Crisis social, el desequilibrio de lo básico De la impotencia a la agresión Juan Carlos Arboleda Z., Periodista - elpulso@sanvicentefundacion.com La saturación de Urgencias y la falta de atención oportuna en consulta externa, desembocó en la agudización de la violencia contra personal que atiende esos servicios. Investigación de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) en 2015, muestra como de cada 100 empleados, 15 son objeto de algún tipo de agresión; el 98.7% de los encuestados fueron víctimas de violencia verbal, 27% de violencia física y 1.6% de violencia sexual. El 55.2% de agresiones fueron sin arma, 28.2% con daños al mobiliario y 8.3% de casos con arma y objeto contundente. El personal asistencial recibe el mayor número de agresiones con 77% de los casos y 23% es personal administrativo. Quienes reciben el mayor porcentaje de agresiones con 40.8% son auxiliares de enfermería, médicos generales el 25.6%, enfermeras 16.2% y especialistas 6.1%. Las cifras reflejan una dura realidad que suma a la carga natural del talento humano en salud. Las principales causas que llevan a los pacientes y sus familiares a agredir al personal de salud, según la encuesta son: El tiempo que debe esperar el paciente para ser atendido, 62.1%; el desacuerdo con la clasificación de triaje 34.3%; limitar el número de acompañantes 30.3%; solicitudes injustificadas de incapacidades, medicamentos, exámenes y otros con 15,7%; problemas con información del estado de salud del paciente 15,1%; y desacuerdo en el monto a pagar 13,3 %, entre otras. Para el director de la ACHC, Juan Carlos Giraldo, es necesario que los actores del sector y las ARL tomen medidas, y agrega: “El sistema de salud no funciona bien, funciona en su mayoría a través de los servicios de urgencias, entonces la gente cada vez encontrará servicios más congestionados, tiempos de espera más largos y los comportamientos violentos se van a multiplicar. La solución tiene que venir con una reforma profunda al sistema, un cambio en la atención, el sistema debe ser más preventivo que asistencial”. “Agresión: válvula de escape” Para Eduardo Guerrero, catedrático de la U. de Antioquia, lo que sucede es el traslado en el imaginario de las personas de la responsabilidad por falta de servicios, oportunidad y accesibilidad, hacia el talento humano en salud, haciendo de la agresión -principalmente en Urgencias- una válvula de escape ante la insatisfacción, angustia y estrés acumulado por pacientes y familias: “Esos niveles de violencia son graves y muestran cómo las fallas del sistema conducen los ciudadanos a estados de angustia que terminan en agresiones, como manifestación de la impotencia ante un sistema que no ofrece vías de solución”. La situación es nacional, no es exclusiva de ciertas regiones ni obedece a mayores grados de violencia en determinadas poblaciones; aunque los casos en la costa Atlántica son de más figuración en medios de comunicación por su frecuencia y agresividad, no puede ser coincidencia que sean estas zonas las de peores condiciones de atención. También contra los administrativos El otro grupo afectado con agresiones constantes es el personal administrativo en los niveles de atención al público. La falta constante de agenda para citas o exámenes, la demora en autorizaciones de EPS para cualquier procedimiento, la negación de servicios, desbordan los ánimos y la paciencia en las filas de personas que ante las ventanillas no entienden -y no tienen por qué hacerlo- las razones por las cuales su necesidad de atención es limitada por un trámite, un sello o una firma. En estos casos el estrés es de doble vía, de quien no encuentra el auxilio requerido, y del funcionario que está limitado en un 100% en su capacidad resolutiva por las directrices de la aseguradora de turno. Hay otro componente: las condiciones laborales del talento humano en salud se deterioraron de manera grave en los últimos años. La falta de pago oportuno de salarios, y la inestabilidad laboral por contratos a pocos meses o intermediados por seudo-cooperativas. Carolina Corcho, vocera de la Mesa Nacional por el Derecho a la Salud, indica que en el sector el 80% del personal trabaja con contratos de prestación de servicios, y además de tener ingresos básicos, el personal trabaja en niveles extenuantes de agotamiento, pues enfrentan todos los días servicios de urgencias hacinados.   Más información... 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