MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 12    No. 154  JULIO DEL AÑO 2011    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 


Atención Primaria en Salud entre el derecho humano y la puja del mercado
Hernando Guzmán Paniagua - Periodista - elpulso@elhospital.org.co
Mientras el gobierno anuncia el oro y el moro con normas mil dentro de la estrategia de Atención Primaria en Salud (APS), los colombianos deshojamos margaritas para saber si el remendado sistema de salud nos quiere mucho, poquito o nada.
En reciente Jornada Nacional del Sistema de Salud en Medellín, Mario Cruz Peñate, consejero regional en salud para las Américas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), bien dijo: “Comprender el sistema de salud en Colombia es muy difícil, nos pasaríamos toda la vida. Una cosa dicen las normas, otra es la realidad, lo que experimenta una persona al tratar de acceder al sistema de salud. No nos podemos conformar con incrementar la esperanza de vida en 10 ó 15 años, o reducir en promedio la mortalidad materna e infantil, hay que poner atención en si hemos reducido las disparidades por grupos con cargas de enfermedad más temprana, por sexos o grupos étnicos”.

Expuso que en la región hay 3 tipos de sistemas de salud: Servicio Nacional de Salud (SNS), con provisión y financiamiento públicos; Seguro Social de Salud basado en aseguramiento ligado a condiciones como el empleo y prepago; y el sistema empresarial. En un esquema de mercado, son tipos que coexisten: no hay sistemas puros, sino predominio de uno u otro. La OPS al analizar la Renovación de la Atención Primaria en Salud, encontró que los sistemas con predominio del SNS tienen mejores resultados en estado de salud de la población, equidad, satisfacción y costo de los servicios, dijo Cruz Peñate: “Un SNS o sistema único de salud no implica ausencia del sector privado, pero sí una clara responsabilidad sobre la salud como derecho que debe garantizarse, y tener claro quién paga y quién provee el servicio”. Señaló como los dos grandes problemas de los sistemas de salud en la región la segmentación (discriminación de usuarios) y la fragmentación de servicios, y puso como ejemplo de fragmentación en Colombia, la discusión entre lo POS y lo No-POS.
Manifestó el experto que con miras a la renovación de la APS, la OPS busca el diálogo político y social entre actores, la integración operativa con enfoque de APS, pues es vital la integración de redes de servicios y los conocimientos sobre formas de gestión y el éxito logrado: “El mapa de ruta hacia un sistema basado en APS depende de la factibilidad técnica, política, económica y social de cada país; los tradicionales referentes como Brasil y Chile, siguen con puntos para mejorar. La evaluación continua, centrada en las personas, es otro aspecto fundamental de la APS. Si comparamos su gasto en salud (7.3% del PIB) y los recursos potenciales disponibles, Colombia está mucho mejor que la mayoría de países de la región, con gasto per cápita superior a US$600; la cuestión no es que no haya recursos, sino cómo se orientan. Para el individuo, los recursos sí son problema, no tener el pasaje para ir a la cita, que lo remitan a otra parte, el sufrimiento, el detrimento de la dignidad humana. Reconocer, no sólo de palabra sino de hecho la salud como derecho humano, no se logra fácilmente, sin la exigencia de las personas”.
Recalcó el vocero de OPS: “La APS no es atención barata para los pobres, es algo mucho más amplio: una estrategia multisectorial para hacer efectivo el derecho a la salud y que la trasciende. Lamentablemente, algunos países adoptaron enfoques distintos como la APS selectiva, con limitaciones demostradas; los países exitosos son los que optaron por construirla progresivamente para garantizar el derecho, basados en el principio de la solidaridad. Hay que aprender de los errores propios y ajenos. Hay razones de sobra para renovar la APS: la más urgente, que no fuimos exitosos en bajar las desigualdades en salud; y además de las presiones por costos, la coexistencia de enfermedades crónicas e infecciosas, y avances en ciencia y tecnología. La salud es un mercado tan imperfecto que deberíamos preguntarnos si debería ser un mercado. Hay países que avanzaron en la conformación de sus sistemas de salud basados en APS, como Cuba y Brasil”.
Y recordó que “los países firmantes de la Declaración de las Américas se comprometieron a promover sistemas basados en la APS, la cual para la OPS significa derecho real al mayor nivel posible de salud, máximas equidad y solidaridad, acceso a la cobertura y acceso universal, atención integral, integrada y apropiada, énfasis en promoción y prevención, y la familia y la comunidad como bases de la planificación y la acción”.
¿APS en sistemas de mercado?
“¿Son posibles modelos alternativos de Atención Primaria en Salud en sistemas de mercado?”. Así se tituló el Seminario realizado en la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, cuyas conclusiones resumió así Juan Eduardo Guerrero, magíster en salud pública y consultor de salud de la OPS/OMS: “Las experiencias nacionales e internacionales permiten afirmar que sí es posible avanzar en las Redes Integradas de Servicios de Salud basadas en la Atención Primaria en Salud (APS); ello implica grandes esfuerzos y retos para distintos sectores”.
Indicó el consultor: “Primero el sistema de formación de recursos humanos tiene que iniciar una reconversión de recursos humanos hacia los servicios de salud familiar en atención primaria, para estar cerca de la gente, de la casa, de los sitios de trabajo. Las facultades de salud pública deberán reconvertir sus programas para operativizar instrumentos que permitan a la gente actuar cerca de las comunidades, con los determinantes sociales de la salud para producir cambios, junto con los gobiernos municipales. Se necesita una reconversión del financiamiento: en Colombia los recursos son suficientes pero deben reorientarse, pues en lo nacional, departamental y municipal, en promoción y prevención, irónicamente no se utilizan para el fin pactado; hay que crear un pacto social a través de los presupuestos participativos, que las comunidades junto con salud pública y las municipalidades, acerquen los recursos acordes con las necesidades de la población para mejorar su calidad de vida”. El expositor abogó por estímulos al pago de los profesionales de salud pública, promoción y prevención.
Y agregó: “Las redes integradas de servicios de salud serán un pacto de las distintas instituciones para optimizar recursos, y en lugar del principio de competencia, requerimos que rija el principio de la solidaridad, para que los recursos públicos y privados en forma solidaria ayuden a sostener la red de servicios. Hay que cambiar el paradigma. Las redes deberán conectarse con los servicios de las comunidades en APS, no las concebimos como sistemas aislados, sino como vasos comunicantes que permiten la integralidad del conjunto del sistema, y con base en los planes decenales de salud pública”.

Todos los analistas reconocen
queel Estado en Colombia tiene hoy
lasherramientas para cimentar una buena
Atención Primaria en Salud, pero albergan
la misma duda: ¿habrá la voluntad
política para ejecutarla?
Guerrero recomendó mejorar los sistemas de información para permitir la portabilidad nacional de la historia clínica y del derecho, evitando la fragmentación del sistema: “Sería muy interesante la idea de algunos investigadores de la Facultad Nacional de Salud Pública: que el ciudadano pueda recibir la factura de los servicios prestados a su nombre. Así, posiblemente, parte de la corrupción del sistema desaparecería porque el ciudadano revisaría su facturación, igual que la de su cuenta bancaria, sería un auditor de los recursos, no se utilizaría su cédula para dolo o fraude, como ocurre hoy. Las EPS, no todas pero sí la mayoría, junto con otros actores públicos, lo permiten”.
Al tiempo, pidió al Estado una política perseverante para montar los sistemas basados en APS. Dijo que muchos equipos de escanografía que pagamos todos los colombianos, se usan ineficientemente, se sobrefacturan servicios para pagar el ingreso de tecnología, mientras las redes integradas bajan costos: “Necesitamos regulación, vigilancia y control, una Supersalud más proactiva para tener la tecnología que podamos pagar y sin las duplicidades que genera la competencia; al mercado le interesa fragmentar para vender más, se hospitalizan personas sanas para cobrar al sistema de financiamiento”.
Que el Estado “se amarre los pantalones”
Para Mirta Roses Periago, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “sí hay posibilidad de montar un esquema de Atención Primaria en Salud en un sistema de mercado, la oportunidad está planteada en Colombia, al reasumir su rol y su capacidad el Estado. La Ley 100 le daba algunas obligaciones, pero no se han cumplido. Además es una decisión impulsada en el nivel político más alto, consagrado por la Ley 1438, la cual introduce elementos para la articulación de esta parte, una omisión en el modelo anterior”.
La experta resaltó decisiones importantes, como la formación del talento humano para la prestación del servicio y para el propio Ministerio de Salud, porque es muy difícil modificar el modelo sin tener quién lo ejecute; el fortalecimiento, unificación y articulación de los sistemas de información, pues la rectoría del Estado y un sistema con base en APS y en redes, requiere información oportuna y de calidad para medir el progreso e identificar las dificultades. Dijo que se debe reforzar el control y la capacidad de monitoreo de la Supersalud, y destacó el incremento del financiamiento: “Colombia está entre los 6 países de la región con mayores recursos para la salud, pero debe analizarse qué determina en el sistema el que no se logren los resultados deseados. Y la reestructuración del Ministerio permitirá tener esa APS, si se armonizan estas decisiones. Hay que cambiar los incentivos y compromisos de gestión y desempeño, incluyendo indicadores de calidad de las prestadoras, en todo lo cual la OPS asesorará el proceso”.
Sobre el actual escándalo de corrupción en el sistema de salud, la directora de la OPS expresó: “Esto es síntoma de la falta de la capacidad reguladora del Estado, que quedó muy débil; en la historia de la humanidad y en cualquier contexto social, cada parte de la sociedad tiene su rol y debe tener capacidad para ejercerlo. El rol regulador quedó mediatizado y disminuido, y cuando hay muchos recursos sin una buena regulación, sucedan efectos indeseados como la corrupción”.
APS en Chile y Holanda
“Sí es posible la APS en un sistema de mercado, pero hay pocos ejemplos exitosos; depende de la concepción que se tenga de ella y del modelo de aseguramiento”, conceptuó Osvaldo Salgado, consultor de la OPS/OMS en Colombia.
En seminario realizado por la Facultad Nacional de Salud Pública y la Personería de Medellín, el experto analizó los tres enfoques de la APS: selectiva, limitada y ampliada, e indicó que en Chile, país con la más alta mortalidad infantil del mundo (un niño muerto por cada 20 partos, en Colombia mueren 250 por cada mil nacidos vivos), la APS sigue un modelo de salud familiar, con énfasis en promoción y prevención, accesibilidad a la red de prestación, oportunidad, calidad, igual derecho para usuarios del eje público y del privado, plazos máximos de entrega de prestaciones, protección financiera (tope de copagos para ciertas prestaciones según ingresos familiares), incremento de resolutividad, focalización en 64 patologías priorizadas que cubren 70% de la carga de enfermedad de la población y gestión en red con énfasis en APS.
En Holanda -expuso Salgado-, el sistema es calificado como el mejor de la OECD en 2008-2009; es un modelo de competencia regulada, con fallas de mercado que obligan a fuerte control regulatorio estatal, van separados los roles asegurador y proveedor de servicios, hay oferta múltiple, eficiente sistema de información orientado al usuario, participación de grupos consultivos y de organizaciones de pacientes, sin selección adversa de riesgos, con autonomía médica (los médicos generales poseen 3 años de especialización), una red de hospitales públicos (15%), regulados sin fin de lucro (85%) y están prohibidos los hospitales con ánimo de lucro. Al modelo le falta trabajo intersectorial y comunitario, y su gasto global es alto. Todos los analistas reconocen que el Estado en Colombia tiene hoy las herramientas para cimentar una buena Atención Primaria en Salud, pero albergan la misma duda: ¿habrá la voluntad política para ejecutarla?.
 
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