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El Hospital Universitario
San Vicente de Paúl será el único centro
asistencial de Antioquia que ofrecerá a partir de enero
de 2004 el servicio de linfogamagrafía, gracias a que
fue la institución elegida en la capital de Antioquia
por el Organismo Internacional de Energía Atómica
(OIEA) a través de su proyecto de colaboración
para países en desarrollo y su programa Fortalecimiento
de la medicina nuclear en Colombia, para recibir uno
de los 9 equipos de sonda gamagráfica donados a nuestro
país. La donación incluyó además
del equipo, financiación de visitas científicas
y becas a personal de medicina nuclear de las ciudades que
recibirán las sonda.
La sonda gamagráfica permite detectar la radioactividad
presente en alguna parte del cuerpo, administrada previamente,
y más concretamente permite detectar el llamado ganglio
centinela, ganglio que recibe el primer drenaje de alguno
de los tumores, en especial el del cáncer de mama.
El beneficio del aparato es localizar con precisión
este ganglio para examinarlo en el procedimiento quirúrgico,
definir si está comprometido, y decidir si se hace
una cirugía extensa en el paciente.

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No es un tratamiento
del cáncer de mama sino que ayuda a definir si los
ganglios, especialmente los de la axila de la paciente tienen
compromiso tumoral o no, para que se planee una cirugía
radical o conservadora, según el caso. Además,
la sonda también tiene utilidad en cáncer de
tiroides, páncreas, algunos tipos de cáncer
de colon y melanoma, explicó el médico nuclear
Juan Luis Londoño Blair, Jefe del Servicio de Medicina
Nuclear del Hospital San Vicente.
El cirujano mastólogo Bernardo Aizen, Jefe del Servicio
de Mastología del Hospital Central de las Fuerzas Armadas
de Montevideo y Presidente de la Sociedad Uruguaya de Mastología,
ha estado dos veces en Colombia delegado por el OIEA adelantando
un programa de capacitación de médicos nucleares
de diferentes ciudades, explicando las virtudes de la utilización
de la sonda gamagráfica a la comunidad médica
colombiana.
Más beneficios y menos mutilación
El experto señala que la cirugía del cáncer
de mama comparte el doble objetivo de una curación
oncológica. Dado que es una enfermedad en muchos casos
con sobrevida por largos plazos sin enfermedad ostensible,
se procura entonces respetar la integridad física,
estética, corporal y sicológica de las pacientes.
De esa doble dicotomía entre radicalidad oncológica
y preservación de la estética, aparece esta
técnica que permite, detectando un único ganglio
de la axila (ganglio centinela), estudiándolo y viendo
si está o no comprometido por el cáncer, decidir
a cual paciente se hace escisión axilar completa o
no. El 70% de ellas evitan la escisión axilar con sus
consecuencias eventuales de hinchazón del brazo, tareas
de fuerza, trastornos de la motilidad, etc. O sea, la sonda
permite conocer exactamente dónde está la enfermedad
y tratarla con exactitud, pero sin excesos como hacíamos
cuando no teníamos la sonda y se extraían los
ganglios de la axila a todas las portadoras de cáncer
de mama; ahora solo se extrae cuando la técnica demuestra
que el tumor ha llegado a la axila.
El experto señala que los cánceres de mama avanzados
no son accesibles a esta técnica, por lo que es muy
importante la consulta precoz de la paciente para un diagnóstico
oportuno ante cualquier anormalidad mamaria que ella detecte.
En ese momento se pueden utilizar estas nuevas técnicas
de mayor beneficio y menos mutilación. Yo diría
que la mitad de los cáncer de mama pueden ser sometidos
a esta técnica, señaló.
Uso en Colombia
La linfogamagrafía se divulgó en 1997, en el
año 2001 pasó de ser técnica experimental
a técnica asistencial y desde hace 2 años es
muy utilizada por la comunidad médica internacional.
En Colombia se tienen 3 equipos de sonda gamagráfica
(2 en Bogotá y 1 en Cali),y de los 9 equipos donados
por el OIEA, 6 llegan para Bogotá, uno para Cali, uno
para Barranquilla y el de Medellín que llega al Hospital
Universitario San Vicente de Paúl. Estos equipos permitirán
realizar hasta 3 o 4 procedimientos diarios, con la ventaja
de que las linfogamagrafías están incluidas
dentro del Plan Obligatorio de Salud.
El doctor Bernardo Aizen consideró que la comunidad
médica colombiana está perfectamente capacitada
para empezar a dominar rápidamente esta técnica,
ya que se trata de un país de gran cultura médica:
la curva de aprendizaje no va a llevarse mucho tiempo
porque hay una buena formación nacional y por tratarse
de un procedimiento práctico de una realización
no sofisticada. El paciente se beneficia porque la irradiación
que recibe es muy bajita, inclusive menor que la de una radiografía
del tórax, por lo que se trata de un procedimiento
seguro tanto para el paciente, para el médico nuclear,
para el cirujano de mama y para el resto de personal de cirugía,
ya que no tiene efectos secundarios por la radiación
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