Por ello la recomendación es hacer análisis
adicionales de la situación de estas enfermedades e
impactar sobre la reducción de la mortalidad por esta
causa, con la orientación de actividades para detectar
y controlar los factores de riesgo modificables, en una tarea
mancomunada del sector salud y otros sectores. Se requiere
la intervención de los tomadores de decisiones con
acciones en políticas públicas, que promuevan
una cultura de actividad física, hábitos nutricionales
saludables y control de factores de riesgo.
Tendencia mundial
En conjunto, las Enfermedades Cardiovasculares (ECV)
junto con el cáncer, la diabetes y las enfermedades
pulmonares crónicas, se identifican como Enfermedades
No Trasmisibles (ENT), las cuales muestran un rápido
aumento y son la principal causa de muerte en el mundo. En
2008, las ENT causaron el 63% de las muertes y se estima un
incremento del 15% (44 millones) entre 2010 y 2020, alcanzando
el 73% de la mortalidad y el 60% de la carga de la morbilidad.
Dentro de las ENT, las ECV representan la principal causa
de muerte: En 2008 causaron la muerte a 17 millones de personas,
representando el 48% de las muertes por ENT y el 30% de todas
las muertes registradas en el mundo. De esas muertes, 7,3
millones se debieron a cardiopatías coronarias y 6,2
millones a accidente cerebro-vascular. En todo el mundo, el
42% de las defunciones por enfermedades cardiovasculares están
relacionadas con la cardiopatía isquémica, 34%
con enfermedades cerebro-vasculares, 7% con enfermedad hipertensiva
y 2% con cardiopatía reumática.
Situación en Colombia
En Colombia, el Observatorio Nacional de Salud examinó
la tendencia de las tasas de mortalidad por los principales
eventos que hacen parte del grupo de enfermedad cardiovascular
para el período 1998-2011, a partir de los registros
de los certificados individuales de defunción consolidados
en las bases de mortalidad del Departamento Administrativo
Nacional de Estadística (Dane).
Se tomaron las muertes correspondientes a enfermedades: cardíaca
isquémica, cerebro-vascular, hipertensiva y cardiaca
reumática crónica. De las defunciones debidas
al grupo de enfermedad cardiovascular seleccionado, el 56,3%
se debieron a enfermedad cardíaca isquémica,
el 30,6% a enfermedad cerebro-vascular, el 12,4% a enfermedad
hipertensiva y el 0,5% a enfermedad cardiaca reumática
crónica. La tasa cruda de mortalidad anual promedio
fue de 104,6 muertes por 100.000 habitantes y la tasa de mortalidad
ajustada por edad anual promedio de 106,2.
En 2011 se registró la más alta proporción
de fallecimientos por ECV (25,4%) y la menor proporción
se observó en 1998 (21,6%). En 1998, las muertes debidas
al grupo de enfermedades cardiovasculares seleccionadas correspondieron
al 21,6% del total de las muertes registradas en el país
y el 6,0% de total de muertes del período estudiado.
A partir de ese año, las proporciones han venido en
aumento, alcanzando en 2011 el 25,4% del total de muertes
(Ver Tabla 1).
Por ECV mueren más hombres
y más personas mayores de 75 años
Entre 1998 y 2011 se observó mayor mortalidad
masculina, con razones de tasas de 1,07 en 1998 y de 1,10
en 2011. Del total de fallecidos 323.037 fueron hombres (51,4%)
(tasa cruda de mortalidad anual promedio de 108,9 por 100.000),
y 305.323 mujeres (48,6%) (tasa cruda de mortalidad anual
promedio de 100,4).
El 37,2% de las muertes por ECV se presentó en personas
de 75 y más años, y el 15,2% entre los 65 a
74 años. El riesgo de morir aumenta con la edad. Las
tasas específicas de mortalidad por edad y sexo mostraron
el aumento de ese riesgo al final del período y para
los dos sexos.
La tasa de mortalidad por ECV se incrementó durante
el período 1998-2011 debido al envejecimiento poblacional,
pues las tasas de mortalidad ajustadas por edad muestran tendencia
al descenso. A pesar de esto, las muertes por enfermedad cardiovascular
cada año representan una mayor proporción del
total de muertes en Colombia.
Mortalidad por ECV por regiones
Las tasas de mortalidad ajustadas por edad para enfermedades
cardiovasculares en 1998 y 2011 fueron superiores a la tasa
nacional en Tolima, Caldas, Quindío, Risaralda, San
Andrés y Providencia, Norte de Santander, Huila, Valle
y Antioquia; a éstos se agregaron Santander, Bogotá
y Atlántico en 1998, y Tolima, Meta, Cundinamarca,
Arauca, Boyacá y Casanare en 2011. En relación
con 1998, las tasas se redujeron en Atlántico, Antioquia,
Santander, Bogotá, Risaralda, Valle, Caldas, Bolívar,
Quindío, Huila, Cauca, Norte de Santander, Chocó,
Caquetá, Arauca y La Guajira.
El informe concluye entonces que la mortalidad por enfermedad
cardiovascular presenta desigualdades entre sexo y por departamentos
en Colombia.
Años de Vida Potenciales Perdidos
por ECV
Durante el período de estudio, el número
total de Años de Vida Potenciales Perdidos (AVPP) fue
de 12.475.251, con una tasa de AVPP de 22,5 por 1.000 y con
una media anual de 891.089 años. Los años con
mayores AVPP fueron 2008 (946.845, tasa 21,3 por 1.000) y
2010 (942.366, tasa 20,7), y los de menor pérdida fueron
1998 (793.482, tasa 20,2) y 1999 (858.066, tasa 21,6).
Recomendaciones
El panorama referido del aumento de mortalidad por enfermedad
cardiovascular, puede ser atribuible a los cambios en hábitos
nutricionales y la actividad física. También
se menciona como posible resultado del desplazamiento de la
población hacia el área urbana, a consecuencia
del conflicto armado y de intereses económicos que
condujeron a cambios severos en la configuración social
y demográfica de algunos municipios del país.
Y debido a que la enfermedad cardiovascular es atribuible
a factores de riesgo como consumo de tabaco, falta de actividad
física y dieta poco saludable, factores que pueden
ser modificados, se deben impulsar y fortalecer las actividades
propuestas en programas de promoción y prevención
dirigidos al control de estas enfermedades.
Para el control de los principales factores de riesgo, desde
el nivel político se dispone de acciones contenidas
en: 1) La política nacional de seguridad alimentaria
y nutricional, que incluye la promoción y protección
de la salud y la nutrición, y fomento de estilos de
vida saludable. 2) Ley 1335 de 2009 con disposiciones de prevención
de daños a la salud de los menores de edad, la población
no fumadora y políticas públicas para la prevención
del consumo del tabaco y el abandono de la dependencia del
tabaco. 3) Ley 1355 de 2009 que define la obesidad y las Enfermedades
Crónicas No Transmisibles asociadas a ésta como
una prioridad de salud pública, y adopta medidas para
su control, atención y prevención. 4) Plan Decenal
de Salud Pública 2012-2021, que en la dimensión
Vida Saludable y Condiciones No Transmisibles incluye los
componentes de modos, condiciones y estilos de vida saludables
y las condiciones crónicas prevalentes .
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