MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 6    NO 78    MARZO DEL AÑO 2005    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 

Informe para el sector salud
Mangos bajitos
Francisco de Paula Gómez depaula@netcard.net.co

La solución a los problemas del sistema de salud y de sus actores, también debe partir de su iniciativa. De eso trata este artículo, el cual debe su título a Inés de Mosquera, directora de Foros Técnicos, quien en una de sus originales intervenciones explicaba que cuando uno quiere comer mangos, siempre será más fácil tomar del árbol primero “los mangos bajitos”. Igualmente, cuando se quiere iniciar la solución de conflictos y problemas, ese sencillo símil es inspirador: Buscar dónde se encuentran los más simples para inmediatamente comenzar a resolverlos.

Dentro del sector salud, se ha instaurado la costumbre de esperar a que solamente instancias del Estado resuelvan -Ministerio de la Protección Social, Superintendencias, Presidencia, Congreso, secretarías de salud, estrados judiciales, etc.-, generándose una dinámica pasiva y de estancamiento. Por ser conexo con el derecho a la vida, lo relacionado con salud es delicado, y requiere del acompañamiento permanente de los entes de dirección y control, pero también es cierto que buena parte de las dificultades del sector son generadas por los propios agentes y que ellos mismos pueden intervenir para prevenirlas y solucionarlas, ya sea de manera individual o de manera colectiva, siendo esta última la que tendrá más posibilidades de éxito. La democracia supone que sus miembros no sean sólo sujetos pasivos de orden.
Ante el inextricable estado del sistema de salud, se percibe perplejidad por una gran mayoría de quienes participan en él. A veces he creído que la situación actual se parece un poco a la del sorprendido peatón, que frente a la inminencia de ser atropellado por un vehículo, no sabe que hacer: ¿Saltar? ¿Correr hacia delante? ¿Correr hacia atrás? En tanto, queda petrificado y en estado de pánico, inmóvil ante la suerte del desenlace.
Hacer nada también es una forma de facilismo, en la cual la culpa y la solución son del otro, quedando espacio solo para quejas y lamentos perennes. Entiéndase bien que grandes problemas requieren de la intervención sin duda del Estado, pero dificultades generadas por actitudes y desorientadas posiciones de sus propios agentes, bien podrían ser remediadas en buena medida por ellos mismos con el adecuado acompañamiento que los aboque hacia una salida: operación, contratos, definición de términos comerciales, solución de controversias, mecanismos de comunicación, aplicación de clasificaciones, iniciativa empresarial, etc.
Aunque escasas, existen por fortuna iniciativas positivas encaminadas a buscar acercamientos entre diferentes actores del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), como algunas emprendidas por la Fundación Corona o el Centro de Gestión Hospitalaria, encaminadas a dotar de instrumentos que permitan una mejor relación entre dos actores tan importantes pero tan históricamente “contrapuestos”, como los aseguradores y los prestadores de servicios de salud.
“La Llave”
En ese sentido y como un aporte al sector, quiero presentarles el modelo de “La Llave”, una iniciativa en la que importantes empresas de salud se han comprometido a buscar soluciones para sus problemas de relación, con el ánimo de proponer recursos que les sean útiles a ellos mismos y que puedan convertirse en estándares futuros para el sistema de salud. Entendiendo que la problemática entre prestadores y aseguradores ofrece un universo de situaciones que enrarecen su actividad, desde hace dos años y medio un grupo de empresas -Promotora Médica Las Américas, Susalud, Clínica Las Vegas y Clínica El Rosario, de Medellín; Fundación Abood Shaio, Colmédica, Clínica Palermo, Compensar, Colsánitas, Hospital Universitario San Ignacio, Famisanar, Clínica Reina Sofía y Clínica del Country, de Bogotá; y Coomeva de Cali-, decidió conformar una instancia permanente (1) de trabajo, orientada a solucionar dificultades, cimentar CONFIANZA y edificar alianzas. El grupo es coordinado por la ANDI, que desempeña un papel neutral y de ordenamiento técnico.
Luego de una ardua labor de todo el año 2003, en la que sus grupos directivos se reunían mensualmente en largas jornadas de 2 días utilizando una metodología específica para solución de conflictos e identificación de compatibilidades, lograron identificar más de 200 proyectos de trabajo, que requerían de acciones coordinadas y logro de arreglos para impactar en el costo de tran-sacción, en la dinámica de sus relaciones comerciales, contractuales, y en el futuro económico de las compañías; igualmente, entendieron que aunque los aspectos de precio son siempre importantes, había que “des-tarifar” su diálogo para poder iniciar la búsqueda de coincidencias y llevar a cabo ejecutorias, acordándose entonces que la variable “precios” no sería elemento de trabajo en el proyecto “La Llave”.
Posteriormente a la identificación de valores, al trazo de una plataforma estratégica, al desarrollo de Misión y Visión, se conformaron grupos técnicos especializados para la ejecución de 5 proyectos, se asignaron presupuestos y se definieron cronogramas de trabajo. Dos de esos proyectos ya están terminados (Codificación de Glosas y Modelo de Interlocución), tres siguen su proceso de ejecución (Urgencias y Triage, MUPS Interfases de Información), y este año se iniciarán otros tres (Manual de Auditoria, Facturación y Admisiones). El propósito de “La Llave” ha sido diseñar mediante una metodología de participación, de consenso, de evaluación técnica, financiera, jurídica y operacional, instrumentos conjuntos que les permitan una más eficaz gestión a sus integrantes. Por la magnitud e importancia de algunos de estos trabajos, desde mediados del año pasado el Ministerio de Protección Social mostró su interés por evaluar las herramientas desarrolladas, con la idea de verificar si éstas pudieran ser aplicables al sistema.
Acuerdos
El perfeccionamiento de actividades de consenso, como las que ejecuta “La Llave”, nos ha enseñado que se requieren varios acuerdos sin los cuales no son posibles logros significativos entre aseguradores y prestadores. Los enuncio en el orden en que en nuestro caso se han venido presentando -aunque a veces no es fácil definirlo y con seguridad variarán con otro tipo de iniciativas-:
1. Conciencia de la existencia de “problemas”.
2. Reflexión acerca del impacto de esas dificultades y del papel que sus organizaciones juegan en ellas.
3. Deseo genuino para la búsqueda de soluciones
4. Acceder al apoyo de una tercera instancia neutral, que facilite que las partes se acerquen sin temores, que no tome partido y que allane el diálogo.
5. Diálogo abierto y respetuoso.
6. Compromiso real de las partes: definición de equipos de trabajo, de tiempos, de recursos.
7. Entender que las soluciones requieren inversiones.
8. Trabajo en equipo.
9. Desarrollo de una metodología para encontrar consensos y de una estructura jerárquica para la solución de divergencias.
10. Identificación de principios, valores y metas conjuntas.
11. Levantamiento sistemático de ayudas de memorias, intercambio de documentos y distribución de información.
12. Entender las preocupaciones y realidades de la contraparte.
13. Identificar proyectos y programas de tipo pragmático, no teórico, que tengan repercusión inmediata en las organizaciones y en la relación comercial y operativa de las partes.
14. Prever que los productos del consenso -instrumentos, manuales, programas, etc.- puedan ser aplicables a todos los miembros de “La Llave”, y que en un futuro puedan extrapolarse a otros dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
15. Contar con apoyo técnico para la definición de líneas de gestión.
16. Desarrollo de un plan de trabajo que es aceptado y ejecutado por todos.
17. Basar las discusiones en elementos técnicos.
18. Comprometer a toda la organización.
19. Respetar los diferentes estados de perfeccionamiento administrativo, logístico, conceptual y las prioridades de las partes.
20. Interiorizar que los logros se obtienen cuando se respeta un marco ético empresarial.
Como colofón, el grupo de empresas participantes de “La Llave” ha descubierto que no solamente pueden hacerse proyectos conjuntos con entidades que se han mirado con recelo, sino que pueden progresar hacia el diseño de alianzas de largo plazo. Algunos de los resultados de estos proyectos serán publicados próximamente en la página www.andi.com. co/cassa/ .

(1) En breve entrarán a participar otras instituciones más.

 
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