Continúan cierres de clínicas de Esimed

L a Secretaría de Salud de Boyacá cerró la mayoría de los servicios de la Clínica de Esimed de la ciudad de Tunja argumentando problemas en las condiciones sanitarias de la institución que atiende a más de 230 mil afiliados a Medimás en el departamento, de los cuales alrededor de 70 mil residen en Tunja.

La medida se tomó luego de realizadas varías visitas de vigilancia y control donde se habría identificado que la clínica no contaba con las condiciones mínimas de habilitación en todos sus servicios, siendo según la dependencia el servicio farmacéutico el más vulnerable al no contar con el inventario necesario de medicamentos ni con el proceso de unidosis, lo que coloca en riesgo grave a los pacientes.

El Secretario de salud Germán Pertuz declaró a Caracol Radio que: “los hallazgos que se expusieron en su momento a la Clínica, no fueron subsanados ni se tomaron las acciones correctivas correspondientes. Procedimos a cerrar los servicios hospitalarios y de urgencias de la Clínica mientras que los servicios ambulatorios, como consulta externa de las distintas especialidades médicas habilitadas por la institución, imagenología, Rayos X, electrodiagnóstico, Laboratorio Clínico, terapias y actividades de promoción y prevención continuarán funcionando normalmente”, indicó el funcionario quien agregó: “la apertura de los servicios depende única y exclusivamente de la gestión que haga la gerencia de la Clínica, para subsanar los hallazgos”.

La medida incluyó el cierre de la Unidad de Cuidados Intensivos, el servicio endoscopia de vías digestivas, salas de cirugía y de partos, así como el traslado de los pacientes hospitalizados a otras instituciones.

Ante la medida, la EPS Medimás anunció la implementación de un plan de contingencia para re direccionar a los pacientes con el fin de garantizar su atención, a la vez que aclaró que la Clínica Esimed de Tunja no es propiedad de la EPS.

Esta medida se suma a las de los cierres de clínicas de Esimed relacionadas con Medimás en otras ciudades como Bogotá y Medellín sucedidos en los meses de mayo y junio, todas intervenidas por problemas de calidad que generan riesgos en la seguridad de los pacientes.