MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 241 OCTUBRE DEL AÑO 2018 ISNN 0124-4388 elpulso@sanvicentefundacion.com
E l cierre de camas y servicios infantiles en el país aumentó en los últimos años, situación que colapsa los servicios que subsisten y coloca en alto riesgo la atención de los más pequeños, supuestamente población con protección especial.
Por ejemplo, la atención en el Hospital Infantil San Vicente Fundación está colapsada en un 300 por ciento y no solo este centro de atención pasa por esta crisis, la Fundación Hospitalaria la Misericordia de Bogotá y el Hospital los Ángeles de Pasto presentan las mismas condiciones.
Según los directores de los hospitales y las autoridades de control de salud, estos cierres se deben a que algunas clínicas y hospitales atraviesan un déficit económico por la falta de pago de las EPS, sin embargo, hay otros que convirtieron la salud en un negocio.
Según Abraham Chams, Director de la Unidad Materno Infantil San Vicente Fundación, el hospital está recibiendo menores que llegan desde el pacífico, el Chocó y de la costa atlántica, la mayoría de las patologías que reciben son remitidas por otros hospitales, los niños llegan con enfermedades agudas, traumas, maltrato infantil, entre otras enfermedades. “somos un hospital de alta complejidad de tercer y cuarto nivel en donde se atienden niños con enfermedades complejas y le damos una atención integral, aproximadamente cada año atendemos 60 mil niños ya sea por el servicio de urgencias, consulta externa, de hecho, muchos niños nacen en el hospital, hay muchos recién nacidos complejos con malformaciones congénitas”.
Sin embargo, el médico advierte que el cierre de camas los está afectando, “muchos centros de salud en Colombia cierran camas infantiles por no ser rentable, por no ser sostenibles, nosotros nos hemos mantenido en la convicción social que los niños son un indicador de desarrollo para la Organización Mundial de la Salud, y que es deber de la sociedad, del estado, de la empresa privada, y de todos los que conformamos el país, velar por la buena atención de los niños”.
El problema se vuelve más complejo si se tiene en cuenta que no hay capacidad instalada en las ciudades, “la red de atención no tiene segundo y primer nivel eficaz, muchas veces se nos colapsa el servicio de urgencia con primer y segundo nivel que deberían ser atendidos en otras instituciones, por eso siempre estamos al 400 por ciento y eso pone en riesgo a los niños que requieren atención de alta complejidad”.
Los sistemas de salud en cualquier parte del mundo y en cualquier época de la historia de la humanidad se hacen para atender a la gente, según Carlos Mario Ramírez director de la Adres “si vamos a seguir con un propósito más económico que de salud, lo que nos vamos a concentrar es en negocios, que siempre serán más rentables, pero que no dan tanta ganancia en salud como son la posibilidad de acceder a una cama pediátrica o una cama de obstetricia. Cuando el sistema de salud reconoce que cierra camas de pediatría u obstetricia porque no son rentables, nos desenfocamos de la razón de ser del sistema de salud”.
Un hospital incluye un cúmulo de negocios, habrá algunos rentables que equilibran a los que no lo son, lo que lleva a una gran responsabilidad de los hospitales del estado: “lo más grave en el tema de la rentabilidad del lucro es que uno sabe que el sector privado por su naturaleza está en el afán de lucro, lo grave, y frustrante, es cuando uno observa que los hospitales públicos siguen la misma práctica”.
En Antioquia se han cerrado 10 servicios de atención materno infantil en los últimos cinco años. Según Luis Alberto Martínez director de AESA: “en el país se cierran servicios de pediatría porque las tarifas que se pagan por esos servicios no son suficientes para sufragar los costos de operación y de administración y mucho menos que dejen un margen para poder reinvertir en talento humano, en infraestructura, en dotación, entonces más bien se deciden cerrar estos servicios porque no son rentables financieramente, porque no se pagan bien con las tarifas y abrir otros que si son rentables, e infortunadamente la organización de los servicios se le entregó al mercado y el mercado ha respondido esta manera”.
Diego José Duque, Director Hospital Universitario San Vicente Fundación señaló que “es evidente que hay una problemática en el país, hay un déficit de servicios para la atención de la población infantil, el Hospital San Vicente Fundación tiene abiertas las camas pese a que en la ciudad se siga cerrando”.
Según el Director Hospital Universitario San Vicente Fundación, se le han hecho propuestas al ministerio, la atención infantil hay que mirarla de una manera diferente, “hay que hacer unas negociaciones distintas, atender un niño cuesta mucho más que un adulto, canalizar la vena en un niño es muy diferente a hacerlo con un adulto, el menor necesita un personal más capacitado, necesita unos recursos adicionales y el país lo asume como si fuera igual la atención del niño y de un adulto, los pocos hospitales infantiles que hay en la ciudad y en el país sufren esta problemática que tiene que ser visibilizada y apoyada por toda la comunidad”.
De igual forma, Azucena Restrepo, presidente de este mismo hospital, informo que en el país faltan estímulos para la creación de servicios de pediatría, desde San Vicente Fundación hemos sido testigos de que en Antioquia los últimos cinco años se han cerrado 150 camas para la población infantil y hemos tenido que hacer un esfuerzo superior para cubrir el déficit de servicios de pediatría en la región y parte del occidente y sur del caribe colombiano.
Diferentes hospitales adelantan una propuesta con el Ministerio de Salud para crear un equipo de expertos con San Vicente Fundación, la Fundación Hospitalaria la Misericordia y el Hospital los Ángeles de Pasto, “los tres hospitales infantiles de mayor capacidad pediátrica en el país, para que juntos trabajemos con el ministerio un nuevo manual tarifario para la población infantil que haga estos servicios infantil sostenibles y óptimos para la población que más lo necesita” afirmó Azucena Restrepo, quien también sugiere que los sistemas tarifarios en el país funcionan por lo que se llaman los códigos únicos de procedimientos los Cups, los cuales hoy están homologados para adultos y población infantil, sería hacer códigos únicos de procedimientos para la población infantil, entendiendo y siendo mucho más pertinentes con la epidemiologia y lo que es el modelo de atención de los niños”.
El superintendente de salud, Fabio Aristizábal sabe que existe el problema y asegura que la pediatría es un tema de costos, “Colombia debería explorar, tener un manual de procesos y procedimientos para pediatría, han ido disminuyendo las camas y es una gran preocupación, cuando se supone que a lo que más le tenemos que apuntar es a la atención de los niños de país, un manual tarifario podría ser una solución”.
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