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Como
resultado de las evaluaciones del Sistema Obligatorio de Garantía
de la Calidad realizadas por el Ministerio de la Protección
Social, salió la convocatoria pública para el
diseño de estándares de acreditación, habilitación
y auditoría de servicios ambulatorios, adjudicada al
consorcio Centro de Gestión Hospitalario y Universidad
CES de Medellín. La propuesta resultante fue colocada
en la página web del ministerio, para que fuera analizada
y se enviaran observaciones hasta el pasado 24 de febrero.
El doctor Sergio Luengas del Centro de Gestión Hospitalaria,
declaró que metodológicamente se hizo una revisión
a nivel internacional y nacional, se contó con un grupo
de expertos y se diseñó un borrador de estándares,
se implementaron pruebas piloto de acuerdo con el tipo de entidades
y éstas se efectuaron en instituciones públicas
y privadas, cajas de compensación, y redes de prestadores,
y con base en esa prueba se efectuó una propuesta al
ministerio. Para los estándares de habilitación,
después de mirar el desarrollo de requisitos de licenciamiento
en otros países, se aplicaron dentro del foco de prevención
de riesgos de la prestación y dentro de las capacidades
reales del país; y en acreditación se partió
de los estándares de habilitación vigentes: con
un enfoque centrado en el usuario, se vio su aplicabilidad en
Colombia basado en el mejoramiento continuo y se profundizó
en temas relevantes de las entidades ambulatorias.
La Jefe de Planeación y Gestión de la Fundación
Cardiovascular de Colombia, doctora Beda Patricia Salazar, señala
como gran aporte la propuesta de reglamentar servicios ambulatorios
de salud, buscando niveles de desempeño superiores a
los del Sistema Único de Habilitación. Para laboratorios,
considera que se debe acudir a los estándares norteamericanos,
que enfatizan más en patología que en laboratorio
clínico; en cuanto a los programas de trasplantes, destaca
la creación de comités regionales que garantizarían
el esfuerzo de las regiones por satisfacer necesidades de la
población, y frente a la propuesta para entidades ambulatorias,
ve complicado lograr un resultado óptimo donde las instituciones
manejen un Manual de derechos y deberes, y garanticen su conocimiento
y entendimiento por parte de los pacientes, por su misma característica
de ambulatorios. |
En
trasplantes, la competencia es clave de la calidad |
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El doctor Álvaro
Velásquez, uno de los pioneros de trasplantes en Colombia,
recalca la importancia de contar con unos estándares
de alta exigencia para evitar la proliferación de grupos
de trasplantes sin rigor científico: Son irresponsables
y poco éticas situaciones como realizar un trasplante
cada 6 meses o dos años -eso es sólo experiencia
anecdótica-, o procedimientos con cirujanos itinerantes.
Frente a la propuesta de estándares para las entidades
que realizan trasplantes en el país, llamó la
atención sobre el manejo dado a las competencias, donde
el perfil del profesional descrito en el proyecto es el punto
que más inquietud genera: No estamos de acuerdo
con el perfil que posibilita que un urólogo realice trasplantes;
para hacer trasplantes se requiere capacitación y competencias
especiales, fundamentalmente en cirugía vascular, que
copa el 95% trasplante.
¿Cómo un urólogo sin entrenamiento en cirugía
hace trasplantes como propone el documento? El profesional debe
tener 4 años en cirugía general, entrenamiento
en cirugía vascular y trasplantes, y trabajar por lo
menos en 30 trasplantes (se proponen sólo 15 en el documento),
pues con un trasplante cada mes, es muy difícil adquirir
experiencia.
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Parecería
que hay gente interesada en hacer este proyecto con un bajo
nivel de exigencia, para activar grupos de trasplantes con esas
características. |
Estandarización
de laboratorio clínico |
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En laboratorio clínico,
el proceso de habilitación basado en el decreto 2309/02
funcionó como un filtro que llevó al cierre
de los que no cumplieron los niveles mínimos, indicó
el doctor David Botero, gerente del laboratorio que lleva
su nombre; sin embargo, considera que la propuesta de estándares
de acreditación es compleja,larga y poco práctica,
además de que parece que quienes la hicieron
no trabajan en laboratorios clínicos, usan terminología
poco clara y muchas cosas se
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podrían
haber dicho de manera más simple. También
reconoce que el nivel de los estándares es alto, lo cual
es positivo para mejorar la calidad, pero duda del mecanismo
de comprobación por su complejidad.
Jacqueline Osorio, directora de Calidad del Laboratorio
David Botero, indicó que los requisitos de estándares
no son específicos para laboratorio y parecen hechos
para una Institución Prestadora de Servicios de Salud:
En accesibilidad plantea que el usuario pueda pedir cita
con el profesional que desee, cuando en un laboratorio el proceso
de atención es diferente; el estándar de compras,
punto importante para la calidad de un laboratorio, no está
especificado como criterio; el mejoramiento de la calidad se
menciona como requisito para cada ítem cuando sería
más manejable si estuviera separado como un estándar
de calidad; en general, el beneficio que traería a la
organización se queda corto, debería ser más
exigente y preciso. Como está planteado, generaría
re-procesos dentro de la empresa que exigen mucho tiempo y no
agregan ningún valor. |
Peligra
existencia de laboratorios en municipios |
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El doctor Julio Andrés Sanín,
director Científico de Prolab, parte de que la propuesta
es positiva, por cuanto ayuda a mejorar, pulir y dar herramientas
para lograr la calidad de los laboratorios clínicos y
en general de todo el sistema de salud; reconoce que el documento
está muy enfocado hacia la parte administrativa, siendo
muy similar al sistema de calidad ISO, y se preocupa por procesos
y por el paciente, puntos importantes y valiosos; sin embargo,
señala que le falta un toque más técnico
dentro del ámbito del laboratorio, porque el contenido
de la propuesta no garantiza que una prueba quede bien hecha.
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El doctor Sanín advierte
que si bien el cumplimiento de estos estándares no es
obligatorio, llegará el momento donde los que no cumplan
van a quedar por fuera del mercado. Y considerando las similitudes
en estándares con áreas diferentes como consulta
externa o imagenología, y la falta de claridad de algunos
puntos, se dependerá en gran medida de la interpretación
que el funcionario evaluador haga de la norma; esto podría
ser muy complicado para laboratorios de bajos niveles de complejidad
que no por ello son malos, con el agravante de que el mercado
podría excluir a los laboratorios en poblaciones que
no podrían acreditarse, donde muchas veces el recurso
humano es solo una bacterióloga que hace exámenes
bien hechos para ese primer nivel de complejidad y ayuda a salvar
vidas. Hay que tener en cuenta desde el laboratorio de
mínimo nivel hasta el de máximo, conservando la
calidad, porque un laboratorio de baja complejidad no es igual
a baja calidad; el laboratorio cumple una función importante
en salud. Si nos pegamos tanto de estos procesos, el desempleo
de los bacteriólogos será terrible, solo funcionarán
laboratorios grandes, y casi todos los municipios se quedarían
sin ese servicio; hay que ser muy conscientes en la aplicación
sin fomentar la mediocridad, indicó.
Martha Elena Palacio, Coordinadora de Calidad de Prolab, resaltó
el énfasis en atención al paciente, y señaló
que el nivel de los estándares propuestos no es difícil
de alcanzar para grandes laboratorios, y más para los
ya insertados en procesos de certificación: Se
justifica aplicar la acreditación porque aporta a la
gestión del laboratorio, y la norma trata incluso salud
ocupacional y parte ambiental; sin embargo, lo ideal sería
que existiera un documento que complementara la gestión
de procesos con la calidad del servicio, ser más puntuales
en la calidad del servicio: en laboratorio es la calidad de
las pruebas.
Imagenología
El administrador de Imagenología del Hospital
Universitario San Vicente de Paúl, Darío Gómez,
señala como benéfica la pretensión del
proyecto de que las instituciones prestadoras de servicios de
radiología con pacientes ambulatorios, cuenten con mecanismos
de gestión que lleven a una prestación adecuada
y a una continua evaluación de mecanismos para mejorar
la calidad. Y si bien percibe el proyecto con un enfoque integral
a la atención de pacientes desde el ámbito de
los procesos, considera que sus lineamientos podrían
adaptarse a otras áreas asistenciales con similares características.
También resalta la inclusión del tema de la referencia
y contrarreferencia al buscar que en casos de urgencias médicas
se garantice que el paciente pueda ser trasladado y orientado
a los servicios de atención pertinentes.
Frente al grado de dificultad para cumplir con el nivel de los
estándares, indicó que se plantean dos niveles:
para instituciones como el Hospital San Vicente son fácilmente
alcanzables, ya que viene en el proceso de implementación
de un sistema de gestión de la calidad, y solo requeriría
efectuar pequeños ajustes; sin embargo, para instituciones
de imagenología no inmersas dentro de grandes IPS, es
probable que tengan dificultades, ya que se requieren recursos
importantes en corto y mediano plazo; y adicionalmente, no todas
las instituciones tienen la trayectoria para implementar fácilmente
todo el proceso.
Incentivos reales para prestación
ambulatoria
Hace falta que el Ministerio de la Protección
Social formalice incentivos financieros y de prestigio, que
realmente obliguen a las Administradoras de Planes de Beneficio
a preferir a la IPS que brinda mejores estándares de
calidad y se acredita; no tiene sentido que una entidad adopte
estándares de calidad con un costo adicional y siga con
los mismos usuarios, y que las aseguradoras contratantes simplemente
busquen al prestador que venda a menor costo. Deben existir
manuales tarifarios diferentes para los prestadores con algún
estándar de calidad mejor que otros, expresó
el doctor Luis Alberto Martínez, Gerente del Hospital
San Rafael de Andes y Secretario de la Junta Directiva de Aesa.
Para el doctor Martínez, el sistema de acreditación
en Colombia no tiene un modelo, y a diferencia de las normas
internacionales de calidad, no se muestra el cómo llegar
a ella; la acreditación se limita a términos de
estándares del producto final y no del proceso, situación
que no se corrige en el borrador actual, haciendo que no pueda
hablarse de una garantía total de la calidad: Como
no hay un sistema del como llegar al estándar de acreditación,
en el proceso se quedan cosas sueltas, por ejemplo, la garantía
de la calidad que deben tener los insumos, y se crea un bache
en la norma.
Es claro que los sistemas de gestión de calidad y acreditación
proveen un beneficio más de tipo comercial, en la medida
que una entidad acreditada podrá ser preferida por un
cliente al momento de contratar; así se evidencia en
el énfasis en aspectos administrativos a estándares
que no garantizan la buena práctica, y la ejecución
técnica y adecuada de los procesos directamente relacionados
con calidad en salud . |
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