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Realidades de
la reproducción artificial
Adriana
Patricia Ríos Echeverri - Psicóloga CEFES (Centro
de Fertilidad de Medellín)
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Años
atrás, cundo aún no culminaba mis estudios de
Psicología en la Universidad de San Buenaventura, con
una compañera muy allegada decidí adelantar la
investigación de nuestro trabajo de grado en el campo
de los factores psicológicos que inciden en las parejas
que padecen de infertilidad. Lo primero que me inquietó
fue el sufrimiento que manifestaban las parejas debido a las
presiones sociales y familiares que enfrentaban por no haber
podido tener hijos. Inclusive, recuerdo alguna ocasión
cuando una pareja contaba que la situación que más
los angustiaba ocurría en los diciembres, cuando recibían
regalos para bebé de los familiares, según ellos
para que la pareja se motivara a tener un hijo, sin saber que
para ese entonces ya llevaban varios chequeos médicos
que confirmaban su problema orgánico difícil de
tratar; cuando confesaron esto a su familia, empezaron desde
entonces a tratarlos con lástima, por eso de que ninguno
de los dos "servía".
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Adicionalmente, cuando la pareja comentó que sus esperanzas
eran posibles por medio de un programa de reproducción
artificial, la actitud prevenida de su familia frente a éstos
procedimientos fue evidente.
Historias como éstas me asemejaban toda una paradoja:
de un lado las criticas contra las técnicas de reproducción
como una amenaza y una manipulación contra la ética
natural humana y contra la integridad personal, por convertir
la vida en algo que dejaba de ser producto de la creación
para empezar a ser un acto que podía ser controlado y
dirigido técnicamente. A su vez, veía por otro
lado la exigencia social por no aceptar en nuestra cultura parejas
ni hogares sin hijos. Son incontables los casos de pacientes
que en mi consultorio padecen de desequilibrios emocionales
debido a las fuertes presiones que la sociedad ejerce sobre
las parejas que no han logrado tener hijos, además de
la disyuntiva cultural en relación con las soluciones
biotecnológicas para estos casos y frente a las cuales
la pareja queda sumida en muchas ocasiones, en la confusión
y en la soledad por no sentir el apoyo de sus allegados y familiares.
La ÉTICA en la práctica de técnicas en
REPRODUCCIÓN ASISTIDA, es un asunto de moral que determina
la medida en que los principios naturales se ven amenazados
por estas prácticas, como vamos a ver a continuación,
sin entrar en detalles que los críticos ya han profundizado.
Sin embargo, la ÉTICA en un sentido más profundo
puede también hacer alusión a los beneficios que
la reproducción artificial puede generar al interior
de la infertilidad y la realidad humana, ya que aún con
sus riesgos, dichas técnicas le hacen posible a las parejas
que han sido infértiles, lograr tener los hijos a los
cuales tiene derecho cualquier pareja. Infortunadamente, en
nuestro medio únicamente se enfatizan los problemas legales
y morales de estas técnicas, pasando por alto muchas
veces las ventajas que éstas generan como alternativas
posibles para tratar la infertilidad.
Problemas morales y legales de la inseminación artificial
Se argumenta que el acto amoroso pierde su sentido religioso;
que se debe recurrir a la masturbación del hombre para
extraer la muestra de semen; que se pierde la confianza sobre
la legitimidad del hijo debido a la manipulación que
sufre el semen; que se promueve el madre-solterismo y la familias
irregulares, ya que se puede omitir la necesidad de un padre;
que el principio biologista de la paternidad: "Los hijos
deben ser engendrados por sus padres" pierde la jerarquía
que en otras épocas de la historia había tenido;
que existe el riesgo de que el hijo sea producto de la inseminación
de la esposa sin conocimiento del marido; que en casos de que
la inseminación debe ser de un donante, existe el riesgo
de que el donante reclame derechos sobre el hijo nacido por
inseminación; que existe el riesgo de que el esposo no
reconozca su hijo posteriormente, después de que el hijo
fue logrado por inseminación artificial con semen de
donante, aún cuando fue bajo su consentimiento (esto
último se resuelve con una reglamentación, pero
tiene implicaciones negativas moralmente).
Problemas morales y legales de la fecundación in_vitro
* El in-vitro es la confirmación de que la persona humana
puede ser "producida en un laboratorio", lo cual va
contra su dignidad por ser reducido a un objeto resultado de
un procedimiento técnico.
* El embrión ya no es evidencia de la sabia naturaleza
sino de la manipulación del hombre, lo cual marca un
reto entre la naturaleza y el hombre.
* La procreación es un acto planeado con una expectativa
de calidad, para que el embrión cumpla con las consideraciones
esperadas por el procedimiento realizado.
* La producción de embriones conlleva en la mayoria de
los casos a su desecho o a la congelación de los mismos,
debido a que no todos pueden implantarse, lo que intensifica
su manipulación.
* En el caso de la clonación, al reproducir personas
idénticas se les está privando de la identidad
personal.
* En los casos de maternidad surrogada, existe la posibilidad
de que la madre receptora no desee recibir el hijo en el momento
de éste nacer o que la madre sustituta no lo desee entregar
en su momento debido.
* Los hijos provenientes de estos procedimientos en reproducción,
tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades genéticas
que los hijos logrados naturalmente.
Lo ideal sería que más allá de confrontar
la técnicas artificiales desde la ética y la moral,
ya sea o no porque nuestra concepción nos permita encontrarles
sus desventajas o beneficios, ¿por qué mejor no
creamos para nuestra cultura otros sueños para soñar
y que puedan ser sueños diferentes a los de tener hijos,
sobre todo cuando no es fácil tenerlos por problemas
de infertilidad? ¿Por qué no crear otras maneras
de sentirnos pareja, de sentirnos familia y de sentirnos cultura,
que no solo sea manteniendo el instinto de la procreación?
¿No existirán otras maneras diferentes de sembrar
semillas?... |

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