|
La mortalidad infantil está
disminuyendo en todo el mundo, aunque de manera desigual,
pues se mantienen altas prevalencias en países de bajos
recursos. El énfasis debe centrarse en el período
neonatal, pues en este grupo se presentó el 40% de
las muertes. Las dos principales causas de mortalidad en menores
de 5 años fueron la neumonía y la enfermedad
diarreica, las cuales contribuyen con el 18% y el 15% respectivamente.
Como ejemplo de cobertura con vacunación está
la vacunación contra sarampión, la cual pasó
de 73% en 1990 a 82% en 2009, con mayor incremento en países
de bajos ingresos, con excepción de África donde
las coberturas siguen siendo bajas.
La mortalidad materna por complicaciones del embarazo y el
parto descendió 34% entre 1990 y 2008; en éste
último año, el 99% de las muertes fueron en
países en desarrollo.
La morbilidad y mortalidad por malaria fue reportada al descenso
en el período 2000-2009. El número de muertes
por malaria pasó de casi 1 millón en 2000 a
781.000 en 2009. En muchos países el número
de casos confirmados disminuyó hasta 50%. En 2009,
por primera vez, la región europea no reportó
ningún caso por Plasmodium falciparum.
La tuberculosis muestra un ligero aumento, explicado porque
la explosión demográfica es mayor que la poca
disminución en las tasas de incidencia. En 2009 se
estimó que la prevalencia estaba entre 12 y 16 millones
de casos, con 9.4 millones de casos nuevos. La mortalidad
por esta enfermedad disminuyó más de una tercera
parte desde 1990. Sin embargo, ahora debe enfrentarse el reto
de la tuberculosis multi-resistente.
La infección por el VIH sigue en aumento y se estima
que llegó a 33.3 millones de infectados en 2009 (23%
más que en 1999). Sólo en 2009 hubo aproximadamente
2.6 millones de casos nuevos y 1.8 millones de defunciones
relacionadas con la infección VIH/sida. Sin embargo,
en muchas regiones la epidemia se estabilizó o va en
descenso. Se debe seguir trabajando para que todas las personas
tengan acceso al tratamiento anti-retroviral, ya que persisten
problemas de cobertura en países pobres.
Las enfermedades tropicales desatendidas afectan más
de 1.000 millones de personas en el mundo. De éstas
se han logrado impactos significativos en lepra, filariasis
linfática y dracunculosis, pero siguen aumentando las
epidemias de dengue, incluso con mayor extensión geográfica,
pues se han reportado casos en 5 de las 6 regiones de la OMS.
El acceso a fuentes mejoradas de agua potable pasó
de 77% a 87% entre 1990 y 2008. A pesar de ello, 884 millones
de personas en 2008, principalmente de áreas rurales,
no tenían esa posibilidad. El acceso sostenible a servicios
básicos de saneamiento no alcanzó las metas,
y 2.600 millones de personas en 2008 no lo tuvieron, incluyendo
1.100 millones de personas sin servicio sanitario ni instalaciones
higiénicas de ningún tipo.
Los medicamentos esenciales siguen siendo escasos y costosos
en los países en desarrollo. El sistema público
no los proporciona y los del sector privado no son accesibles
a toda la población.
Las enfermedades no transmisibles como cardiovasculares, diabetes,
cáncer y enfermedades respiratorias crónicas
aumentan en todos los países del mundo y en todas las
edades. Se estima que en 2008 causaron 36 millones de muertes
en todo el mundo.
Los traumatismos intencionales y accidentales causaron la
muerte a 5 millones de personas en el mundo, siendo más
afectadas las personas más pobres, que usualmente viven,
trabajan y viajan en condiciones peligrosas. También
causaron gran número de lesionados que generan altos
costos al sistema de salud en incapacidad y rehabilitación.
¿Y cómo estamos en Colombia?
Fuente: OMS. Estadísticas Sanitarias Mundiales
2011. Disponible en: www.who.int/whosis/whos tat/ES_WHS2011_Full.pdf
soox@elhospital.org.co
|