El centro asistencial más importante
de Urabá necesita una solución urgente a su
problema económico para no dejar de atender a los
más de 60 mil personas que habitan en los 18 municipios
de su área de influencia , que incluye poblaciones
de Chocó y Córdoba, y que requieren los servicios
de segundo nivel que presta la entidad. Según el
director del Hospital Antonio Roldán Betancur, Agustín
Jaramillo Giraldo, no existe en Antioquia un hospital con
una población potencial tan alta.
Esta Empresa Social del Estado tiene deudas por más
de $5 mil millones, más de la mitad es dinero que
se debe a los proveedores y el restante obedece a ocho meses
de salarios y prestaciones de sus trabajadores. Ante este
panorama, los empleados de esta Institución realizaron
el mes pasado una jornada de protesta que propició
la cancelación de cirugías programadas y la
no atención de consultas externas, durante quince
días.
Además de exigir el pago de su mesada, los trabajadores
protestaron por la decisión de la Junta Directiva
de aumentar su jornada laboral y por las difíciles
condiciones en que les toca laborar, pues es común
que escaseen los insumos y la planta física del Hospital
se encuentra muy deteriorada, afirmó la bacterióloga
Zurley Ochoa, quien además indicó que 151
funcionarios, de los 242 que tiene el Hospital, participaron
en la jornada de paro.
La protesta se resolvió luego de que se llegara a
un acuerdo para crear una mesa de trabajo conjunta, en la
que a parte de los empleados participaría la Junta
Directiva del Hospital, el Alcalde de Apartadó, el
Secretario Local de Salud y las fuerzas vivas de la región.
Esta mesa tendrá como misión encontrar una
salida viable y concertada a la ESE.
Gravedad financiera
El Hospital Antonio Roldán Betancur terminó
el año 2000 con un déficit de $1.800 millones,
a esto se le suma el problema de iliquidez que afronta pues
aunque si vende servicios y de hecho, factura continuamente
a varios municipios de la zona, ARS, EPS y empresas solidarias
de salud, tiene una cartera vencida que supera los $6.900
millones y que intentan recuperar hoy en día con
un grupo de abogados.
El Seguro Social, por ejemplo, es uno de los principales
deudores morosos, pues tiene cuentas desde 1998 sin cancelar,
la deuda de esta EPS asciende a $1.700 millones. Las empresas
solidarias y las mutuales deben cerca de mil millones de
pesos, y más de $500 millones son adeudados por los
municipios de la zona.
"Así las cosas, cuando el dinero entra no es
suficiente para resolver el problema de los atrasos en los
pagos, entonces nos hemos visto en situaciones muy graves
con algunos proveedores claves, como por ejemplo el del
oxígeno, y la compra de medicamentos la hemos tenido
que direccionar hacia aquellos proveedores que nos dan mayor
espacio para el pago y mejores descuentos", afirma
el Director de la ESE.
En cuanto al pago de salarios vencidos, el Director señaló
que ha logrado cancelar ocho quincenas, que equivalen a
los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre del
año anterior. Además se pagaron las primas
de julio, agosto y diciembre del año pasado, todo
esto, sumado al pago retroactivo del año 2000, equivale
a $370 millones. "También nos pusimos al día
en cosas tan importantes como la seguridad social de los
trabajadores, que tenia un atraso de seis meses", explicó
Jaramillo Giraldo.
Soluciones urgentes
Pero la recuperación de cartera y la constante negociación
con los trabajadores y proveedores para mantener al Hospital
en marcha no son más que paños de agua tibia.
De acuerdo con su Director, lo que requiere la Entidad son
políticas de choque mucho más agresivas. Para
ello, se piensa en una reestructuración que permita
disminuir los costos fijos que tiene la Institución,
aumentar el ahorro y presentar a los empleados una propuesta
para que renuncien a las prerrogativas extralegales de las
que gozan.
Recientemente se han tomado varias decisiones en este sentido,
se realizó una nueva contratación con los
servicios de portería, alimentación, aseo,
mantenimiento y lavanderia, con lo que logró un ahorro
de más de $300 millones. Así, se pasó
de tener 22 vigilantes a contar sólo con siete. Tampoco
se están llenando las vacantes, se están recortando
los contratos y las provisionalidades.
Pero la propuesta más ambiciosa y también
la más polémica es la referente a la fusión
del Antonio Roldán Betancur con el Hospital Edgar
Mauricio Plazas, de primer nivel. "Con ésto
se reorganizaría la salud del municipio de Apartadó
y se podría potenciar la prestación de servicios
de segundo nivel. De este modo se disminuirían los
gastos porque sólo se contaría con una planta
de cargos, y los recursos que el Municipio destina para
la atención de primer nivel llegarían al Antonio
Rodán", anotó Jaramillo Giraldo.
De todos modos, y a pesar de todas la situación de
crisis, el funcionario señaló que todas las
medidas que se están tomando y diseñando para
superar esta difícil situación sin necesidad
de recurrir a la Ley 550, "pues pensamos que la experiencia
del Hospital de Manizales no ha sido la más buena".
Posición de la Dirección
Seccional
Luego de conversar en diversas oportunidades con el director
del Hospital, el secretario de salud del Departamento, Juan
Gonzalo López, ha tratado de buscar soluciones con
el Alcalde de Apartadó. Hasta el momento, ha brindado
su apoyo a la entidad con su aval para que la ESE obtenga
un crédito el IDEA por $1.420 millones, cifra que
permitiría empezar con el proceso de reestructuración
y que ofrecería recursos para liquidar al personal
que deba salir después de que esté listo el
estudio técnico que se adelanta para la reforma de
la Institución.
Otro compromiso de la Dirección Seccional es hacer
parte de la comisión de acompañamiento que
también integran representantes del Ministerio de
Salud y en la cual se están haciendo los ajustes
finales a las propuestas de reestructuración.
Pase lo que pase en Apartadó, la decisión
deberá tomarse pronto para evitar que toda la zona
de Urabá se quedé sin los servicios de segundo
nivel a causa de la iliquidez.