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Sin embargo, la no expedición de la nueva política
de regulación de precios de medicamentos no es motivo
de preocupación para el sector de los productores,
quienes consideran que muy pronto se completará este
marco regulatorio: Esta fue una decisión de gobierno
e industria, de crear un mecanismo eficiente que diera trasparencia
y seguridad al mercado y pusiera unas condiciones claras sobre
la política de precios, que deje tranquilos a productores
y gobierno, y sobre todo a los consumidores, declaró
el doctor Rodrigo Arcila, director de la Cámara Farmacéutica
de la Andi.
Libre competencia
Para la Andi, las recomendaciones del estudio de Econometría
van dirigidas a que la nueva política de precios de
medicamentos tenga como pilar la libre competencia, eje sobre
el cual se midan y regulen los precios, que funcione como
una herramienta para acabar con la discrecionalidad que podría
existir para determinar el control de precios, y darle tranquilidad
a la industria farmacéutica: El Ministerio de
la Protección Social quedará con un sistema
eficiente, en el cual está optando por un control claro
y transparente, declaró el doctor Arcila.
Frente a las dudas de dejar el control de precios a la dinámica
del mercado, ante un posible peligro de incrementos exagerados,
el doctor Arcila opina que el sistema está diseñado
para que cualquier medicamento con escasa competencia se mantenga
bajo un régimen de regulación, pues trimestralmente
esos productos serán vigilados, asegurando que cualquier
exceso de los límites sea detectado por el sistema,
generando tranquilidad. Además la mayoría de
medicamentos, casi el 76%, tienen suficiente competencia,
y el sistema de acuerdo con su clase terapéutica y
patología a la que van dirigidos, dirá si ameritan
o no estar bajo el control de precios; por tanto, aquellos
que tengan suficiente competencia, el sistema los pasará
a libertad vigilada, o sea que no serán objeto del
control y revisión trimestral de precios, pues será
el mercado el que los controle.
Nacen las dudas
Un cuestionamiento sobre la pertinencia de la nueva
política la manifiesta el doctor Oscar Andia Salazar,
Vicepresidente de Política Farmacéutica de la
Federación Médica Colombiana, al señalar
que el estudio de Econometría al haber sido financiado
por los productores, no tuvo en cuenta a ningún actor
de la demanda -ni aseguradoras ni consumidores- y por tanto
se convierte en una propuesta ajustada a las necesidades de
la industria farmacéutica; además menciona que
en el estudio, los cálculos econométricos se
realizaron sobre cuarto nivel de clasificación, o sea
sobre grupos terapéuticos, lo que hace que las conclusiones
en este tipo de análisis sean desajustadas en cuanto
a competitividad, ya que los verdaderos problemas se ven en
el análisis a quinto nivel o de principios activos,
y no a nivel de grupos terapéuticos.
Por su parte, los droguistas representados en la Asociación
Colombiana de Droguistas - Asocoldro-, reconocen la seriedad
del estudio, pero lamentan que la distribución no se
vea reflejada, y que toque temas que tienen que ver más
con aspectos comerciales y de negociación, que con
aspectos de salud. El doctor Maximio Visbal, presidente de
la asociación, mencionó la fijación del
precio máximo de venta al público como el punto
más inquietante, porque al hablar de un régimen
de libertad regulada o controlada, lo primero es incluir todos
los eslabones de la cadena, ya que de lo contrario el ultimo
eslabón se vería perjudicado; por otro lado,
cuestionó la conformación del Comité
Técnico, al sólo permitir la presencia de funcionarios
públicos y dejando por fuera los gremios de producción,
distribución mayorista y detal, cuando su participación
podría orientar al Comité desde la experiencia
diaria.
También llamó la atención el doctor Visbal
sobre el cuidado que se debe tener en los precios de referencia
comparados con el exterior: Si uno compara con algunos
países de América Latina, aparentemente el precio
de Colombia es bajo, pero si lo hace versus salario mínimo
y poder adquisitivo del paciente, encuentra que es alto; todos
nos enfermamos, pero en Colombia la cura es un lujo. El precio
de los medicamentos en algunos casos es muy elevado y es casi
imposible que el paciente pueda acceder a ellos. Cuando se
maneja el precio por acciones terapéuticas o por incrementos
ponderados en productos de alta rotación, contra otros
que no tienen rotación y ningún tipo de incremento,
se encuentra que se está en los limites de incremento,
pero el paciente que no mira el ponderado sino un sólo
producto, el prescrito, ve incrementos constantes.
Un mercado imperfecto
Partiendo de que la nueva política se fundamenta
en la libre competencia, es importante la determinación
de los mercados relevantes, es decir, saber cuando efectivamente
los medicamentos están compitiendo entre sí.
Éste es un punto critico, debido a que la industria
farmacéutica y en especial la multinacional, ha defendido
que los medicamentos compiten cuando pertenecen al mismo grupo
terapéutico; sin embargo, según el Jefe del
Departamento de Farmacia de la Facultad de Química
Farmacéutica de la Universidad de Antioquia y exnegociador
del TLC, Luis Guillermo Restrepo, se ha demostrado que eso
no es cierto y que para el usuario, que es donde se mira la
competencia, esas no son opciones entre las cuales se pueda
escoger. La industria sostiene que los médicos
dirigen la opción de los pacientes, pero los médicos
son un agente imperfecto debido a las estrategias comerciales
de la industria, haciendo al argumento bastante debatible;
creo que el proyecto trata de encontrar un equilibrio entre
los aspectos técnicos y la caracterización de
la competencia desde el punto de vista comercial, indicó.
Para el doctor Restrepo, si bien el proyecto está bien
enfocado, hay que considerar que en los medicamentos de venta
libre funciona bien el libre mercado como mecanismo de regulación,
pero los medicamentos bajo fórmula médica están
alejados del mercado perfecto por razones como dominio tecnológico,
materias primas, propiedad intelectual, marcas, estrategias
comerciales con los médicos; todo esto lo convierte
en un mercado bastante imperfecto. Ante la idea que promueve
la industria de que no debería haber regulación
de precios, el Estado no puede renunciar a la regulación
ni asumir argumentos como los que presenta la industria de
manera velada, dejando el supuesto control de precios al mercado,
cuando en la práctica se eliminarían total y
subrepticiamente.
Un sistema de información
La creación de un sistema de información
es una muy buena intención, según todos los
expertos consultados, pero las dudas surgen cuando se mira
la factibilidad de su implementación, considerando
que en un mismo producto farmacéutico se encuentran
diferentes precios según el actor de la cadena: desde
los laboratorios, distribuidores mayoristas, el canal al detallista
y el que éste último pertenezca o no a una cadena
de droguerías o sea independiente; además, un
solo principio activo puede tener 60 productos comerciales
con el mismo nombre genérico y 60 precios diferentes,
con el agravante de que este sistema de información
sería parte del sistema general de información
del sector salud, esperado durante años y al cual aún
no se le ve un futuro claro ni próximo.
La doctora Luz Elena Castrillón, directora del Centro
de la Ciencia y la Investigación Farmacéutica
-Cecif-, resalta el que se hayan involucrado en el tema los
dos gremios que dominan el mercado de los medicamentos en
el país (Afidro y Asinfar), lo cual ya es sano. Sí
le preocupa, la parte operativa de la nueva reglamentación:
Los recursos requeridos para diseñarlo, alimentarlo
y actualizarlo permanentemente son importantes; creo que este
tipo de reglamentaciones puede tener dificultades en su manejo,
porque hay compañías con mucho poder, y someterse
a decisiones de un mercado local que pesa poco en el entorno
mundial podría ser difícil; pero me quiero quedar
en la posición de los que tienen esperanza y ven la
parte positiva a esta propuesta, que es diferenciar la regulación,
buscar modos de controlar monopolios y poner de acuerdo a
los productores en un mercado muy competido en el país.
Diversos temas
La esperada política de regulación de
precios de medicamentos, que debe ser expedida en las próximas
semanas por la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos,
incluye entre otros temas: la creación de un grupo
técnico asesor que acompañe a la Comisión,
fija bases técnicas de la regulación de precios,
hace referencia a la creación del sistema de información
de precios de medicamentos, determina el tipo de medicamentos
en libertad vigilada y cuales en libertad regulada, así
como cuáles tienen régimen de control directo
o cuáles en un momento determinado, estando en alguno
de los otros regímenes, pasa a control directo; también
hace referencia a la notificación del ingreso de un
producto a control y los mecanismos para la fijación
de precios máximos al público .
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