio, haya sido y sea usada por otras EPS.
 
Invima retiró restricción a venta
libre de medicamentos naturistas
Luego de que el presidente Juan Manuel Santos solicitara al Ministerio de Salud revisar la medida que exigía fórmula médica a partir de noviembre próximo como requisito para la venta de 59 productos naturales, el Invima expidió la resolución 2014030512 (septiembre 19/14) que revisará la reglamentación para restringir la venta libre de dichos productos.
La resolución indica: “Decisiones relacionadas con solicitudes de registro sanitario y trámites asociados de los productos fitoterapéuticos que versen sobre uso terapéutico, contraindicaciones y advertencias, etiquetas y condición de venta, deberán soportarse en el resultado de la revisión integral del listado que realice la Sala Especializada de Productos Fitoterapéuticos Suplementos Dietarios, incluida la condición de venta”.

La Federación Nacional Naturista de Colombia (Fenat) y la Asociación Naturista (Asonatura) habían manifestado inconformidad por los efectos para su gremio, la salud de las personas y el mercado, porque promovería la piratería de los productos. En la nueva resolución se indica que considerando esa inconformidad, se solicitará una verificación de la consolidación efectuada del listado de plantas medicinales con fines terapéutico.
Invima ordenaba que medicamentos naturales como la valeriana, pasiflora, glucosamina, diente de león, entre otros, necesitarían fórmula médica para su venta y consumo, argumentando de efectos secundarios y peligros para el paciente, por lo cual era necesario restringir su venta. De haberse aprobado, la medida habría sido única en el mundo y Colombia el primer país en restringir la venta libre de medicamentos naturales.
Invima resaltaba que las plantas en su estado natural no son objeto de vigilancia ni reglamentación; la Circular 600-4188-14 dirigida a industriales de la cadena de producción y comercialización de esos productos fito-terapéuticos, solicitaba actualizar información de usos terapéuticos, contraindicaciones y advertencias, y concedía un plazo que vencía en noviembre. El Invima analizaría dicha información para establecer condiciones de uso seguro de esos productos. De 169 plantas en el mercado con propiedades terapéuticas reconocidas, a 59 por su composición se les podría exigir la venta bajo fórmula médica.

 
“Superación definitiva de la
crisis financiera”: compromiso
del presidente Santos
“Ustedes han sido testigos de cómo el Ministerio de Salud ha hecho esfuerzos inmensos y sin precedentes para mejorar el flujo de recursos, pero sabemos que es un tema que sigue preocupando y con razón (al sector hospitalario).

En el gobierno estamos trabajando para detener el crecimiento de los problemas y tratar de resolver los que se acumularon durante tanto tiempo. Medidas como el giro directo, la compra de cartera y la Ley de Cuentas Maestras han aliviado la carga que Ustedes y otros actores del sistema llevan. Hoy hacemos un balance en el que consideramos que, con ellas, muchas instituciones se han beneficiado, y sabemos que tenemos todavía una larga tarea por delante para poder llegarles a todos.

Tengan la seguridad de que una de nuestra prioridades en este segundo período será la superación definitiva de la crisis financiera, lo que implica el pago de las deudas con los hospitales y la definición de unas condiciones de habilitación financiera y de vigilancia mucho más estrictas para las EPS”.
Así se pronunció en presidente Juan Manuel Santos en su mensaje enviado al XI Congreso Internacional de Hospitales y Clínicas el pasado 12 de agosto en Bogotá.

 
  Bioética
Medicina Personalizada:
cambio de enfoqueen investigación farmacológica y nuevos desafíos éticos

Gloria Inés Martínez Domínguez, Docente e investigador, Facultad de Medicina, Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín
El enfoque en el cual se centró la investigación farmacológica a partir de la segunda mitad del siglo XX, fue la búsqueda y obtención de nuevas alternativas terapéuticas para pacientes con diagnósticos o cuadros clínicos similares, los cuales podrían beneficiarse de nuevas terapias experimentales, previa comprobación de su eficacia clínica y seguridad mediante la realización de múltiples ensayos clínicos, utilizando grupos heterogéneos de pacientes y aplicando metodologías apropiadas que pudieran garantizar la validez científica de las investigaciones y la protección de los derechos e integridad física y mental de los sujetos de investigación, conforme con los principios éticos y directrices contenidas principalmente en la Declaración de Helsinki.

Los avances logrados en las dos últimas décadas en Biotecnología, Genómica y Bioinformática, abrieron la posibilidad de combinar información genética de los pacientes sobre algunas características particulares consideradas “predictores” de respuesta o falla terapéutica, con sus datos clínicos y en algunos casos, con diagnósticos moleculares, para cambiar de esta manera el enfoque en el desarrollo de nuevos compuestos farmacológicos, con la utopía de la “medicina personalizada”, es decir que se tratará de “diseñar el medicamento correcto, para el paciente correcto, en la dosis correcta”.
Este nuevo enfoque determinará que cambien los requisitos exigidos por las autoridades sanitarias, pues no solamente se exigirá la comprobación de la eficacia clínica y seguridad de los fármacos en proceso de experimentación, sino que también será necesario demostrar para cuales grupos de pacientes de acuerdo con su perfil genético, se tendrá mayor probabilidad de éxito terapéutico y en consecuencia delimitar las poblaciones “blanco” que se podrían beneficiar de estos futuros desarrollos científicos.
Estos avances indudablemente cambiarán el paradigma de la investigación farmacológica que se prevé hacia el futuro, la cual se cimentará en la aplicación de tests o biomarcadores genéticos que permitirán seleccionar grupos aparentemente más homogéneos de individuos por presentar el mismo tipo de variación o polimorfismo genético, el cual a su vez podrá presentarse a la comunidad científica como una mutación de alto potencial farmacológico por su posible asociación con mejores beneficios y menores riesgos para la salud de los pacientes, dado que estas nuevas terapias serán desarrolladas a partir de “necesidades individuales específicas”. Esto permitirá a la industria farmacéutica acelerar el proceso de búsqueda y obtención de nuevos fármacos, optimizando así tanto costos como tiempo en las fases de investigación clínica.
Entre algunos de los nuevos desafíos éticos que se plantean por este cambio de paradigma, están: la posible discriminación y exclusión por su condición social o étnica, a la que pueden verse sometidos muchos pacientes cuando se exija la aplicación de pruebas de genotipado para el acceso a terapias farmacológicas evaluadas mediante el uso de biomarcadores; la manipulación indebida y la explotación comercial por compañías farmacéuticas, con la información genética contenida en bancos de datos de pacientes; los riesgos de violación a la intimidad que conllevaría para los pacientes si participan en este tipo de investigaciones clínicas, por la utilización de información confidencial y sus posibles consecuencias familiares, sociales y laborales.
Es importante entonces empezar a discutir este tema entre los profesionales de ciencias de la salud, para desarrollar propuestas que puedan llevarse a los entes regulatorios para definir la forma en la cual se podrían otorgar derechos de propiedad intelectual a los autores de investigaciones que utilicen perfiles genéticos y los mecanismos para controlar prácticas monopólicas en la explotación comercial de productos obtenidos, sean nuevos medicamentos u otro tipo de terapias. También podría ser necesario promover un cambio en la legislación sanitaria para evitar la estigmatización y discriminación de personas con determinadas características genéticas que puedan ser privadas del acceso a fármacos desarrollados con este tipo de tecnologías, por pertenecer a grupos poblacionales cuyas condiciones sociales o de salud no estén en el foco de interés de grandes farmacéuticas.

NOTA: Esta sección es un aporte del Centro Colombiano de Bioética -Cecolbe-.
 

Maestro, ¿qué es eterno?

Las malditas glosas. Las EPS se inventan lo que sea, con tal de no pagarle a los hospitales: que falta autorización (claro, si ellas no la dan), que le pusieron la inyección al revés, que está malo el soporte, le falta la tilde al nombre del enfermo, que cobraron dos pesos más de lo pactado, que la enfermera es muy fea, que le dieron al paciente cuatro acetaminofenes y eran dos, que llevaron al enfermo en ambulancia y era en carretilla o en parihuela, que quién autorizó una jeringa de 500 pesos pudiendo usar una aguja capotera. ¡No quieren pagar, no quieren, estos eternos mala-pagas, pequeño saltamontes!

 
 











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