 |
|
|
 |
|
San Vicente de Paúl:
el gran Hospital
Hernando
Guzmán Paniagua Periodista - elpulso@elhospital.org.co
|
|
Panorámica, años 30's.
|
El Hospital de San
Vicente de Paúl, la empresa más grande y noble
de Alejandro Echavarría Isaza, tiene ya un hijo dilecto
en Rionegro. El papá nació en las afueras de Medellín,
el hijo en su segundo piso, ambos con altos costos y ambiciosos
fines, y en dos crisis distintas de la salud, dos locuras
se dijo en ambas épocas.
La entrega humanitaria de las Hermanas de la Caridad, emulada
por los Padres Camilos, el relativo desarrollo científico
de la joven Escuela de Medicina de la Universidad de Antioquia,
creada en 1871, sumados a la filantropía sin reticencias
de don Alejo, generaron esta obra del espíritu humanista
y la inteligencia creadora de los antioqueños.
"...He resuelto fundar un hospital, pero un hospital grande,
muy grande, que tenga siempre la capacidad suficiente para albergar
a todo hijo de Antioquia y del resto del país que necesite
de sus servicios", dice en su momento el patriarca, quien
sufre las limitaciones asistenciales del viejo Hospital San
Juan de Dios y diariamente sube a caballo hasta el corregimiento
de Santa Elena, para hacer las curaciones a su esposa Ana Josefa
Misas.
|
Construcción primeros pabellones,
1916 -1917.
|
Y claro, los pabellones
independientes de 1916 consolidan la separación de los
pacientes por tipos de enfermedades, acorde con los avances
médico-científicos de la segunda mitad del siglo
XIX en higiene, ventilación e iluminación para
los procesos curativos. La idea, nace en 1912 y se realiza en
1913, cuando se compra el terreno y se protocoliza la fundación.
La falta de profesionales expertos en complejos de salud a principios
del siglo XX en Colombia, la suple primero el ingeniero y arquitecto
francés Auguste Gavet, director de construcciones hospitalarias
en su país. Nunca pone el pie en Colombia, pero en 1914
presenta 4 alternativas de diseño y materiales, a tono
con la geografía y el clima. Los trabajos empiezan el
14 de agosto de 1916, dirigidos por el arquitecto Enrique Olarte,
reemplazado al morir por el colombiano Jesús Mejía
y por el belga Agustín Goovaerts.
Devolviendo gentilezas, en 1926 el Hospital alberga
los primeros enfermos, trabajadores del Ferrocarril de Antioquia:
el tren había transportado sin costo alguno, materiales
de
construcción, importados de Europa. El 10 de mayo de
1934, el centro se abre a la comunidad, y en 1942 la Junta Directiva
conjuga la práctica de los estudiantes de medicina del
Alma Mater con la labor asistencial.
|
Construcción Pabellón
de Contagiosos, 1925.
|
En los años
30, se entregan los pabellones de Cirugía, en un bloque
central de dos pisos con alas laterales, la clínica con
tres plantas rectangulares y el pabellón de Medicina,
en dos edificios simétricos. Aparte, la cocina y el edificio
de los enfermos contagiosos, con el debido aislamiento y jardines
propios. En los costados, el edificio de maternidad y el edificio
de los muertos, en forma de "ele". Todo sintoniza
con el modelo iniciado en París (Francia), por el Hospital
Loriboisiere, construido entre 1839 y 1854. El conjunto rebosa
de aire fresco, árboles y flores, permite la entrada
libre del sol y refuerza la asepsia general.
En 1938 abre la sección de Urgencias para adultos, desde
1962 llamada la Policlínica Municipal. En 1940 se funda
el Pabellón Infantil "Clarita Santos", origen
del Hospital Infantil (1961). El Hospital Universitario resiste
como una roca el terremoto de 1979, aunque con graves daños
en los bloques de Cirugía General y Quirúrgicas
Especializadas.
|
|
El San Vicente,
ayer pionero en desligar
la labor asistencial de la atención que brindan
orfelinatos y manicomios, hoy es líder en desarrollo
científico, en atención y en expansión.
|
| El 5 de noviembre
de 1996, esta joya de la arquitectura hospitalaria republicana
es declarada Monumento Nacional. Vale destacar que en 1973,
con la Universidad de Antioquia, se inicia una gesta que convirtió
al San Vicente en el Hospital de los trasplantes en Colombia,
al punto que hoy ostenta un palmares notable: más
de 4.000 trasplantes renales, varios de hígado, páncreas
y mixtos (riñón-corazón, riñón-hígado,
riñón-páncreas), más de 57 de médula
ósea, córnea y hueso, el primer trasplante de
riñón y páncreas simultáneo, el
primero de hígado; trasplantes novedosos como los de
laringe, tráquea y esófago (primeros del mundo),
y mixtos de dichos órganos pioneros en el mundo-; además,
los primeros en Colombia de intestino delgado y de células
madre a corazón y miembros inferiores; y junto con la
Clínica Cardiovascular Santa María, el primer
trasplante de corazón en Colombia. Con un papá
así, el hijo tenía que nacer crecido. |
| |
 |
|
San Vicente: ayer y hoy
|
|
El doctor Julio Ernesto Toro Restrepo,
líder de la casi centenaria institución, resumió
las diferencias y similitudes entre el padre y el hijo:
Son distintos porque en 1913 sólo había
un hospital vetusto, el San Juan de Dios, hoy hay muchas
alternativas.
Era una idea genuina de un hospital nuevo, el de hoy es
la idea de continuar el Hospital San Vicente de Paúl.
En la construcción, para el de Rionegro tenemos los
materiales e insumos aquí, aunque unas pocas cosas
se importaron por lo de la Zona Franca. Muchos de los materiales
y la dotación del Hospital San Vicente fueron importados.
El conocimiento arquitectónico e ingenieril de aquella
época era foráneo y de pocos nacionales, hoy
todos los profesionales son de aquí, si bien con
apoyo de consultoría internacional. Lo común
de ambos es el propósito de servir a la gente, a
la comunidad, era una medicina de alta calidad en 1913 ante
un San Juan de Dios acabado. La esencia es la generosidad
de la idea de ofrecer una opción para la gente. Hacer
un hospital en un lote de más de 70.000 metros cuadrados
en esa época era una locura, el de Rionegro por su
tamaño es más del presente, el San Vicente
de Medellín fue concebido para el presente y el futuro
lejano.
|
| |
|
Centros Especializados:
continúa la hazaña
hospitalaria
Hernando
Guzmán Paniagua Periodista - elpulso@elhospital.org.co
|
|
Panorámica frontal. Foto:
Rodrigo Peláez
|
¿Cómo
así, quién les prestó la plata? ¿Cómo
que van a comprar un lote allá? Así nos decían
algunas personas, sobre el proyecto de Rionegro. Casi nos decían:
Ustedes son unos pobretones. ¿Cómo el Hospital,
que toda la vida pidió limosna, ahora va a comprar un
lote que cuesta tanta plata? Ustedes no son capaces de eso,
revela el doctor Julio Ernesto Toro Restrepo, director del Hospital
Universitario de San Vicente Fundación.
Y anota: Recordemos que hasta 1996, el Hospital dio pérdida
y siempre vivimos 'al debe'. Pero la junta directiva del Hospital
y otros sectores siempre apoyaron la idea, le pusimos todo el
empeño y estamos a punto de abrir el Hospital.
Expresa el Dr. Toro Restrepo: Salimos de la mala situación,
primero, porque siempre nos esmeramos por gastar adecuadamente
y ahorrar: de más de $250.000 millones que movemos al
año, cualquier 1% que ahorremos es mucha plata, y hace
tiempo nos propusimos una reserva para una contingencia. Adquirimos
insumos y tecnología a los mejores precios y además,
yo siempre comento: aquí puede que a veces metamos la
pata, pero nunca metemos la mano. Curiosamente, en todas partes
donde hay robos, todo el mundo es pobre, hasta el ladrón;
no sé que se les hace la plata, es maldita. Aquí
somos juiciosos y transparentes, tenemos claro que los recursos
no son de nosotros sino de la comunidad, y esas cosas son las
que han dado credibilidad al Hospital, los bancos nos prestaron
la plata porque creen en nosotros, vieron que adquiríamos
créditos y pagábamos oportunamente.
|
Foto: Arquitecto Diego Uribe. Avances
Edificio 1, mayo de 2011
| Y continúa:
Hace 10 años, el Hospital pensó en ampliar
la planta para atender más pacientes, pero al ser declaradas
las instalaciones actuales Patrimonio Cultural, no eran posibles
modificaciones sustanciales. Entonces, se empezó a pensar
en un hospital por fuera, como dependencia del actual; vimos
terrenos en Copacabana, Girardota, Barbosa, San Pedro y Caldas.
Estaba en auge el programa de trasplantes para pacientes extranjeros.
|
En contactos con
aseguradoras que buscan dónde traer sus pacientes, detectamos
un buen flujo de extranjeros para los trasplantes y otros tratamientos;
y desde Rionegro hasta el Magdalena, hay 600.000 habitantes
con pocas posibilidades de hospital de tercer nivel, ademas
de los pacientes nacionales que llegan por vía aérea.
El director del Hospital Universitario indicó que los
Centros Especializados se orientan fundamentalmente a trasplantes,
el fuerte de nosotros, a la atención de trauma,
cardiovascular y enfermedades gastrointestinales, sin descuidar
campos como medicina interna, neurología, gineco-obstetricia
o psiquiatría, que vendrán en fases posteriores.
Por disponibilidad de recursos, la primera fase será
trasplantes, cardiovascular y gastro-hepatología, con
los servicios de urgencias, ayudas diagnósticas y áreas
complementarias actuales.
Un buen negocio
Cuenta el Dr. Toro: Compramos los terrenos en
ese momento a muy buen precio, a don Gabriel Ángel Villa,
quien quería negociar con el Hospital, vender la tierra
para dar a los hijos su parte, pero que el lote quedara en buenas
manos, para estar tranquilo; la familia Ángel Villa nos
era muy conocida, un motivo de tranquilidad tratar con ella.
Hace 8 meses, compramos otro pedazo de tierra adjunto y nos
costó 10 veces más.
|
|
Obras son amores:
los Centros Especializados del San Vicente
escriben desde hoy una nueva página gloriosa
en la historia de la medicina colombiana.
|
El doctor Toro Restrepo
garantizó que a pesar de la cercanía del aeropuerto
internacional José María Córdova, no habrá
problema para los pacientes, pues se hicieron estudios y mediciones
de la intensidad del ruido a todas horas, del desarrollo vial,
de los vientos y del sol, junto con la Aerocivil, lo mismo que
la Base Aérea cercana.
Inicialmente -explicó el Director- no habíamos
considerado el helipuerto, que es de características
únicas y avanzadas, pero teniendo la Base Militar cerca
y llegando pacientes del Ejército con frecuencia, vimos
una buena posibilidad de ofrecerles ese servicio, y también
a la población civil. En ese tiempo, ocurrió un
accidente en el corregimiento cercano de Santa Elena, y fue
un lío rescatar los heridos y traerlos a Medellín;
con un helipuerto se hubieran recibido en la zona fácilmente.
La Aerocivil, expuso su punto de vista a los arquitectos. Por
eso, yo decía amigablemente: la Aerocivil les mejoró
el proyecto en la parte estructural y dio realce a un sector
del edificio.
Y agrega: En la parte de Personal, yo esperaba que nos
fuera simplemente bien, pero nos ha ido mejor, tuvimos muy buena
acogida; con una fuerte demanda de personal médico en
todas partes, encontramos personal de todas las especialidades,
todos se sienten orgullosos de estar con nosotros, y por ahí
70% del personal vinculado es del oriente antioqueño.
Señaló como grandes problemas ya sorteados, la
cantidad de pilotes de más de 20 metros de profundidad
que hubo que construir, porque el terreno no es muy sólido
y la larga tramitología con el Estado, aunque se reconocía
la seriedad del proyecto. |
| |
 |
|
El
San Vicente del siglo XXI
|
|
El doctor Julio Ernesto
Toro destacó el diseño de los Centros Especializados,
acogido por los arquitectos nacionales y extranjeros que entendieron
el deseo del Hospital: zonas bien delineadas, independientes
pero comunicadas en la parte posterior de las edificaciones,
un cilindro de recibo de los pacientes y un acabado que evocara
la construcción del Hospital: con ladrillo a la vista.
Así, el paciente con historia en los Centros, ya no
tiene que entrar por la parte central, va directamente a su
servicio, y el nuevo ingresa por el recibidor. Informó
que entes de salud de todo el país ya se inspiran en
el nuevo Hospital, les llama la atención la parte de
vidrio conjugada con el ladrillo y otros aspectos. Obras son
amores: los Centros Especializados del San Vicente escriben
desde hoy una nueva página gloriosa en la historia
de la medicina colombiana .
|
| |
|
|
|
 |
|
|
|