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De acuerdo con los
resultados económicos y financieros consolidados a junio
30 de 2016 por las 47 aseguradoras en salud, y fueron reportados
a la Superintendencia Nacional de Salud, se evidencia que pese
a que los ingresos operacionales superaron los costos de ventas
y operación y se generó un excedente de casi medio
billón de pesos, los gastos operacionales fueron un poco
más del doble de este remanente, teniendo como consecuencia
un resultado operacional negativo.
No obstante; el gasto operacional promedio fue solo del 6.2%,
que en todo caso es inferior a lo dispuesto legalmente por el
artículo 23 de la Ley 1438 de 2011 (8% régimen
subsidiado y 10% régimen contributivo). |
Estos resultados
constituyen un desempeño operativo negativo con un poco
más de medio billón de pesos por lo que los indicadores
de rentabilidad (operativo, patrimonial y neto) se contabilizaron
con un resultado en saldo rojo del sistema. Además de
que los pasivos son muy superiores a los activos, es decir,
se presenta un alto endeudamiento del aseguramiento en salud
(137%) y naturalmente el resultados de solvencia es negativo
(37%); lo cual verifica que los signos vitales del aseguramiento
en salud son los de un paciente altamente comprometido en su
salud financiera, comportamiento generalizado del sector. |
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Sumas
y restas del aseguramiento en salud:
desempeño financiero comprometido.
Las 47 aseguradoras en salud tanto del régimen
contributivo y subsidiado registraron ingresos operacionales
en el agregado general de $19,8 billones, y costos de ventas
por $19.3 billones, para un resultados bruto de $485.673 millones,
lo que se interpreta como un margen bruto de 2.5%, es decir,
que de cada cien pesos recibidos por las aseguradoras en salud
de las distintas fuentes de financiamiento, se obtuvo un excedente
de $2.5 para cubrir gastos operacionales, gastos financieros,
impuestos, y la posibilidad de distribución de utilidades
o excedentes entre sus inversiones para acometer procesos expansivos,
prepagar deuda o distribuir dividendos.
Al ser los gastos operacionales de $1.2 billones, y traer un
remanente bruto de $485.673 millones, se computa finalmente
un resultado negativo operacional de $741.193 millones, es decir
que el objeto social del aseguramiento en salud (artículo
14 Ley 1122 de 2007) desde el asegurador, se consolida un margen
operacional de -3.7%, que es una situación de máxima
preocupación, toda vez que es propiamente un comportamiento
generalizado del sector salud, poniéndose de manifiesto
la estrechez y afugia financiera propia del sector, más
aun que las aseguradoras de ambos regímenes tanto públicas
como privadas presentaron resultados financieros negativos a
esta fecha de corte.
El resultado final del ejercicio, enseña como lectura
importante que frente a una pérdida neta de $588.678
millones y un margen de -3.0% para el consolidado de las 47
EPS, pese a ingresos por casi $20 billones, llaman la atención
las 19 aseguradoras del régimen subsidiado (4 públicas
y 15 privadas) que presentaron un resultado positivo de $206.482
millones, en contraste con las 10 aseguradoras del régimen
contributivo (1 pública y 9 privadas) que arrojaron $54.944
millones.
La rentabilidad del activo o tasa que ganan los activos o rentabilidad
marginal (utilidad neta/activo total %), se situó en
-6.1%, por cuanto el resultado operacional es negativo, además
la rentabilidad del patrimonio es de 16.6% (resultado de un
numerador y denominador negativo), ambos resultados son altamente
preocupantes pues denotan la esencia del negocio del aseguramiento
en Colombia y lo poco atractivas que resultan ser las aseguradoras
desde la perspectiva del negocio, pues no existe una tasa de
retorno de las rentabilidad sobre las inversiones, lo que a
todas luces son inductores que reflejan pérdida de valor
empresarial y eventualmente las dificultades que pueden ser
trasladadas o derivadas hacia los afiliados.
Por cada cien pesos invertidos en activos de operación
las empresas en conjunto adeudan $137 (Pasivos/Activos %), lo
cual da cuenta de la pérdida total de autonomía,
manejo y gobernabilidad, toda vez que las decisiones están
en función de las determinaciones de terceros o de instancias
de control, lo que agrega una alta dosis de incertidumbre sobre
la viabilidad empresarial y sectorial.
En general, pese a los billonarios ingresos operacionales y
altos costos y gastos, las aseguradoras en salud registran alta
iliquidez y endeudamiento con terceros, además no generan
rentabilidad del negocio, evidenciándose una crisis generalizada
que cada vez se acentúa con mayor criticidad.
Una aproximación al costo medio por régimen y
sector de operación, permite observar cómo los
mayores valores están en el régimen contributivo
(15 aseguradoras) de $471.000 por afiliado, siendo el sector
público de $1.147.000 (2 públicas) y privado (13)
de $514.000, en relación con un costo consolidado para
las 47 aseguradoras de $435.000, lo cual contrasta con un costo
medio de las 32 aseguradoras del régimen subsidiado de
$352.000, siendo las 10 EPS públicas de $403.000 y las
22 privadas de $338.000; es decir que aun sin considerar las
2 EPS públicas del régimen contributivo, el costo
es mayor que las 32 EPS del subsidiado de $352.000.
Este resultado es contrario a lo que tradicionalmente se ha
creído que son las aseguradoras del régimen subsidiado,
quienes presentan los mayores costos de producción; este
comportamiento del costo medio se refleja directamente en el
resultado neto del ejercicio de las 13 aseguradoras privadas
del régimen contributivo de $478.999 millones y un margen
neto de -4.1%. |
En general, pese a los
billonarios
ingresos operacionales y altos costos y gastos, las
aseguradoras en salud registran alta iliquidez y endeudamiento
con terceros, además no generan rentabilidad del
negocio, evidenciándose una crisis generalizada que
cada vez se acentúa con mayor criticidad.
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El resultado consolidado
de Servicios de Ambulancia Prepagada SAP, régimen de
excepción y especial, arrojó a junio 30 de 2016
ingresos operacionales por valor de $988.691 millones, un costo
de ventas y operacional de $572.016 millones, para un resultado
bruto de $416.676 millones y un excelente margen de 42.1% que
no logró cubrir los gastos operacionales de $578.649
millones; lo cual generó un resultado negativo operacional
de $161.973 millones, es decir un margen de -16.4% y finalmente
se obtuvo un rendimiento neto de -$129.979 millones y un margen
de -13.1%, por lo que se demuestra que ni los negocios conexos
o asociados a la salud resultan rentables, pues sus desempeños
financieros son negativos, generando rentabilidad operativa
y patrimonial negativa de -7.2% y -45.0% respectivamente, además
de un alto endeudamiento del 84%. Esto indica que sus signos
vitales están altamente comprometidos en la salud financiera
de las organizaciones analizadas en conjunto.
En agregado general de las aseguradoras en salud y los negocios
conexos de Ambulancia Prepagada SAP, régimen de excepción
y especial, consolidaron ingresos operacionales de $20.8 billones
y un costo de $19.9 billones, lo que generó en consecuencia
un valor bruto de $902.348 millones y un margen de 4.3% que
no compensa el gasto operacional de $1.8 billones, por lo que
el margen se situó en -4.3% y finalmente se tuvo una
pérdida neta de $593.681 millones y un margen de -2.9%.
La rentabilidad del negocio de la salud en general registró
guarismos negativos de una rentabilidad operativa de 5.2% y
patrimonial de 18.3% (división entre negativos), para
un endeudamiento del 128%. Es decir, los activos totales están
totalmente comprometidos (28%), perdiéndose la gobernabilidad
total del sistema por parte de las entidades del aseguramiento
en salud y de paso denotando que no es un buen negocio, pues
están altamente ilíquidas, endeudadas y sin rentabilidad,
lo que las hace destructoras de valor empresarial.
De las 47 aseguradoras en salud en Colombia y que arrojaron
pérdida consolidada de $588,677 millones al final del
ejercicio contable, 18 de ellas (13 del subsidiado y 5 del contributivo),
sus ingresos operacionales no alcanzan a cubrir los altos y
crecientes costos en salud y menos para lograr cubrir los gastos
operacionales, siendo las pérdidas del subsidiado de
$313.579 millones y las del contributivo de $536.782 millones
para una pérdida total de $850.361 millones, con lo cual
se evidencia la crisis generaliza del sector de la salud, que
urge de medidas efectivas, pues ello deriva en graves consecuencias
para la red prestadora los proveedores de bienes y servicios
y naturalmente al paciente, a quien se le compromete su real
capacidad de acceso, servicio y una atención digna y
oportuna.
Si se toma este comportamiento y se duplica, aun cuando el segundo
semestre es el más alto en cuanto a gasto en salud y
se suma el valor que según la Encuesta de Calidad de
Vida se viene reportando como Gasto de Bolsillo, de $6.5 billones,
se tendría un valor teórico inicial de $48,1 billones
como gasto básico en salud en el año 2016, aun
faltando otros conceptos del gasto en salud. |
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