MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 5    NO 56   MAYO DEL AÑO 2003    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co

La instrucción

cívica

El acatamiento al ordenamiento jurídico depende en primera instancia de la aceptación que del mismo hagan los ciudadanos, y para ello se requiere que recoja de manera adecuada los intereses de la sociedad, compilando todo lo que ello implica: su cultura, su historia, sus creencias religiosas y morales. En resumen, el Derecho para que sea aceptado por el colectivo como contrato social, debe recoger los sentimientos de esa comunidad como Nación, y la verdad es que el común de los ciudadanos cumple la normatividad vigente en el país de manera natural, casi sin darse cuenta que en su actuar se están ejerciendo derechos y cum-pliendo obligaciones.
Esto sucede cada día. Así por ejemplo, al tomar el transporte público, donde de manera imperceptible se celebra el contrato de transporte, en ese instante nacen derechos y obligaciones para el pasajero, el conductor y la empresa transportadora, que se cumplen durante el trayecto de viaje; este contrato ampliamente reglamentado por la legislación comercial, se celebra y ejecuta de manera natural, y así como este son múltiples las situaciones diarias donde sucede lo mismo.
Pero para llegar a esa aceptación de la juridicidad, es necesario además que exista un proceso de conocimiento de las mínimas normas de comportamiento en comunidad, que se imparte tanto en el hogar con el ejemplo del grupo familiar, y más tarde en las aulas escolares; de ello depende que el cumplimiento de esas normas básicas permitan la convivencia en armonía.
Precisamente en consonancia con esto, actualmente se tramita en la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes, un proyecto de ley que pretende que todos los establecimientos escolares en los niveles preescolar, básica primaria y media vocacional impartan a sus alumnos cátedra de educación cívica; de esta manera se dará desarrollo legal al artículo 41 de la Carta Política, que dispone además de la enseñanza de la Constitución y su divulgación, la enseñanza de estos temas fundamentales para la construcción de la paz.
No podemos negar que las experiencias democráticas en las instituciones escolares con las elecciones de sus representantes ante las autoridades de los planteles, ha generado una cultura del voto, y la importancia de la participación de los escolares como candidatos y electores redundará en una mayor participación en el futuro de quienes hoy se forman, cuando como ciudadanos deban decidir sobre quienes han de dirigir el país, fundamento esencial para el mantenimiento de la democracia.
Pueda ser que esta ley logre sembrar las semillas de paz que requiere nuestra patria y no sea de aquellas normas que se expiden para que no se cumplan.

 

 









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