Impuestos saludables: tributos para mejorar la salud y las finanzas del sector Más impuesto al cigarrillo reducirá consumo, enfermedad y muerte por tabaquismo María Carmenza Gómez Fernández., Periodista - elpulso@sanvicentefundacion.com El alza del impuesto al tabaco y al cigarrillo en la reforma tributaria 2016 tendrá un fuerte impacto en salud pública, porque generará recaudos adicionales de $0.5 billones en 2017 y de $1 billón en 2022 para financiar el aseguramiento en salud; reduciría la prevalencia de consumo de 12,95 a 11,4 en un marco de 1-2 años; reduciría el porcentaje de muertes atribuibles al tabaquismo, porque se estima que 72 personas mueren por día en el país a causa del tabaquismo (15.9% de todas las muertes en el país) y podrían evitarse 26.460 muertes por año; reduciría la carga de enfermedades no transmisibles en el mediano y largo plazo; reduciría el gasto asociado a las enfermedades relacionadas con el consumo del tabaco, las cuales tienden a ser excesivamente costosas. Debido al tabaco, alrededor de 10.606 personas son diagnosticadas de un cáncer anualmente, y cada año el tabaquismo es responsable de 112.891 infartos y hospitalizaciones por enfermedad cardíaca (IECS & IETS). Además, la morbilidad y mortalidad asociada al tabaquismo genera una carga financiera importante sobre el sistema de salud. IECS & IETS (2013) estima que el costo anual directo en el sistema, atribuible al tabaquismo, es $4.2 billones. El aumento al impuesto busca desincentivar el consumo para reducir esa morbilidad y mortalidad asociada al tabaquismo, acercar el impuesto a estándares internacionales y generar mayores recursos para la salud. El alza será progresiva, así: de $659 en 2015 pasó a $701 en 2016, con el alza del impuesto la cajetilla costará $2.100 en 2017 y a partir de 2018 en los años siguientes el precio será la inflación+4%. El precio de la cajetilla más vendida en Colombia pasará de $3.000 a $4.600. A partir de 2017, las tarifas del impuesto al consumo de cigarrillos y tabaco elaborado serán: 1) Para cigarrillos, tabacos, cigarros y cigarritos, $2.100 por cajetilla de 20 unidades o proporcional a su contenido. 2) La tarifa por gramo de picadura, rapé o chinú será de $167. Dichas tarifas se actualizarán anualmente a partir de 2019 en un porcentaje equivalente al crecimiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) más 4 puntos. Beneficios del impuesto al tabaco La evidencia empírica internacional demuestra que la tributación al tabaco es una medida excepcionalmente costo-efectiva para reducir los efectos negativos del consumo. En su reporte de 2015, la OMS afirma que el aumento de impuestos al tabaco, a más del 75% del precio de venta, es una de las medidas más efectivas para controlar la epidemia del tabaquismo, especialmente entre los más jóvenes y los más pobres. Según evidencia internacional, el aumento del impuesto al tabaco contribuye a: 1) Que fumadores dejen de fumar o reduzcan el consumo de tabaco, siendo la medida más efectiva en este propósito. 2) Prevenir que otras personas empiecen a fumar, particularmente los jóvenes y los más pobres. 3) Reducir la carga de enfermedades no transmisibles en el mediano y largo plazo. 4) Reducir el gasto asociado a enfermedades relacionadas con el consumo del tabaco, que tienden a ser excesivamente costosas. 5) Generar recursos adicionales que pueden ser utilizados para financiar programas de salud y/u otros servicios públicos. Y el incremento de los impuestos al tabaco es una medida relativamente económica y (técnicamente) fácil de implementar. Por razones de salud pública más que de recaudo En la Exposición de Motivos para incrementar el impuesto al tabaco, la Comisión de Expertos señaló que si bien la estructura del tributo adoptada desde 2010 responde a las tendencias internacionales y resolvió distorsiones que causaba la estructura anterior, también es cierto que por razones de salud pública, más que de recaudo, hay espacio para aumentar este impuesto. Este impuesto en Colombia es bajo en comparación con estándares internacionales y se considera necesario desincentivar el consumo mediante el aumento de la carga tributaria, especialmente entre la población más joven, teniendo en cuenta las externalidades y costos que el tabaquismo representa para el sistema de salud. Según OMS, casi 80% de los 1.000 millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos bajos o medios. En Colombia según el último estudio nacional sobre el consumo de sustancias psicoactivas (2013), el 12.9% de la población fumó tabaco/cigarrillo al menos una vez en los últimos 30 días y se consideran consumidores actuales, lo que equivale a poco más de 3 millones de fumadores en el país. Si bien el consumo de tabaco/cigarrillo disminuyó entre 2008 y 2013 (de 17.3% en 2008 a 12.9% en 2013), continúa siendo el tercer factor de riesgo en términos de años de vida ajustados por discapacidad, después de la mala alimentación y la presión arterial alta, junto con altos índices de masa corporal. Además, según la OMS, el precio de los cigarrillos en Colombia es significativamente menor en relación con otros países de América Latina o del continente (incluyendo Estados Unidos y Canadá): en 2014 el precio de los cigarrillos de la marca más vendida fue de $1.82 dólares internacionales, mientras el promedio en los países de las Américas es de $4.92 dólares, más de dos veces el precio en Colombia. La carga fiscal total sobre el precio de venta al público de productos de tabaco en Colombia sigue siendo baja, según estándares regionales e internacionales. Para asegurar que estos productos sean menos asequibles, el impuesto específico debe aumentar a un ritmo superior al incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC). El bajo precio de cigarrillos en Colombia se debe en gran medida, a la carga relativamente baja de los impuestos; la presión fiscal es baja en comparación con otros países del mundo y la región: los impuestos totales, como porcentaje del precio de venta en Colombia, se estiman en alrededor de 49.4%, por debajo del promedio estimado para las Américas (53%). El recaudo real del impuesto es bajo: en 2013 estaba en niveles del 0.07% del PIB, muy por debajo de países de la región (en Chile y Méjico el recaudo representó 0.59% y 0.21% del PIB, respectivamente). Trabajos empíricos demuestran que el impacto neto sobre los más pobres es positivo, la elasticidad-precio de personas más pobres es más alta; en consecuencia, ante aumento en el precio del tabaco, los fumadores de este segmento poblacional reducen aún más su consumo o dejan de consumirlo, con lo cual los beneficios en salud son mayores. Si no se aumentan los impuestos al tabaco, el número de fumadores en 2020 podría incrementarse en 9% y alrededor de 11.000 personas fallecerán por enfermedades isquémicas del corazón atribuibles a tabaco, 7.900 por enfermedades en vías respiratorias menores y cerca de 3.000 personas por cáncer de pulmón. Y el país seguirá gastando alrededor de $4.2 billones en tratamiento de enfermedades asociadas al tabaquismo.   Más información... 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