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Es urgente reivindicar
en la formación médica el componente ético
para fortalecer la relación médico-paciente como
un acto de amor, apoyado pero no determinado por la tecnología
y los intereses económicos, para retomar el fin último
de la medicina que es recuperar el bienestar del paciente por
medio de una atención humanizada. |
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Este fue un llamado del Diálogo
de Bioética y Salud el 26 de agosto en el Hospital
Universitario de San Vicente Fundación, preámbulo
al I Seminario de Bioética, Salud y Tecnología
que se realizará el 29 y 30 de septiembre en el Parque
Comercial El Tesoro.
El doctor Ricardo Restrepo, presidente de la Junta Directiva
de San Vicente Fundación, señaló que la
cuestión fundamental es cómo recuperar el humanismo
en la formación del médico, en un ámbito
cada vez más dependiente de la tecnología, la
legislación, la economía, la ingeniería.
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¿Más
interés por la tecnología y menos por lo humano?
Mónica Uribe, decana de la Facultad de Medicina
de la U. Pontificia Bolivariana, señaló que la
tecnología afecta mucho la relación médico-paciente,
pero se debe velar porque el ser humano sea el centro, con base
en principios como respeto y confianza.
Para el doctor Luis Javier Giraldo, decano de la Facultad de
Medicina de la Fundación Universitaria San Martín,
la revolución tecnológica transformó
la medicina y se convirtió en barrera que lleva a la
ruptura de la relación médico-paciente, dificulta
la comunicación y la relación interpersonal, y
lleva a inadecuados diagnósticos y conductas terapéuticas.
El doctor Carlos Alberto Palacio, decano de la Facultad de Medicina
de la U. de Antioquia, agregó que en la formación
se debe insistir en el auto-control para no incurrir en el error
conceptual gravísimo de creer que la atención
es mejor si se hace con mayor nivel tecnológico.
El doctor Ricardo Posada, decano de la Facultad de Medicina
de la Universidad CES, reiteró que nadie puede negar
que la tecnología es fundamental para el desarrollo de
la medicina, pero lo importante no es ir en contra de ella sino
darle valor ético: Que nos sirva para mejorar la
atención del paciente que es el fin último, pero
que no nos haga olvidar la importancia de la relación
médico-paciente. El doctor Restrepo recalcó
que la tecnología debe llegar a su justo medio, un equilibrio
entre el uso y el abuso. Y el doctor Palacio agregó que
en la literatura científica el 90% no es de buena calidad:
Los médicos deben tener en su formación
como un componente esencial, la lectura crítica, porque
le da elementos para hacer auto-control, que es el elemento
ético.
El doctor Posada insistió en que el valor ético
de la tecnología la da el médico que la usa: El
buen médico es el que sabe muy bien la ciencia médica;
el médico bueno es el que además es bondadoso,
altruista y tiene los valores y principios que enseña
la medicina. Es una diferencia muy sutil pero enorme. No es
suficiente ser buen médico, tenemos que enseñar
a ser médicos buenos.
Comunicación y humanismo
Todos coincidieron en lo fundamental de la comunicación
en la formación del médico y la relación
médico-paciente. El doctor Palacio enfatizó que
el acto médico es un acto de amor: Nosotros somos
en razón del otro, si no hay un otro nosotros no somos.
Como decía Octavio Paz, 'para poder ser yo, he de ser
otro'. La verdad del quehacer médico está en el
otro, no está en uno, uno puede ser técnicamente
muy bueno, tener conocimientos excelentes, pero si no tengo
claro que mi existencia va en función de los otros, no
voy a ser un buen profesional ni un buen ser humano.
El doctor Posada insistió en que la medicina no es un
fin en sí misma, sino un medio para servir a la humanidad
que sufre, y que se necesita más espíritu de servicio.
Mónica Uribe hizo un llamado a recuperar el sentido humano
de las profesiones.
¿Se puede ejercer una atención
humanizada?
La doctora Mónica Uribe advirtió que en
los currículos hay un 20% de componentes humanistas y
éticos, pero que el estudiante está inmerso en
contextos que permean los currículos. El doctor Posada
informó que las facultades imparten formación
ética y humanística con estándares nacionales
e internacionales, pero que no pueden enfrentar el currículo
oculto en el cual los docentes deshumanizan al estudiante
con el mal ejemplo.
El doctor Palacio señaló que los planes de estudio
trabajan en competencias del buen quehacer, como ética,
comunicación, trabajo interdisciplinario, solidaridad,
auto-control. Pero invitó a reflexionar sobre estrategias
para que los estudiantes adquieran esas competencias, buen juicio,
buen comportamiento para un buen ejercicio.
El doctor Giraldo concluyó: Lo fundamental es entender
la función social y humanística que debe imprimirse
en los planes de estudio y la formación del médico,
entendiendo que la vida humana es un intercambio entre el hombre
y la sociedad y el contexto en el cual se desenvuelve. La formación
humanista y ética debe ser un continuum en todo el proceso
formativo. |
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