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El Vigía
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Tosferina,
enfermedad reemergente
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Para
muchas personas, la tosferina es sólo un recuerdo de
infancia o una historia escuchada de los padres o los abuelos,
debido a que hasta hace muy poco tiempo se consideraba una enfermedad
de tan baja prevalencia, que ya poco se hablaba de ella en actividades
académicas o de vigilancia epidemiológica, como
en medios de comunicación y la comunidad en general.
Más en los últimos años se reporta en diferentes
lugares del mundo su resurgimiento, principalmente en niños
de poca edad, pero también en adultos. |
La primera epidemia de tosferina fue descrita
por Baillou en Paris en 1578 y sólo volvió a
tener importancia en 1906, cuando Bordet y Gengou lograron
aislar el bacilo. A este descubrimiento sólo se dio
valor en 1932, por los experimentos realizados por Rich y
colaboradores en chimpancés. Antes de 1940, era la
principal causa de morbilidad y mortalidad infantil en todos
los países del mundo; después de ese año
se empezó a vacunar en Estados Unidos, con disminución
dramática de casos en décadas siguientes.
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La tosferina es
una infección bacteriana producida por Bordetella pertussis,
que afecta principalmente el tracto respiratorio superior y
se caracteriza por tos persistente de episodios consecutivos.
La enfermedad es prevenible con la vacuna triple viral, que
viene acompañada de las de difteria y tétanos
(DPT), y se debe administrar a los 2, 4 y 6 meses de edad, con
refuerzo al año de la última dosis y un segundo
refuerzo a los 5 años de vida.
La pregunta obligada es: ¿Qué pasó o qué
cambió para que resurja esta enfermedad casi olvidada?
Y, ¿qué deben hacer los organismos de salud y
qué debe hacer la comunidad? |
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Después
de muchas especulaciones acerca de la posible aparición
de una cepa más virulenta o de la ineficacia de la vacuna
utilizada, se llegó a las siguientes conclusiones: los
pacientes más afectados son los niños muy pequeños
que no han recibido vacunación o que no han completado
su esquema; y, la vacunación ofrece una inmunidad que
no protege para toda la vida y la cual se va perdiendo con el
paso del tiempo, lo que hace que los adultos se vuelvan susceptibles
y sirvan de fuente de infección para los niños.
Sin embargo, en reciente estudio australiano, se habla de la
posibilidad de aparición de una nueva variante de la
cepa, la cepa P3 vinculada con brotes recientes de tosferina.
Esta cepa había sido descrita en 2004 en los Países
Bajos y tiene la capacidad de producir más altos niveles
de toxina, tiene distribución global y se asocia con
el aumento en el número de casos en Finlandia y en los
Países Bajos. |
Según el Instituto
Nacional de Salud,
a la semana epidemiológica No. 11 de 2012
se presentaron 743 casos, pasando de 46 casos
en la semana No. 1, a 150 casos en la semana
No. 10. En 2011 se presentaron 819 casos,
y en 2010 fueron 347 casos.
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Es frecuente
hoy conocer a través de medios de comunicación
o publicaciones científicas, la presencia de brotes de
tosferina en diferentes regiones del mundo, y Colombia no es
la excepción. Según el Instituto Nacional de Salud,
a la semana epidemiológica No. 11 de 2012 se presentaron
743 casos, pasando de 46 casos en la semana No. 1, a 150 casos
en la semana No. 10. En 2011 se presentaron 819 casos, y en
2010 fueron 347 casos. Y recientemente, la Secretaría
de Salud de Medellín generó una alerta por la
presencia de un brote de tosferina en una escuela, con más
de 200 niños comprometidos.
A pesar de que las cifras empiezan a ser preocupantes, todo
parece indicar que hay un gran sub-registro, en especial de
pacientes adultos con sintomatología inespecífica.
Un factor que contribuye a esta situación, es la falta
de sospecha clínica por parte del personal asistencial
y la limitada disponibilidad de métodos diagnósticos.
No hay duda entonces que estamos frente a una enfermedad reemergente,
para lo cual debemos emprender varias acciones: Reforzar las
campañas de vacunación en población infantil;
realizar actividad educativa en la comunidad, acerca de la identificación
oportuna de los signos de la enfermedad y beneficios de la vacunación;
capacitar los trabajadores de la salud en el reconocimiento
de la enfermedad y métodos diagnósticos, así
como en su tratamiento, prevención y control; intensificar
medidas de vigilancia epidemiológica de acuerdo con directrices
gubernamentales; adelantar proyectos de investigación
que evalúen las características de la cepa que
ahora circula, frente a la vacuna disponible.
soox@elhospital.org.co |
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