MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 5    NO 60   SEPTIEMBRE DEL AÑO 2003    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 

Expectativa por primer trasplante de intestino delgado en Colombia
Juan Carlos Arboleda Zapata Periodista elpulso@elhospital.org.co
Nuevamente la medicina nacional se prepara a dar un paso importante para el tratamiento de patologías graves en Latinoamérica, esta vez con el primer trasplante de intestino delgado que será realizado en el país por el Grupo de Trasplantes del Hospital Universitario San Vicente de Paúl y de la Universidad de Antioquia en la ciudad de Medellín. Se abriría así una opción de vida para las personas que sufren afecciones que involucran este órgano y que no tienen un tratamiento que lleve a la cura definitiva.
Desde agosto del año 2002 y como resultado de la experiencia que tuvieron los doctores Carlos Guzmán y Jorge Gutiérrez con los doctores Kareem Abu-Elmagd y Geofrey Bond del Centro de Rehabilitación y Trasplantes de la Universidad de Pittsburgh, se desarrolló el protocolo para trasplante de intestino delgado y multivisceral. Para la medicina colombiana, el desarrollo de este procedimiento quirúrgico significa traer una nueva tecnología y una nueva opción terapéutica al país. El doctor Carlos Guzmán lo ratifica cuando dice: “todos los cirujanos generales y vasculares hemos sentido la necesidad de tener este tipo de trasplante como una opción terapéutica para los pacientes que lo ameritan, ya que la mayoría de estos pacientes simplemente mueren porque no hay opción terapéutica. Pienso que es la oportunidad de salvarle la vida a muchas personas en Colombia”.
Los primeros trasplantes de intestino se remontan a los trabajos llevados a cabo por el doctor Alexis Carrel a comienzos del siglo pasado y en 1959 con el doctor Richard Lillehei, quien publicó un trabajo sobre el trasplante de intestino en perros. Luego de estas primeras experiencias y durante treinta años, los diferentes modelos experimentales no lograron resultados satisfactorios con los medicamentos inmunosupresores utilizados en la época. Es hasta 1987 en la Universidad de Pittsburgh cuando se realiza el primer trasplante de intestino en humanos y desde 1990 con el desarrollo del inmunosupresor Tacrólimus (FK506 o Prograf) cuando se comienzan a lograr resultados bastante exitosos y con niveles de sobrevida mayores a los dos años. Actualmente este procedimiento se efectúa en 55 centros médicos del mundo y hasta mayo de del año 2001 se habían realizado 696 trasplantes. A partir de ahora en Latinoamérica, el Hospital Universitario San Vicente de Paúl espera también ofrecer esta alternativa terapéutica.
Solución de vida
Este desarrollo médico trae al país una solución de vida, ya que la mayoría de los pacientes consultan por una necrosis completa del intestino delgado que es incompatible con la vida, por diferentes enfermedades: a veces se trombosa la arteria o la vena del intestino, o hay una lesión por trauma, o el paciente presenta múltiples resecciones intestinales hasta quedar con un segmento de intestino menor de 60 centímetros, lo cual lo haría un potencial candidato y si tiene menos de 20 centímetros es un candidato definitivo a trasplante de intestino. A partir de ahora, lo primero que debe hacerse es que tanto los cirujanos generales y vasculares, que son quienes reciben la mayor parte de este tipo de pacientes, sean concientes de que existe esta nueva opción terapéutica que se explora en el país y que hagan la remisión de los pacientes”.
Modalidades
El protocolo que ha implementado el Hospital Universitario San Vicente de Paúl incluye varios procedimientos: una modalidad es el trasplante aislado, como el que se espera realizar en Medellín (gráfica No. 1). Otra modalidad es el de hígado e intestino delgado en bloque (grafica No. 2), y la otra es el trasplante multivisceral (grafica No. 3), en el cual se incluye también el estómago, duodeno, páncreas, hígado y todo el intestino delgado. El protocolo no incluye el trasplante de intestino grueso, por cuanto este órgano tiene una pared muy delgada y ante cualquier episodio de rechazo se perfora, hace peritonitis y los pacientes mueren, por lo que la recomendación mundial en este momento es no trasplantarlo.
Por el momento, el programa se desarrollaría solo en adultos, ya que los niños requieren órganos de un donante con peso y talla similar, lo cual es bastante difícil de encontrar y falta que en el país se desarrolle un sistema de información de donantes que haga factible esta modalidad terapéutica en menores.
El procedimiento quirúrgico tiene una duración de entre ocho y doce horas, y se espera una sobrevida similar o superior a la alcanzada actualmente en la Universidad de Pittsburgh que se encuentra en 75% a un año, 55% a 5 años y 45 % a 10 a años, pero se podría llegar a tener una sobrevida similar a la del trasplante de hígado o de riñón en el Hospital Universitario San Vicente, que es superior al 85% al primer año del injerto.
El proceso de recuperación es rápido: el primer mes es de hospitalización mientras se obtiene una disminución progresiva de la nutrición parenteral total y un ingreso progresivo a la nutrición enteral. El paciente generalmente al final de la segunda semana puede comenzar a recibir alimentos normales y al mes del trasplante se debe estar yendo para la casa con una total autonomía nutricional, y durante seis meses se efectúan revisiones dos veces por semana con tomas de biopsias del intestino para ver su evolución. El aspecto más importante para que un paciente pueda incluirse dentro de este tipo de trasplantes, es que sea menor de 65 años, con función cardiovascular aceptable y ausencia de problemas pulmonares.
Este primer trasplante que se realizaría en Medellín es de intestino delgado aislado; el paciente es alguien que había presentado el pasado 4 de abril un vólvulos de todo el intestino delgado, con un estrangulamiento de la arteria y la vena que nutren este órgano, causándole la necrosis; luego de la resección quirúrgica del intestino, solamente quedó con 8 centímetros que se le pegaron al intestino grueso, quedando con alimentación parenteral ambulatoria.
El trasplante de intestino que se proyecta en el Hospital Universitario San Vicente de Paúl junto con el Grupo de Trasplantes de la Universidad de Antioquia, sería el resultado de un trabajo en equipo que incluye enfermeras, anestesiólogos, internistas, gastroenterólogos y muchos profesionales mas de la salud, que bajo la coordinación de los doctores Álvaro Velásquez Ospina (director del Grupo de Trasplantes del Hospital y la Universidad), Jorge Gutiérrez como coordinador del Programa de trasplante de hígado y el doctor Carlos Guzmán como Coordinador del programa de trasplante de intestino delgado y multivisceral, llevaría una vez más a la medicina colombiana a uno de los primeros lugares de Latinoamérica.

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