Para contrarrestar la escasez de vacunas
que se presenta a nivel mundial por desabastecimiento de
productos biológicos, y la suspensión de la
producción de algunos de ellos en la planta del Instituto
Nacional de Salud, el Ministerio de Salud declaró
la emergencia sanitaria durante un período de seis
meses, según resolución 122 del 5 de febrero
de este año.
De esta forma se facilita la importación de vacunas
sin registro sanitario en Colombia, siempre y cuando se
adquieran a través de la Organización Panamericana
de la Salud y cumplan con los requisitos legales y técnicos
correspondientes, especialmente los incluidos en las Buenas
Prácticas de Manufacturas y el certificado de calidad
expedido por la Organización Mundial de la Salud,
los cuales serán exigidos por el Invima al momento
de su nacionalización.
El nuevo Viceministro de Salud, Carlos José Castro
Espinosa, explicó que de no tomarse estas medidas
de emergencia para importar los biológicos, el país
habría afrontado serias dificultades, pero la declaratoria
de emergencia permite disponer de las cantidades necesarias
para cumplir con el programa regular de vacunación.
Actualmente hay escasez de vacunas de DPT (Difteria, Tos
ferina y Tétanos) y BCG en Bogotá, pero se
puede garantizar la cobertura a la población infantil
con la vacuna pentavalente (que tiene 5 vacunas en una:
contra Difteria, Tétanos, Haemophilus Influenzae
y Hepatitis B), y para este mes de marzo se dispondrá
de las demás vacunas que aseguran los refuerzos a
la población infantil, indicó Castro Espinosa.
Así se conjura el peligro de que el país se
quede sin las vacunas del Programa Ampliado de Inmunizaciones
-PAI- como son: la BCG (antituberculosa), DPT (Difteria,
Tosferina y Tétanos, Hepatitis B, Toxoide Diftérico,
Triple Viral, antipoliomielítica, antiamarílica
y Haemophilus Influenzae tipo B, entre otras necesarias
para garantizar la continuidad del programa.
En cuanto a la suspensión de la producción
de algunos biológicos en el Instituto Nacional de
Salud, ésta obedece a las adecuaciones que viene
haciendo esta institución con el fin de cumplir con
las Buenas Prácticas de Manufactura exigidas por
el Invima para garantizar la calidad de los productos; sin
embargo, al observar los avances de este proceso, el Invima
otorgó un permiso especial al Instituto Nacional
de Salud para producir un lote de vacuna anti-amarílica,
con el propósito de cubrir las necesidades de vacunación
contra la fiebre amarilla.
La declaratoria de emergencia sanitaria incluye además
la creación de un grupo técnico de seguimiento
y control a esta situación; el grupo está
conformado por el Coordinador del Grupo de Vigilancia en
Salud Pública del Ministerio de salud, el Subdirector
de Licencias y Registros del Invima y un delegado del Instituto
Nacional de Salud, quienes deberán presentar informes
mensuales al Viceministerio de Salud sobre las importaciones
autorizadas y la situación de desabastecimiento de
biológicos, con el fin de tomar las decisiones pertinentes
que garanticen la disponibilidad de vacunas en el mercado
nacional.