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Al inicio del último trimestre de 2013, lo único
que puede afirmarse con certeza frente al trámite de
reforma al sistema de salud en el Congreso, es que cualquier
cosa puede pasar. El panorama para las próximas semanas
es de total incertidumbre porque todas las opciones tienen
las mismas posibilidades: así como puede hundirse la
propuesta, puede quedar aplazada para 2014 o aprobarse a pupitrazo
limpio como la Ley Estatutaria.
Todo estaba programado para que la plenaria del Senado del
pasado 24 de septiembre discutiera el proyecto de ley 210
-que busca redefinir el sistema de salud-, pero se aplazó
dada la avalancha de impedimentos presentados por más
de 30 de senadores que dadas sus relaciones con el sector
salud podrían ser recusados originando futuras demandas
a la ley e investigaciones que los harían perder su
investidura.
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Además, la suspensión
obedeció al ambiente de duda sobre la conveniencia de
debatir el proyecto de ley ordinaria cuando la Corte Constitucional
aún estudia la exequibilidad de la Ley Estatutaria.
El presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, suspendió
la sesión por una hora a petición del Polo Democrático
y el Partido Conservador para estudiar el informe de la subcomisión
que conceptuó que no hay impedimento para tramitar la
ley ordinaria sin un fallo de la Corte Constitucional sobre
la Estatutaria, pero al final la discusión no se retomó
por falta de asistencia y quedó pendiente el estudio
de impedimentos uno a uno. Ya se sabe que el proyecto tiene
ponencia negativa del senador Mauricio Ospina, pero se supone
que el resto de ponentes aprobaría la ley. |
| Ante el impasse,
más de forma que de fondo, el Ministerio de Salud hizo
un llamado con carácter de urgencia a tramitar la ley.
Todavía tenemos dos semanas para decidir el futuro
de este debate en la plenaria del Senado; hay dificultades,
pero quiero transmitir un sentido de urgencia: esta reforma
se necesita, esto no es para resolver problemas para 2 o 3 años,
afirmó el ministro Alejandro Gaviria. Agregó que
unos temas dan espera, como resolver problemas de oferta o especialidades
médicas, pero otros no, como la crisis financiera del
sector o el mejoramiento de la oportunidad y calidad en la prestación
de servicios: Dada la urgencia con que el país
necesita cambiar el sistema de salud, incluso en coyuntura pre-electoral,
es mucho más importante discutir esta reforma que cualquier
otra cosa, porque es uno de los problemas más acuciantes
de los colombianos. |
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Dada la urgencia
con que el país
necesita cambiar el sistema de salud, incluso
en coyuntura pre-electoral, es mucho más importante
discutir esta reforma que cualquier otra cosa,
porque es uno de los problemas más acuciantes
de los colombianos.
Ministro Alejandro Gaviria
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Sin embargo, el mismo
argumento de la etapa pre-electoral divide a los analistas;
algunos sostienen que lo ideal es aplazar el debate, pues para
nadie es un misterio que las EPS se convirtieron en los últimos
años en grandes financiadores de campañas; para
otros, la gran realidad es que dichas financiaciones se darán
y los favores pueden pagarse en esta época con presiones
-te financio si me ayudas- o después en 2014 -¿te
acuerdas que yo te financié?-. El caso es que ya se escucha
que a las EPS que al principio no les gustaba la reforma ni
la idea de convertirse en Gestores -figuras consideradas casi
decorativas-, curiosamente ahora las ven con buenos ojos y condicionaron
su aprobación al proyecto a cambio de que les den el
manejo de las Redes de Servicios de Salud, donde podrían
integrarse verticalmente, auditar sus propios pagos, aplicar
ahorros que posteriormente se convierten en incentivos
para los Gestores, entre otras gabelas que les permitirían
seguir siendo las dueñas del sistema aplicando simples
ajustes administrativos.
Suspender o continuar: he ahí
el dilema
A estas alturas de la discusión, pero ante todo
luego de tres años del gobierno Santos sin que se produzca
lo que el presidente anunció como gran revolcón
en la salud, el tiempo parece la más importante
preocupación para el gobierno; así se desprende
de las declaraciones del ministro Gaviria cuando dijo: Hay
dificultades, el tiempo apremia sin ninguna duda, hemos tenido
reuniones con las bancadas y hay voluntad en muchos senadores
en discutir la ley; llevamos varias semanas 'patinando', el
momento político no es fácil, pero quiero transmitir
el sentido de urgencia, a la vez que negaba que existieran
vicios jurídicos para la discusión, aún
sin que exista el informe de constitucionalidad. |
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Lo más grave es
que el presidente
delCongreso reconoció que hay un grupo de
lobbistas del sector salud que quieren que todo siga
igual y presionan a los congresistas, razón que
explicaría las dudas sobre la reforma.
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Pero el tema sí
parece de prioridades. Si bien el presidente del Senado, Juan
Fernando Cristo, citó a una nueva plenaria, en el orden
del día se encuentra antes de la discusión de
la ley, la convocatoria al referendo que avalaría las
negociaciones de paz con las Farc, tema que acapara la atención
de la clase política y que dejaría la reforma
a la salud para altas horas de la noche, cuando el quórum
haya disminuido o esté cansado. Asimismo, el senador
reclamó que el gobierno dejó solo al ministro
Gaviria: Falta una definición más clara
de la prioridad del gobierno. Han dejado solo al ministro que
viene dando batalla personal que debemos acompañar, y
debe definir si es prioritaria o no, ya que los tiempos corren.
Lo más grave es que el presidente del Congreso reconoció
que hay un grupo de lobbistas del sector salud que quieren que
todo siga igual y presionan a los congresistas, razón
que explicaría las dudas sobre la reforma: Son
dudas razonables que se deben discutir y debe haber quórum
para votar. La conclusión de Cristo es que debe
convocarse la Mesa de Unidad Nacional para definir prioridades
en el resto de la presente legislatura.
En medio de estas circunstancias, surgió una nueva posición:
la propuesta que pide que el proyecto se discuta luego de que
la Corte Constitucional emita su concepto sobre la exequibilidad
de Ley Estatutaria en Salud. La iniciativa fue del senador liberal
Edgar Gómez, quien señaló que era necesario
esperar el concepto de la Corte antes de continuar el debate
debido a la correlación entre las dos normas y para no
repetir errores del pasado; la propuesta fue apoyada por los
senadores Luis Carlos Avellaneda, Jorge Robledo, Luis Fernando
Velasco y José Ignacio García. Ante el nuevo escollo,
el ministro Gaviria respondió que no era necesario esperar
la decisión de la Corte, dado que son dos proyectos independientes
que pueden tener trámites independientes, e insistió
en la urgencia de contar con la ley para afrontar la crisis
de la salud, que según él, es consecuencia
de los últimos 6 años, donde ingresaron más
de 6 millones de personas en el régimen subsidiado, se
multiplicaron por 10 los recobros al sistema y se acumularon
deudas de billones de pesos del sector salud. La quiebra
sectorial, como calificó el ministro la situación
actual de la salud, no se había visto en el país
en los últimos 20 años y la propuesta de esperar
el dictamen de la Corte implica esperar de brazos cruzados
durante 6, 7 u 8 meses que podría tardar el proceso |
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