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Existe un conflicto de intereses intrínseco
de la industria farmacéutica (IF), entre los objetivos
legítimos del negocio de los fabricantes y las necesidades
sociales, aseveró la investigadora Nuria Homedes,
profesora asociada del Centro de Salud y Ciencia de Houston
- Universidad de Texas.
En su ponencia Ética y globalización de
la industria farmacéutica en el Primer Simposio
Internacional de Bioética y Medicamentos realizado
en Medellín, señaló que estas compañías
reducen costos mediante la flexibilización laboral
y la tercerización del empleo y, en vez de contribuir
al mejoramiento de la salud, lo que mejoran es sus ganancias,
incrementando ventas y manteniendo precios altos: La
industria farmacéutica exagera los trastornos normales
de las personas y disminuye los umbrales de las enfermedades,
para clasificar a una persona como enferma y justificar así
la necesidad de medicamentos. A EL PULSO, la experta
declaró: La industria farmacéutica ya
es consciente de que muchos trucos que utiliza, en muchos
casos hacen sospechar que todo lo que se vende como medicina
basada en la evidencia no es tal, porque hay formas de diseñar
estudios y de reportar sus resultados que tergiversan la información
real.
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Expresó que
la industria farmacéutica tiene que hacer un ejercicio
de auto-reflexión, pero mientras se cotice en bolsa maximizará
sus beneficios, y su lealtad la tendrá con quien la financia,
no con la salud pública.
Anotó además: Uno puede demonizar a la industria,
pero hay una estructura que la obliga a comportarse así.
Hay que crear conciencia de que con la salud no se puede lucrar,
lo digo no sólo por la industria farmacéutica,
también por la de los seguros, etc. Está bien
lograr beneficios pero a niveles normales, no con tasas de 18%
y salarios multimillonarios. Por nuestro bien y el de nuestros
hijos, el objetivo tiene que estar en mejorar la salud de los
individuos y del medio ambiente.
La catedrática dijo que las compañías farmacéuticas
no invierten en enfermedades raras o ignoradas, exportan los
ensayos clínicos a los países pobres para lograr
el registro rápido de los productos, manipulan los diseños
de esos ensayos para obtener resultados favorables, ocultan
la información negativa, no completan los estudios de
bioseguridad requeridos y disfrazan el marketing como educación
o investigación. Los gastos de marketing en Estados Unidos
en 2005 sumaron US$30.000 millones, parte de esto camuflado
como educación continuada, y en 2006 el 50%
de esa educación en Estados Unidos la pagaba la industria
farmacéutica a un costo de US$2.300 millones. En ese
país, 76% del presupuesto de las campañas para
educación y comunicación médica, y 62%
de los créditos de formación continua en las escuelas
de medicina, provienen de la industria.
Por ello dedujo: Está claro que muchos de los médicos
y estudiantes de medicina acabamos haciéndole la publicidad
a la industria, y el secreto de la medicina es mantenerse sano,
no es necesitar medicamentos, pero cada día medicalizamos
más a la sociedad. Hay un movimiento interesante en Estados
Unidos, se llama 'No, gracias', que consiste en no dejar que
la IF entre en los centros universitarios: es liderado por estudiantes,
quienes hacen que los profesores separen la industria de la
enseñanza. La independencia de las revistas médicas
está interferida, las empresas farmacéuticas compran
el mayor número de suscripciones y de las separatas,
y paga constantemente por artículos a su favor. Parecería
que la Organización Mundial de la Salud -OMS- y la Organización
Panamericana de la Salud -OPS-, han sido secuestradas.
Al respecto, Homedes declaró a EL PULSO: Al señor
Bill Gates muchos lo consideran una persona altruista, pero
en el área de la salud está del lado de las patentes,
de los Tratados de Libre Comercio y de la defensa de la propiedad
intelectual, y eso nos daña. Hay consorcios de universidades
manejadas por Gates, algunos de los expertos en salud que trabajan
en su fundación vienen de la industria farmacéutica.
Su Fundación también tiene vínculos con
la Fundación Carlos Slim de Méjico, el dinero
atrae dinero y mueve dinero, son gente con poderes impresionantes
y con tentáculos en todas las instituciones.
La doctora Homedes abogó por el fortalecimiento de las
agencias reguladoras de medicamentos, por la transparencia de
todas las actividades de las empresas productoras y por la promoción
del acceso a la información independiente . |
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