Impuestos saludables: tributos para mejorar la salud y las finanzas del sector Fuerte debate entre defensores y detractores de “impuestos saludables” Olga Lucia Muñoz López, Periodista - elpulso@sanvicentefundacion.com Un tortuoso camino tendrán que recorrer los “impuestos saludables” para ser aprobados en la reforma tributaria, según debate encendido entre defensores y detractores. Óscar Darío Pérez, un coordinador de ponentes, atacó el impuesto a bebidas azucaradas: “No puede ser presentado como medida para favorecer la salud pública, para reducir los índices de obesidad, puesto que las gaseosas no son las únicas bebidas que engordan, por lo que debería hacerse lo mismo con productos como chocolate, cerveza y todos los alimentos con alto contenido calórico”. Dijo que según estudios de Andi y Fenalco, no influyó en la disminución del consumo en Chile y Méjico, por lo que la educación y el refuerzo de sanas costumbres serían más efectivas para disminuir índices de obesidad. En debate en la Comisión 1ª del Senado por la crisis en salud, el senador Horacio Serpa advirtió que "en la reforma tributaria no estarán los recursos que requiere la salud" y por ello propuso” elaborar una reforma estructural en salud para el próximo gobierno ". “Se abrió un espacio para fortalecer los tributos territoriales y por eso vemos en esta reforma tributaria una ventana de oportunidades para departamentos y municipios”, afirmó Amylkar Acosta, director de la Federación Nacional de Departamentos. Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle, afirmó que el “impuesto a bebidas azucaradas afectaría a departamentos productores de caña de azúcar”, por lo que propuso que la carga tributaria se reparta con otros alimentos como los embutidos. Estudio de Andi y E-Concept dice que un gravamen extra afectaría a comerciantes y tenderos; provocaría caída en ventas del sector alojamiento y comidas por $143.000 millones, $19.000 millones en bebidas y $2.000 millones en insumos químicos; y no dejaría resultados en salud ni en la lucha contra el sobrepeso, porque en otros países no significó disminución en obesidad y diabetes. Más la encuesta de Andi 2013 indica que las gaseosas no están entre los 50 productos más vendidos ni entre los 50 más rentables en tiendas de barrio. Los defensores del impuesto afirman que el cluster del azúcar en Colombia (15 ingenios, 12 co-generadores de bio-energía, 6 destilerías de alcohol carburante, más de 2.750 proveedores de caña, 1 productor de papel, 1 empresa sucroquímica, 40 empresas de alimentos y 3 de gaseosas, 8 empresas de vinos y licores, y más de 50 proveedores especiales), es el más productivo del mundo, porque está diversificado y no concentrado en azúcar. El informe Asocaña 2015-2016 se titula “Somos más que azúcar”, porque muestra como a partir de la caña, además de azúcar, BioEtanol y BioEnergía, en Colombia se producen insumos fundamentales para varias industrias, como vinagre, citratos minerales, plastificantes y ácido cítrico. Y en 2015 se exportaron 725.000 toneladas de azúcar por US$313 millones de dólares, que se seguirán exportando sin que las afecte el impuesto a bebidas azucaradas que es un solo derivado del azúcar. Científicos internacionales apoyan impuesto a bebidas azucaradas La comunidad académica internacional envió carta al ministro de Salud, Alejandro Gaviria, para apoyar el impuesto a las bebidas azucaradas; fue firmada por investigadores, Phd en nutrición, medicina y otras especialidades, de Estados Unidos, Brasil, Méjico y Chile, como el investigador de ciencias de la alimentación, Barry M. Popkin, que inspiró el movimiento mundial en favor de impuestos saludables con su libro “El mundo está gordo". Entre los apartes, dicen: "Como académicos expertos sobre las causas de obesidad y enfermedades relacionadas tales como diabetes, le escribimos para mencionar que la ciencia es clara respecto del rol de las bebidas azucaradas (SSB, por sus siglas en inglés) en la generación de estas enfermedades; el consumo de azúcar en exceso es una de las causas principales de obesidad y sus enfermedades relacionadas. Por tanto, expresamos nuestro amplio apoyo a la aplicación de impuestos a las SSB como medida fundamental altamente efectiva y parte de un programa más amplio para tratar estos problemas". Entre los beneficios destacan: “Los impuestos a las SSB son beneficiosos para los gobiernos porque reducen el consumo, impactando de manera positiva la salud pública, mientras que aumentan los ingresos públicos, que podrían destinarse a la atención. Si se implementa un impuesto a las SSB del 20% sin interferencia por la industria de bebidas, se prevé que la compra disminuirá 23.4% y los ingresos públicos aumentarán $1 billón 350.000 millones (US$450 millones de dólares) por año en los primeros 3 a 5 años en promedio; todo ello se usará para mejorar servicios de salud de Colombia, donde el costo de proporcionar servicios médicos para diabetes y enfermedades relacionadas con bebidas azucaradas aumentó 755% solo entre 2009 y 2012, según el Ministro de Salud”. Agregan: “Además de reducir significativamente el consumo de bebidas nada saludables, los impuestos a las SSB también aumentan el consumo de bebidas más saludables, como agua y leche. Los impuestos a las SSB son especialmente efectivos para reducir consumo y mejorar la salud entre consumidores de menores ingresos, porque este grupo es más sensible a los aumentos de precio. Esto es importante porque la gente con menores ingresos generalmente sufre de forma desproporcionada efectos dañinos de la obesidad”. Acierto de impuestos saludables César Rodríguez, director de Dejusticia, afirma que los impuestos a cigarrillos y bebidas azucaradas son saludables por partida doble: recogen fondos para salud y reducen enfermedades y costos. Dice que el primero equipara a Colombia con el resto del mundo, porque OMS señala que aquí cobran los impuestos más bajos de todos los países de una muestra mundial. Y el segundo es recomendado como la vía eficaz para reducir el consumo de azúcares responsables parcialmente por la obesidad, diabetes y otras enfermedades en aumento, que termina pagando el sistema de salud con plata de todos. De hecho, el impuesto propuesto en la reforma ($300 por litro) es menor al nivel mínimo del 20% del precio de venta sugerido por la OMS. Y concluye que ante el déficit en la salud, “sin más fondos e impuestos saludables, no hay buenas intenciones que alcancen”.   Más información... Reforma tributaria 2016: Más salud y más recursos para salud “El azúcar, el ron y el tabaco son unas mercaderías que en ninguna parte se consideran como de necesidad para la vida, que se han hecho objeto de un consumo muy general, o casi universal, y que por... 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