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A dos semanas
de que el ministro Mauricio Santa María diera su parte
de tranquilidad y solución de la crisis del sector salud
en la rendición de cuentas el 1º de noviembre, las
comisiones séptimas de Cámara y Senado lo citaron
a debate sobre el rumbo del sistema de salud. Se concluyó
que contrario al panorama optimista del Ministerio, la crisis
continúa con tal gravedad, que las acciones de seguimiento
del Congreso serán permanentes.
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La representante
a la Cámara, Marta Cecilia Ramírez -impulsora
del debate-, asegura que la crisis no se solucionó y
que al país no se le está diciendo toda la verdad:
Cuando uno observa hospitales atravesando por una iliquidez
grandísima debido a que las EPS no les pagan, a su vez
las EPS aducen falta de flujo de recursos, entre otras cosas
por glosas que han recibido por recobros, y usuarios que siguen
reclamando y accediendo a los servicios vía tutela, se
puede concluir que las cosas no están realmente solucionadas.
Y aunque reconoce los logros, comparó el sistema de salud
con un paciente poli-traumatizado: En estos casos hay
que definir una ruta crítica donde lo primero es atender
la vía área y garantizar el oxígeno que
necesita el sistema: eso se logra mejorando el flujo de recursos.
El problema es que se aprobaron recursos nuevos en papel pero
no se desembolsan, lo que genera que en los balances todos pasen
el año, pero en el flujo de caja se raja el Ministerio.
El Fosyga supera hace rato $3 billones en TES y los hospitales
tienen deudas por varios billones de pesos en cartera antigua,
mientras el ministro discute el monto exacto, pero eso es pegarse
a la minucia de la cifra; la realidad es que los hospitales
sufren muy grave iliquidez y sus indicadores están más
deteriorados. El flujo de caja es el paso 'A' para recuperar
al paciente y el Ministerio no lo pudo recuperar.
Lo grave: una cosa son las soluciones del gobierno y otra la
realidad: Del billón de pesos anunciado como inyección
para hospitales, sólo se han desembolsado $80.000 millones;
para Caprecom -que a principios del año necesitaba $300.000
millones- desde noviembre de 2010 se aprobó un Conpes
que le daba $120.000 millones, a diciembre de 2011 se han desembolsado
cero pesos. El papel puede con todo y en el papel al sistema
le han ingresado muchos recursos pero el flujo no se ve y el
paciente se va a morir; si uno no atiende la vía aérea
ni el sistema circulatorio, y se concentra en atender una fractura,
puede que lo haga muy bien pero lo deja morir, y eso es lo que
está pasando con el ministro: está dejando morir
el sistema al no abordar el ABC crítico para sacarlo
adelante.
Giro directo no fue la solución
El giro directo resaltado como logro del Ministerio
no tuvo el impacto suficiente para sofocar la crisis hospitalaria:
La medida sólo impacta al 38% de la red hospitalaria
pública y en porcentajes muy bajos de incidencia respecto
de su cartera, y la red privada quedó por fuera y en
ella el impacto fue cero por ciento, declaró la
representante Ramírez. |
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Si continúan,
las EPS podrían ser
administradoras delegadas:
con 6% de la UPC sería suficiente
y el 4% restante de administración
iría a crear incentivos para mantener
sana la población.
Marta Ramírez
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Y si
bien el giro directo es importante, falta tocar temas de fondo:
un elemento vital sin abordar es la reglamentación del
funcionamiento de EPS según la Ley 1438 (habilitación
y porcentajes de administración), y por el contrario
la promoción de una tendencia calificada muy peligrosa
por la congresista, de dejar el sistema con unas pocas EPS:
Eso es correr más riesgos de integración
vertical y consolidar oligopolios que hacen que la salud sea
tratada más como un negocio y un mercado, que como un
derecho fundamental.
Para la representante es fundamental definir si las EPS van
a tener un rol dentro del sistema, aunque señala que
considerando como cumplen ese papel se podría prescindir
de ellas sin que su salida empeore la crisis, y optar por darle
más importancia a los entes territoriales: Le pedí
al ministro que explore la posibilidad de aseguramiento en manos
de entes departamentales en alianzas público-privadas
donde se seleccionen las EPS que hicieron las cosas bien para
que aporten experiencia. Una alianza matizaría los intereses
privados y se estructurarían planes que permitan modelos
de salud acordes a las necesidades de la población. Sin
embargo este tema no lo ha tocado el Ministerio.
Hubo un par de preguntas recurrentes en el debate. ¿Por
qué el Ministerio no actuó antes? ¿Por
qué la Supersalud no controló a las EPS si los
ciudadanos las veíamos en los primeros lugares de las
empresas más grandes del país y sabíamos
que estaban faltándole a la salud a los afiliados?.
Si bien las actuales autoridades sanitarias no son responsables
directas y fueron las primeras en tomar acciones, las preguntas
quedaron sin respuesta quizá para no poner el retrovisor.
Es muy preocupante que de 23 millones de colombianos asegurados
al subsidiado, 18 millones estén en EPS insolventes que
no cumplen requisitos y de las cuales 18 tienen órdenes
de ejecutar planes de mejoramiento en 6 meses, dijo Ramírez.
Cronogramas de desatenciones
La congresista Yolanda Duque señaló que
los llamados a las autoridades a enfrentar la crisis, son sistemáticamente
desoídos: Debemos liderar un proceso donde efectivamente
seamos escuchados por el Ministerio, la Supersalud y la CRES;
no podemos seguir haciendo demagogia y que no se resuelva nada.
Y puso el ejemplo del Quindío: En junio 21 de 2010,
la Dirección Seccional de Salud le envió comunicación
al ministro Santa María y al superintendente, planteando
la crisis de salud del departamento: a la red hospitalaria le
debían $65.000 millones, y el oficio nunca tuvo respuesta.
Luego en Acuerdo para la Prosperidad ante el presidente Santos,
se le pidió solucionar el problema, olímpicamente
un funcionario del Ministerio en 3 minutos dijo que quedaría
solucionado con giros directos, y tampoco se solucionó;
en agosto 17 se envió nuevo oficio al ministro, quien
respondió: En atención a la comunicación
enviada al Ministerio, le informamos que ésta fue trasladada
a la Superintendencia de Salud, entidad competente para dar
respuesta al fondo de su solicitud, y a la fecha la Supersalud
no ha dado respuesta. Mientras tanto, Quindío ha
visto cerrar servicios en el Hospital Universitario San Juan
de Dios y en la Clínica Central. Nadie plantea una solución. |
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Garrote para la CRES
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Para el congresista
Fernando Tamayo, la CRES no cumple su tarea y se está
yendo por las ramitas. La CRES fue acusada de gastar tiempo
en hablar de dificultades para tomar medidas y de estudios que
hacen: Son necesarios pronunciamientos puntuales y concretos
sobre las funciones que les competen para saber a que atenernos;
en el sistema no hay quien dé respuestas ni quién
defina políticas; cada ente le echa la culpa al vecino
y terminaremos echándole la culpa a la vaca, mientras
nadie asume la responsabilidad que le compete.
El senador agregó que mientras las IPS se quejan por
falta de recursos y los proveedores manifiestan no aguantar
más, el Congreso aprobó la Ley 1438 que recibió
aval de la Corte por tener instrumentos suficientes para que
el gobierno maneje el problema, pero en cambio siguen
los debates sobre los mismos temas, al problema financiero no
se le da tratamiento adecuado, sigue el problema con medicamentos,
el mal servicio de EPS e IPS, problemas graves en el sistema
de información, o sea, todo sigue como años atrás
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