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Un
grupo de investigadores en psiquiatría, enfermería
y trabajo social de la Universidad Pontificia Bolivariana, llevó
a cabo un estudio en niños habitantes de calle de la
ciudad de Medellín, en el que se evaluó la frecuencia
de trastornos mentales y consumo de drogas.
Se ha demostrado que la enfermedad mental en este grupo poblacional
constituye un grave problema, no solo por el impacto en sí
misma, sino por los problemas personales y sociales que conlleva,
como la prostitución, abuso de drogas, abuso físico,
psicológico y sexual, socialización deficiente,
conductas delictivas, problemas legales, suicidio y perpetuación
de la condición de habitante de la calle, entre otras.
El número total de niños habitantes de calle estudiados
fue de 148. Dentro de los resultados más importantes
se encontró que la edad promedio fue de 14.8 años,
el 85,1% eran de sexo masculino.
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La causa
más frecuente para estar en la calle fue el maltrato
familiar.
La frecuencia total de trastornos mentales en esta población
fue del 85.8%, cifra que coincide con otros estudios internacionales.
El trastorno mental más frecuente en estos niños
fue la dependencia a las drogas (principalmente la marihuana
en un 41%), seguido por el trastorno de conducta, el trastorno
negativista desafiante y el trastorno por déficit de
atención e hiperactividad; todos ellos, caracterizados
por un total desapego a la norma, desobediencia, conductas de
riesgo y violentas. Llama la atención la presencia de
Trastorno afectivo bipolar en el 45,3% de los niños.
Se pensó que era necesario ampliar el conocimiento en
relación con la presencia de enfermedades mentales y
consumo de sustancias, ya que teniendo identificadas las características
y problemas prioritarios de los menores habitantes de la calle
que acuden a centros de acogida, se podrían diseñar
intervenciones que impacten sobre la calidad de vida y morbilidad
de esta población vulnerable. |
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