 |
|
|
 |
|
Informe
para el sector salud
|
|
|
| La
palabra impuesto, de origen latino, tuvo su mayor uso en la
época feudal. En la antigüedad representaba los
tributos de guerra, rescates, indemnizaciones y gabelas sobre
los pueblos vencidos, y en la Edad Media expresó la explotación
de una clase de la sociedad en provecho de un grupo privilegiado.
Con el paso del tiempo se formó la noción de impuesto
como la contribución que debe hacer el conjunto de los
ciudadanos para cubrir los gastos en función del bien
común; pero la desigualdad de las cuotas y la arbitrariedad
que presidía los sistemas de repartimiento y de cobranza
le valieron una impopularidad que no ha desaparecido hoy. |
|

Para el caso específico de Colombia, antes de llegar
a la actual concepción tributaria de un Estado moderno,
su puesta en práctica ha pasado por toda clase de abusos
y excesos por parte de las clases que detentaban el poder
y que mediante este instrumento dominaban y expoliaban a quienes
consideraban sus súbditos, por supuesto considerados
de clase inferior, y que tenían la obligación
de pagar a sus nobles por el simple hecho de existir. Igualmente,
la aplicación de impuestos ha sido el gatillo de importantes
circunstancias históricas que han marcado hitos de
la nación.
El carácter y el valor de los impuestos en los Estados
democráticos, está dado porque son el instrumento
mediante el cual se gestionan recursos que la sociedad necesita
para desarrollar su mandato constitucional. Orden, participación,
libertad, respeto, seguridad, justicia, etc., son principios
que requieren destinación de dinero proveniente del
erario público: sostenimiento de las fuerzas que mantendrán
el orden, construcción de vías de comunicación,
mantenimiento de instituciones fuertes, posibilitar la participación
democrática, diseño de mecanismos de protección
social, etc.
No cabe duda del gran valor que tiene para una sociedad, la
bien balanceada fórmula de su condición tributaria;
también es cierto que tan importante como ese equilibrio
tributario, lo es el manejo pulcro y eficiente de tan ingentes
recursos.
Caso salud
Para el caso de la cadena productiva de salud, lo relacionado
con las cargas impositivas tiene un especial valor, aunque
la verdad sea dicha, en este sector en particular nunca se
ha hecho un análisis riguroso de su impacto dentro
de cada uno de los eslabones productivos. Por tanto, creemos
que vale la pena instar a todos los agentes del sector -prestadores
de servicios, aseguradores, proveedores, gobierno, entidades
relacionadas, centros universitarios, etc.-, para que profundicen
en los efectos que tiene sobre su estructura de costos una
bien programada y analizada planeación tributaria y
la búsqueda ante los organismos estatales del caso,
de una ajustada carga impositiva acorde con su realidad económica.
Plantearé algunas inquietudes que pueden servir como
base para iniciar la tarea que se propone:
|
 |
1. Pertinencia:
El aporte que realizan los ciudadanos o sus organizaciones al
Estado mediante lo que denominamos impuestos, es un porcentaje
determinado de sus utilidades o ganancias dadas por el ejercicio
de una cierta actividad económica. De esa manera, se
han definido una multiplicidad de tipos de contribuciones que
entran directamente a ser captadas por el aparato fiscal del
Estado y otra variedad de contribuciones denominadas parafiscales,
que siendo captadas y manejadas por organismos diferentes al
Estado mismo, tienen un fin específico.
Para el caso del sector salud se viene presentando desde tiempo
atrás la opinión de los organismos encargados
de definir impuestos en Colombia -DIAN y Ministerio de Hacienda-,
que pueden aplicarse tasas de cobro sobre recursos que por definición
son el producto de una previa contribución; se puede
rememorar su no lejana contradicción con el que fuera
el Ministerio de Salud en cabeza de Sara Ordóñez,
cuando ésta defendía que a los hospitales públicos
no se les debía hacer retención del tres por mil
por recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud
(SGSSS).
Los recursos de este sistema no importa en que lugar de la cadena
se encuentren, siguen siendo lo que son: recursos orientados
a la Seguridad Social, y previamente se han comportado como
una contribución tanto de empleados como de empleadores
o provienen de partidas presupuestales que previamente han sido
impuestos. Por tanto, tenemos la certeza que impuestos como
el tres por mil, cuando se aplican a transacciones con recursos
del SGSSS, están definitivamente fuera de lugar para
el caso de aseguradores y prestadores de servicios de salud.
2. La equidad tributaria: La equidad es un valor muy importante
dentro de cualquier orden democrático y a la cual infortunadamente
se le confunde de forma permanente con la igualdad, de la que
por supuesto es bien diferente. La equidad presupone un equilibrio
entre lo que se recibe, lo que se da y lo que se merece o se
tiene; de acuerdo con los antiguos jurisconsultos romanos, la
consideraban manifestación del sentido de lo justo, innato
en todo hombre, por lo que aplicada al Derecho la entendían
como justicia natural, por oposición a justicia legal.
Llegados a este punto, es evidente que existen fallas de interpretación
del aparato reglamentario que fija los tributos para los diferentes
actores del sistema de salud colombiano, donde se ha hecho evidente
que aunque se entiende y se respetan los recursos de la seguridad
social -tal como debe ser- que manejan las EPS, se desconoce
por completo ese mismo hecho para las Instituciones Prestadoras
de Servicios de Salud (IPS), a quienes sí se les cobra
el impuesto del tres por mil. Igualmente y de acuerdo con los
cálculos que le hemos presentado a la DIAN, hoy se cobran
unas tasas de retención en la fuente que para el caso
de los prestadores privados de servicios de salud, son unas
5 veces los que finalmente deben pagar por impuesto de renta
y que no guarda ninguna relación con los márgenes
que maneja este sector de la economía; así se
le quita un importante capital de trabajo al prestador que solo
es devuelto muy posteriormente, con la pérdida subsecuente
de oportunidad, de intereses y de valor real.
El pago de los impuestos debe ser equitativo para todos los
actores del sistema.
3. Estabilidad y reglas clara de juego: Este es un tema del
que mucho se ha hablado, pero al que poca atención se
le presta, pues se ha creído que los problemas del país
se resuelven haciendo otra reforma tributaria. El
sector salud hoy tiene en el sector privado un muy importante
actor que ha invertido y ha arriesgado. Si se quiere una mayor
inversión del sector privado, deben diseñarse
estrategias para que esas inversiones se den y se mantengan
en el tiempo, máxime si se trata de un sector del área
social como lo es salud.
Se debe entender que hacer empresa dentro del sector de la salud
es difícil, que los márgenes son limitados y que
siendo el sentido social una de las prioridades de las empresas
que allí se desarrollan, también se les deben
dar garantías que les permitan un equilibrado desarrollo
económico y comercial, máxime en momentos en que
nos aprestamos a entrar en una clara competencia con organizaciones
de toda América dentro del marco del ALCA. |
| |

|
|
|
| |
|