Preocupación por situación del talento humano en salud
Redacción El Pulso - elpulso@sanvicentefundacion.com
Cuando se conversa con los profesionales de la salud sobre su percepción del sistema y el futuro del ejercicio el panorama no es el mejor. Un cierto pesimismo surge en los reclamos sobre la pérdida de autonomía, las limitaciones con el Mipres, y la estructura misma del sistema de salud al cual no le ven un norte claro.
La Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (S.C.A.R.E.), por ejemplo, si bien aplaude potenciales mejoras que se podrían dar en el sistema de salud si este centra la atención en el paciente, y se mejoran las condiciones de acceso a más y mejores servicios con la actualización del Plan de Beneficios, sin embargo, expresa su preocupación por las incertidumbres que se puedan generar frente a la vinculación y pago del talento humano en salud.
Otra de las inquietudes manifestada por este grupo de especialistas a finales de 2017, se relaciona con el incremento de contratos bajo la modalidad de prestación de servicios, además de las dudas sobre la estabilidad de las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), los pagos del dinero que aún les adeudan y la falta de garantías, tanto para los pacientes como para los médicos, a la hora de cubrir la demanda de profesionales que requiere el Modelo Integral de Atención en Salud.
De igual manera, reconocen la importancia de sus cuatro estrategias fundamentales: acceso a la atención primaria, con enfoque de salud familiar y comunitaria; continuidad en el cuidado de los pacientes; gestión integral del riesgo en salud, y enfoque diferencial de territorios y poblaciones, así como la luz verde dada para crear redes integrales de servicio.
Partiendo entonces de estas novedades dentro del sistema de salud, para S.C.A.R.E. es de suma importancia que el papel de los médicos, fundamental en la atención primaria de los pacientes y su seguimiento permanente, se tenga en cuenta el respecto de las condiciones de vinculación y de estabilidad del talento humano en salud, frente a lo cual no se conoce una política formal o una posición oficial del Gobierno.
Según la doctora Olga Cubides, subdirectora jurídica de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación, “el panorama del talento humano es complejo, en la medida que hay algunos profesionales vinculados a través de contratos de prestación de servicios, otros mediante contrato sindical y unos más bajo diversas modalidades, entre ellas la laboral”. Y agrega algunos de los problemas derivados de esta realidad: “En algunos casos se han presentado retrasos en el pago de las obligaciones al talento humano en salud por parte de las Instituciones Prestadoras de Salud. Sin embargo, los profesionales y especialistas han sido compresivos porque al tener dos o más contratos de prestación de servicios compensan y manejan sus ingresos, pero existen graves perjuicios, por ejemplo en casos de liquidación de IPS o EPS no se les han cancelados los honorarios pendientes, con el agravante que en los casos de vinculación a través de contrato de prestación del servicio, las acreencias no tienen prelación en el pago por no ser una obligación derivada de una vinculación laboral”.
A lo anterior hay que agregar que a las condiciones de la prestación de servicios de salud, en algunas ocasiones estas no se ajustan a los estándares de seguridad y calidad en el servicio, un aspecto en el cual, para la organización, debe continuar trabajando el Ministerio de Salud y la Superintendencia Nacional de Salud.
Cambios en la contratación
En comunicado de prensa S.C.A.R.E hace un llamado de atención: “Al parecer con el nuevo modelo de Atención Integral en Salud, uno de los planteamientos de algunas redes es laboralizar al talento humano, es decir, vincularlo directamente bajo contrato de trabajo en el sector privado o relación legal y reglamentaria en el sector público, devengando un salario fijo mensual y en algunos casos con salario integral. Sin embargo, el análisis de los montos de remuneración deben estar acordes con la exposición al riesgo biológico de la profesión misma, la experiencia y trayectoria de los especialistas, de lo contrario se pondrá en riesgo su estabilidad e incluso vulneración de derechos fundamentales. Si se llegare a vincular laboralmente a los especialistas, ya no se exigirá póliza de responsabilidad civil que actualmente es un requisito para la contratación, como mecanismo de traslado de riesgo, lo cual puede ser positivo en la medida en que el profesional no incurriría en gastos adicionales para su contratación”.
Otra alerta levantada desde la sociedad de anestesiología hace referencia a la incertidumbre frente a la estabilidad de algunas Empresas Prestadoras de Servicio (EPS) así como de las Instituciones Prestadoras de Servicio (IPS), que pueden quebrar ante la falta de músculo financiero para competir con las nuevas Redes Integradas de Prestadores de Servicios de Salud, ya que estas según opinión de la sociedad, sólo están atrayendo capital extranjero proveniente principalmente de Chile y España, pero además, a médicos y especialistas de otras partes del mundo.
Dentro de los análisis resalta la preocupación por la enorme cartera existente en el sistema: “Según las estadísticas que se manejan en el sector, la deuda a las IPS ha ascendido y está cerca de los 10 billones de pesos, en donde existe un riesgo enorme que muchas de estas vayan a la quiebra. El Gobierno nos quiere obligar a que perdamos nuestros recursos, sin la más mínima preocupación de cuántas IPS tengan que morir en el proceso, a sabiendas de que es el único responsable real de nuestras acreencias”. Puntualiza Liliana Levete Añez, vocera de la Asociación de IPS.
Finalmente y desde la óptica de los anestesiólogos agremiados en la S.C.A.R.E, el sistema no se ha terminado de perfeccionar, y es necesario dar a conocer las políticas de implementación e involucrar al talento humano en salud. En particular se resalta que se debe garantizar el cumplimiento de la Ley Estatutaria en Salud que establece que, el talento humano en salud debe estar amparado por condiciones laborales justas y dignas con estabilidad y facilidades para incrementar sus conocimientos de acuerdo con las necesidades institucionales.
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